El representante permanente de España en la Unión Europea, Francisco Sevilla, participó en el seminario 1 de la Escuela de la Profesión Médica el pasado 23 de septiembre, en Santander. Su ponencia trató sobre la Unión Europea frente a la pandemia y formó parte de la sesión dedicada a debatir sobre la reconstrucción sanitaria y profesional tras la pandemia.

Las ponencias iniciales de la Escuela de la Profesión Médica, celebrada los días 23 y 24 de septiembre en el Palacio de la Magdalena, en Santander, estuvieron dedicadas a la pandemia, tanto a hacer balance desde los Colegios de Médicos de España y los retos de cara al futuro como a analizar el papel de la Unión Europea frente a la COVID19.

El seminario contó con la participación de Francisco Sevilla, representante permanente de España en la Unión Europea, quien trasladó sus reflexiones en relación a este tema.

En palabras de Sevilla, “si algo ha funcionado en la Unión Europea durante la pandemia ha sido la profesionalidad y el desempeño de los sanitarios. Los que formamos parte de la profesión nunca hemos dudado del compromiso y la capacidad de darlo todo”.


El representante nacional en Europa partió de la base de que, en diciembre de 2019, cuando comenzaban a llegar noticias de la COVID-19 desde Wuhan, epicentro de la pandemia, “la Unión Europea confiaba plenamente en las estructuras desarrolladas para proteger la salud de los ciudadano” y que “dos meses después, la realidad evidenciaba que no estaba en lo cierto y que los pilares básicos de la Unión Europea: el mercado interior y las cuatro libertades de circulación –personas, bienes, servicios y capitales- difícilmente podrían resistir la pandemia”. Sevilla añadió que “a pesar de ello, la Unión Europea aguantó y fue capaz, con las estructuras existentes, de empezar a dar respuesta en pocas semanas a la grave crisis sanitaria, económica y social de la COVID19”.

Para ello, Sevilla explicó que “el IPCR es un órgano del Consejo Europeo encargado de la gestión de crisis de la Unión Europea, diseñado para apoyar la toma de decisiones políticas al más alto nivel en las crisis graves y complejas. Antes de la pandemia, había sido activado solo una vez: en octubre de 2015 para responder a la crisis migratoria”.

Para la gestión de la crisis, en palabras de Sevilla, “este mecanismo se activó el 28 de enero y en modo pleno el 2 de marzo. Desde entonces, se reúne al menos una vez por semana, comparte la información disponible suministradas por los diferentes órganos, prepara las decisiones que adoptará el Comité de Representantes Permanentes y genera la información para el seguimiento que el Consejo Europeo realiza de la crisis en temas como la movilidad, las recomendaciones de viajes, las estrategias para la realización de test o los intercambios de vacunas”.

Tal y como indicó Sevilla, “la Unión Europea dio sus primeras respuestas operativas a la pandemia en la primera quincena de marzo de 2020” y serán los análisis que se realicen los que determinen si hay márgenes de mejora en la rapidez de acción.

“La Comisión Europea presentaba el 11 de noviembre de 2020 un paquete legislativo como respuesta inicial a las primeras lecciones aprendidas de la pandemia”, indicó Sevilla, quien desgranó que “el paquete incluye tres propuestas reglamento sobre amenazas sanitarias transfronterizas, refuerzo del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades y mejorar su capacidad de vigilancia, control y capacidad de respuesta; refuerzo de la Agencia Europa del Medicamento, para dotarla de la base legal para la gestión del desabastecimiento de medicamentos y productos sanitarios, así como el anuncio de una nueva entidad, HERA (Health Emergency Preparedness and Response Authority)”.

Según la información facilitada por Sevilla, uno de los conceptos incorporados para la lucha contra la pandemia fueron las “green lanes”, los corredores verdes, derivado de la crisis generada por las restricciones en la libertad de movimiento en la Unión Europea, situación que requería de una respuesta inmediata. “Las restricciones a las exportaciones fueron levantadas en pocos días y hubo un acuerdo para garantizar el suministro de bienes y productos”.

Entre las actuaciones para garantizar los suministros, Sevilla destacó “la estrategia de vacunas presentada por la Comisión el 16 de junio de 2020 tras la iniciativa promovida por la llamada alianza por las vacunas (integrada por Alemania, Francia, Italia y Países Bajos) y abierta a todos los estados miembros. La estrategia ha permitido que la Unión Europea pueda disponer de 4600 millones de dosis, de ellas, 3600 vacunas ya comercializadas y en uso, y habilitado para alcanzar el hito de un 70 por ciento de la población adulta de la Unión Europea vacunada a finales del verano del año 2021”.

Entre las lecciones que la COVID19 nos ha dejado para el futuro, Sevilla manifestó que “la Unión Europea no estaba preparada para una crisis como la que aún vivimos”, al tiempo que señaló que “ha acabado gestionando bien los grandes retos de la pandemia: la movilidad se ha recuperado, primero en bienes y servicios y, después, la de personas”.

En cuanto al impacto económico, explicó que “se ha amortiguado con medidas como la activación de la cláusula de escape de los criterios de convergencia para permitir las ayudas a los sistemas sanitarios, las empresas y las personas, o la activación de fondos como el Emergency Support Instrument o el Fondo Europeo de Inversiones, que han permitido disponer de equipos y productos esenciales o el Fondo Europeo de Solidaridad para afrontar las medidas de Salud Pública necesarias para confrontar la pandemia”. Igualmente, habló de “la aprobación de los escenarios financieros 2021-2027 y el Fondo Next Generation EU, que conforman el plan de recuperación que puede ser la gran oportunidad para transformar la economía de la Unión Europea”.

Para la protección de la salud en el contexto europeo, Sevilla subrayó que “en los esfuerzos para garantizar los suministros deben diferenciarse las compras que permitan disponer de depósitos suficientes para afrontar futuras necesidades, tanto de medicamentos como de productos sanitarios o equipos de protección individual; las compras destinadas a garantizar el aprovisionamiento de un producto que pueda estar disponible en un futuro, como los advanced purchasing agreements de la estrategia de vacunas; y las compras en plena crisis para suministrar los productos esenciales de primera necesidad, deficitarios y no disponibles”. En relación a las compras conjuntas, Sevilla explicó que “lo habitual es que la Comisión compre en nombre de los estados miembros, es decir, que negocie los contratos y una vez cerrados, estos son asumidos por los estados, que pueden tener opción de desvincularse del compromiso adquirido”, justificando las compras conjuntas por el poder que otorga la Unión Europea frente a una compra en la que actuasen los 27 estados de forma individual.

De cara al futuro y tras la gravedad de la crisis actual, Sevilla apostó por “hacer cambios para reforzar las estructuras existentes”. También en referencia a los servicios sanitarios, incluyendo la atención farmacéutica. Sevilla aseguró que “el momento ha llegado y no se puede perder la oportunidad de definir el futuro para el mejor interés de los ciudadanos. Un futuro que lleve emparejada la capacidad de hacer, de tomar decisiones, de financiarlas sin dejar a nadie atrás y de dar cuenta de manera periódica ante los ciudadanos”.

“Hacer propuestas ambiciosas tensionando la realidad es lo que permite avanzar. Hacer propuestas ignorando la realidad solo conduce a la melancolía, en el mejor de los escenarios”, concluyó.

FUENTE: medicosypacientes.com


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