La ministra de Sanidad, Mónica García, ha intervenido hoy en el Desayuno informativo de Europa Press en el que ha hecho un repaso de los temas en los que trabaja actualmente el Ministerio de Sanidad, ante numerosas personalidades de la política y de la sanidad, entre las que ha estado el presidente de la organización Médica Colegial, Dr. Tomás Cobo.

En su discurso ha recordado su intención de abolir las guardias de 24 horas mediante la reforma del Estatuto Marco, la «Biblia» de las condiciones laborales de los médicos, porque «se ha quedado obsoleto» y hay párrafos «preconstitucionales».

«Hay que actualizar las jornadas laborales al siglo XXI y actualizarlas, en muchas ocasiones, a un estatuto de los trabajadores que dé respuesta a que no haya profesionales que, a día de hoy, están trabajando 60 horas a la semana, de las cuales, la mitad no les computa cómo era trabajada», ha explicado. «Esto es una aberración», ha sentenciado.

Sin embargo, ha recordado que esto «no va a pasar de hoy a mañana» porque este sistema sanitario «está desde la época preconstitucional basado en un trabajo de 24 horas».

Por eso, García ha dicho que aún «hay que verlo» y mirar hacia otros lugares donde ya se aplica, como Suecia. Allí, «tienen menos médicos por habitantes que en España y no tienen guardias de 24 horas» y «como mucho» se trabajan 15 horas. «Aquí lo que tenemos que hacer es un esfuerzo doble», ha insistido.

Para ello, será necesario reorganizar las plantillas, capacitar a los diferentes profesionales para que hagan los diferentes trabajos y «ver que la hora de guardia tiene un valor especial, pero no solamente tiene un valor especial para el paciente y para el sistema, sino también para el profesional».

Así, ha insistido en la necesidad de que la hora «de 2 a 3 de la mañana» no compute como hora trabajada. «Yo he estado muchas horas, de 2 a 3 de la mañana, muchos días, en un quirófano. No os podéis imaginar lo que duele eso», ha asegurado.

Cambiar la metodología para solucionar las listas de espera

Con respecto a la creación del Grupo de Trabajo sobre listas de espera, aprobado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) el pasado viernes, García ha señalado que este tema necesita «una reflexión profunda» y que «todas» las CCAA están de acuerdo. «Hay un consenso en que hay que cambiar la metodología y el Real Decreto 605/2003 porque han pasado 20 años y ahora hay alguna que otra tecnología para medir las listas de espera», ha afirmado.

«Tenemos que sacarlo del foco de la competición. Esto no es una competición de si una comunidad tiene más o menos listas de espera, no. No va de esto, tenemos que ponerlo en el foco de la buena gestión y tiene que ver con cambiar ese Real Decreto», ha declarado la ministra.

Así, ha abogado por cambiar la manera en que se miden las listas de espera, porque «no es lo mismo esperar X tiempo para que te operen una nariz o un juanete que para que te operen una hernia de disco o algo que sea invalidante, incapacitante o que pueda empeorar tu estado de salud».

«Lo que hemos quedado en las comunidades autónomas es hacer primero un diagnóstico sacándolo del foco de la competición y viendo cómo podemos darle transparencia y trazabilidad. También saber cuánto esperas, no desde que te ponen en lista de espera, sino desde que tú has tenido una dolencia, has ido a tu médico de Atención Primaria, te ha llevado al especialista, te ha hecho una prueba de diagnóstica, has vuelto al especialista y te ha puesto en una lista de espera. Todo esto no lo sabemos. Es como si me enseñan una analítica de un paciente y me tapan la mitad y solo me ponen el título», ha explicado García.

Por otro lado, el Consejo Interterritorial también aprobó el pasado viernes la creación de una Comisión de Atención Primaria, aspecto en el que García ha aseverado que «no hay una varita mágica», ya que «no hay una sola medida», sino que se requiere «un trabajo multidisciplinar».

«No hay una sola medida que vaya a mejorar un sistema que se ha visto muy perjudicado primero por los recortes y luego por la pandemia y que tiene a unos profesionales exhaustos, desmotivados y que, de alguna manera, se ha logrado romper el núcleo de nuestra Atención Primaria, que es la relación médico-paciente. No puedes tener una buena relación médico-paciente si tú estás viendo 60 pacientes al día, si no puedes hacer un seguimiento», ha declarado la ministra.

Autojustificación, no autobajas

Preguntada sobre la situación de las autobajas de tres días, García ha instado a denominarla «autojustificación» de los tres primeros días. «Eso ya ocurre a día de hoy. Podemos no verlo, pero eso está ocurriendo», ha afirmado. «Es lo normal. Lo primero que haces cuando te levantas por la mañana y no puedes ir a trabajar es llamar para decirlo», ha apuntado.

En cambio, las bajas son «un acto médico» porque es «un tratamiento, además de la receta»; mientras que las justificaciones, no. «La baja es un acto médico, la justificación no es un acto médico, es un acto administrativo. Libremos a nuestros profesionales de los actos administrativos y burocráticos y dejemos que hagan todo el trabajo que tiene el valor, que sean actos médicos», ha reclamado.

Ley de Gestión Pública del SNS

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha avanzado que «esta misma semana» se van a dar «los primeros pasos normativos» de la Ley de Gestión Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS) con el fin de «sacar el ánimo de lucro» porque «se puede trabajar de la mano de la pública sin meter la mano en la caja de la pública».

«Queremos poner un cerrojo, poner pie en pared en uno de los ámbitos más susceptibles de las malas prácticas en la gestión sanitaria, ya que su objetivo es consagrar la supremacía de la gestión pública en nuestro Sistema Nacional de Salud. Una cosa es el negocio y otra cosa es el ánimo de lucro obsceno, el ansia mercantil y otra cosa es el empeño especulador con la salud», ha explicado.

