Un nuevo artículo publicado en ‘Frontiers in Public Health’ desvela los resultados de una encuesta según la cual entre las personas a las que se les había diagnosticado COVID-19, pero que nunca fueron hospitalizadas, el 76% desarrolló insomnio. Además, las personas ansiosas o deprimidas eran más vulnerables a este problema.

Se trata de un trabajo de un equipo de científicos dirigido por el doctor HuongTX Hoang de la Universidad de Phenikaa en Vietnam.

Utilizando la red oficial de sobrevivientes de Covid-19 de Vietnam, los científicosreclutaron a 1.056 personas mayores de 18 años que habían sido diagnosticadascon Covid-19 pero no hospitalizadas en los últimos seis meses y que no reportaban antecedentes de insomnio o afecciones psiquiátricas. Enviaron una encuesta a estas personas para que la completaran entre junio y septiembre de 2022.

La encuesta preguntó sobre características sociodemográficas como edad, sexo y condiciones crónicas, y la duración y gravedad de la infección por Covid-19 de los pacientes. También midió los síntomas de ansiedad, estrés y depresión experimentados por los pacientes.

Para investigar los niveles de insomnio, se pidió a los pacientes que compararan lo bien que durmieron, cuánto tiempo y lo fácil que fue conciliar el sueño en las últimas dos semanas, en comparación con antes de contraer Covid-19.

El 76,1% de los participantes informó haber experimentado insomnio: el 22,8% de estas personas informó insomnio severo. La mitad de los participantes dijeronque se despertaban con más frecuencia durante la noche, mientras que un tercio dijo que les resultaba más difícil conciliar el sueño, dormían peor y dormían menos tiempo.

La gravedad de su infección inicial no pareció correlacionarse con lagravedad del insomnio que experimentaron. Aunque los pacientes asintomáticos con Covid-19 obtuvieron puntuaciones más bajas en el índice de insomnio, la diferencia no fue estadísticamente significativa.

Dos grupos de personas tuvieron tasas más altas de insomnio estadísticamentesignificativas. Se trataba de personas que tenían una enfermedad crónica preexistente y personas con puntuaciones altas en síntomas depresivos o ansiosos.

Ambos grupos desarrollaron insomnio a un ritmo mayor que sus pares. Cuando los científicos observaron a los pacientes que reportaban insomnio, sus puntuaciones de depresión y ansiedad eran más altas que las puntuaciones promedio de toda la muestra.

Sin embargo, estas enfermedades no son completamente independientes unas de otras. El insomnio puede empeorar la salud física y mental, además de estar impulsado por una salud física y mental más deficiente.

Los científicos señalaron que la tasa de insomnio reportada por los pacientes no solo es mucho más alta que la tasa entre la población general, sino también másalta que la reportada por los pacientes hospitalizados con Covid-19.

Esto podría deberse en parte a que se centraron en pacientes recientemente recuperados que pueden tener síntomas persistentes. Los pacientes recién recuperados también pueden estar más estresados ??y sensibles a los cambios en su salud física, lo que les lleva a percibir que su sueño es peor.

Los científicos enfatizaron que se necesita un enfoque holístico para abordar todos los factores que contribuyen al insomnio y que es necesario seguir investigando la relación entre Covid-19, los problemas de salud mental y el insomnio.

FUENTE: medicosypacientes.com

 


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