En este sentido, la ministra ha insistido en que «hay dos terrenos» ya que, por un lado está la sanidad privada, a la que le pide «que lo haga bien y trate bien a sus pacientes» y, por otro, «la privatización obscena de la sanidad, que es la que detrae los recursos de la sanidad pública».

Esta Ley de Gestión Pública del Sistema Nacional de Salud tiene el objetivo de derogar la Ley 15/1997 y blindar la gestión pública directa en el sistema sanitario. Esta Ley de Gestión Pública de los Servicios Sanitarios es una de las cuatro grandes normas enmarcadas en el Plan Anual Normativo que el Gobierno central aprobó recientemente para el ejercicio de 2024.

En este aspecto, la ministra ya avanzó el pasado viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del SNS que la intención del Gobierno es «blindar, de alguna manera, el servicio sanitario, no a los conciertos y a las concesiones, si no al lucro, la corrupción y a los diferentes intereses que no tienen que ver con el artículo 43 de la Constitución, que es el de la protección de la salud».

En esta misma línea, ha avanzado que el Ministerio está trabajando en el desarrollo del Observatorio contra el fraude y la corrupción sanitaria que va a realizar, entre otras cosas, «tres tareas que son fundamentales».

En primer lugar, se trabajará en la elaboración de un «manual de prácticas de no hacer, como en la práctica clínica». «Siguiendo esta senda de la ruta del no hacer de la práctica clínica, vamos a elaborar esa guía de prácticas de no hacer en la contratación sanitaria. Si dentro de la Medicina tenemos un lema que se llama ante todo no hagas daño, también queremos materializarlo en el caso de los contratos, cerrar la puerta a esos contratos y a esas malas prácticas alrededor de la contratación pública que lo que hacen es detraer esos recursos que son tan necesarios para cuidar a nuestros pacientes», ha afirmado.

El segundo objetivo de este Observatorio es «crear un mapa de riesgos dentro del Sistema Nacional de Salud destinado a identificar todos aquellos puntos críticos donde se concentran el fraude y la corrupción sanitaria», siguiendo así los pasos de la red europea contra el fraude y la corrupción sanitaria a la que el Ministerio «se ha adscrito para poder formar parte de esa familia que vela por los intereses de los sistemas sanitarios».

Por último, García ha anunciado que se va a desarrollar un «intenso calendario de colaboración con todos aquellos órganos, organismos e instituciones que han atribuido el ordenamiento de funciones de vigilancia en la contratación», como la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (OIReScon), la Agencia Antifraude y «todas aquellas organizaciones que se dedican a fiscalizar y a regular que el dinero vaya donde tiene que ir».

«Hay quienes parecen tenerle miedo a las investigaciones. Nosotras, como Gobierno de España, estamos orgullosas no solo de no tenerle miedo a las investigaciones, sino de desear que haya todas las investigaciones posibles, que se evalúe y se investigue hasta el último euro que debería haber ido destinado a la Sanidad, porque es ahí donde nos estamos jugando la confianza en nuestras instituciones, es ahí donde nos estamos jugando la confianza en nuestro sistema sanitario, es ahí donde nos estamos jugando la confianza en nuestra sociedad», ha sentenciado García.

“El Ministerio es un hueso duro de roer en pseudoterapias porque son «un peligro» para la salud”

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que el Ministerio de Sanidad es «un hueso duro de roer» en lo que a pseudoterapias se refiere porque «representan un peligro para la salud» y que, por ello, desde el Ministerio «van a seguir defendiendo con ahínco la evidencia científica».

«Nosotros somos un hueso duro de roer en lo que a pseudoterapias se refiere y ponemos la evidencia científica por delante y como faro de nuestras acciones legislativas y de nuestras acciones iniciativas dentro del Ministerio de Sanidad», ha declarado la ministra durante su intervención en el Desayuno Socio-Sanitario de Europa Press.

La Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT) y la formación política Iustitia Europa interpusieron una querella en el Tribunal Supremo contra la ministra de Sanidad por supuestos delitos de odio y de injurias por afirmar, tras conocer el tratamiento antiedad realizado por el presentador Pablo Motos, que «las pseudoterapias solo tienen efectos en el bolsillo, en el mejor de los casos» y que «la falta de evidencia científica puede poner en riesgo la salud».

«Hace pocos días interpuso contra mí una querella en el Tribunal Supremo por decir lo evidente, por decir que las pseudoterapias son lo que son, pseudoterapias que representan un peligro para la salud y debo decir que es un orgullo que desde este Ministerio de Sanidad vamos a seguir defendiendo con ahínco la evidencia científica y vamos a seguir trabajando de la mano de nuestros científicos y de la ciencia por muchas demandas que nos interpongan», ha señalado García.

Actualmente el Ministerio de Sanidad espera la «publicación próxima» de 16 nuevos informes de evaluación de la evidencia científica de posibles Pseudoterapias, y el objetivo es haber analizado todas las técnicas y procedimientos para tener el Plan en el ejercicio 2024-2025. El Plan fue anunciado en noviembre de 2018 por la entonces ministra de Sanidad María Luisa Carcedo.

Hasta la fecha se han publicado 13 informes de evaluación, que se suman a las 73 terapias calificadas desde un inicio como pseudoterapias al no contar con evidencia científica de ningún tipo. A esto se suman los 16 que, según informa el Ministerio de Sanidad a OCU, están listos pero pendientes de publicación. «Hay informes pendientes también con el Ministerio de Ciencia», ha concluido García.

FUENTE: medicosypacientes.com

 


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