La pandemia de la Covid-19 ha impulsado la telemedicina como una alternativa de comunicación entre médicos y pacientes. El contexto actual ha propiciado esta apuesta por la innovación y esta herramienta ha adquirido especial importancia durante la crisis sanitaria por la limitación de las visitas a los centros sanitarios. Sin embargo, España todavía no tiene una norma que la regule. El seminario ‘Transformación digital de la Sanidad y los servicios asistenciales’, organizado por la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) analizó este nuevo escenario que afecta a profesionales y pacientes en una sesión que contó con cerca de 300 inscritos.

En esta cita, que fue presentada por la Dra. Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y que estuvo moderada por el Dr. Enrique Castellón Leal, vicepresidente 1º del Colegio de Médicos de A Coruña, participaron el Dr. Julio Mayol Martínez, director médico del Hospital Clínico San Carlos; Francisco José Sánchez Laguna- responsable del Servicio de Coordinación de Sistemas de Información en el SAS; Ofelia de Lorenzo y Aparici, vicepresidenta de la Asociación Española de Derecho Sanitario; el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Comisión Central de Deontología del CGCOM y Antonio Fernandez Pro, presidente de SEMG. Este espacio formativo estaba acreditado con créditos SEAFORMEC - UEMS.


La Dr. Rosa Arroyo explicó que “asistimos a una ineludible transformación o adaptación de la sociedad a la no presencialidad, en todos los aspectos de la nueva normalidad, y eso incluye el ejercicio de la Medicina”.

Aseguró que las TICs han producido grandes avances en salud: la medicina personalizada, la explotación de datos, la transferencia del conocimiento, y está pendiente evaluar si en los escenarios donde se ha dispuesto de sistemas de información sanitarios  más desarrollados se ha producido “mejor respuesta a la pandemia COVID19, o se obtendrán mejores resultados en el futuro en la vigilancia de la salud pública y la actividad asistencial”.

La Dra. Arroyo subrayó que “las ayudas desde la UE en materia de salud estarán más vinculadas a proyectos de transformación que a otras acciones de reforzamiento del sistema sanitario, programas Horizonte Europa 2021-2027 en Investigación y UE4Health en salud pública”. Asimismo, incidió en que “por eso debemos seguir mejorando nuestro desempeño profesional adaptado al nuevo paradigma digital, para contribuir a la mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes y la seguridad del  proceso asistencial”.

Destacó la importancia de “reivindicar que en el desarrollo e implantación se tenga en cuenta a los profesionales, herramientas facilitadoras que mejoren la calidad de vida de los profesionales, considerando las necesidades de tiempo para la formación, las consecuencias legales respecto a la responsabilidad profesional derivada de las nuevas prácticas, y el posicionamiento deontológico”.

El Dr. Enrique Castellón Leal, moderador del debate, hizo hincapié en que “la telemedicina existía, pero la pandemia la ha acelerado, porque antes se iba más lento por la resistencia al cambio organizativo”. Insistió en que el sistema debe ser evaluado y en que es preciso “un cambio cultural en los pacientes, teniendo en cuenta que parte de la sociedad necesita apoyo técnico y económico, porque las variaciones deben ser efectivas y equitativas”.

Dr. Mayol: “La telemedicina es  una manera de suprimir prácticas que no generan valor”

El Dr. Julio Mayol Martínez señaló que la OMS define telemedicina como "la prestación de servicios de salud (en los que la distancia es un factor determinante) por parte de profesionales sanitarios, a través de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para el intercambio de información válida para el diagnóstico, el tratamiento, la prevención de enfermedades, la investigación y la evaluación y para la formación continuada de profesionales sanitarios, todo ello, con el objetivo final de mejorar la salud de la población y de las comunidades”.

Recordó que durante la pandemia se viene utilizando “para disminuir el riesgo para los profesionales, los pacientes y sus familias, la población en general y para mantener la equidad de acceso al sistema sanitario”. Recalcó que “hay que quitar aquello que no tiene valor y ayudar a prevenir la enfermedad”, y aseguró que esta herramienta “evita que se pierda el tiempo en una asistencia que no genera valor”. Asimismo, resaltó que “es imprescindible generar confianza, simetría y reciprocidad en la relación con el paciente y para ello hay que cambiar la cultura, para lo que se necesita la tecnología y no se puede ir hacia atrás, y analizar las herramientas necesarias para pacientes y sociedad”.

Dr. Sánchez Laguna: “Hemos integrado un sistema de videoconsulta segura entre profesionales y pacientes”

Dr. Francisco José Sánchez Laguna detalló los sistemas que son utilizados en el SAS para aplicar la telemedicina.  “Tenemos un sistema de consulta virtual entre profesionales, integrado con la historia clínica electrónica y que permite interconsultas (con formularios estructurados, si fuera necesario) sin necesidad de que el paciente tenga que desplazarse”, comentó.

Además, “contamos con un sistema de mensajería y seguimiento con los pacientes integrado también con la historia clínica. Se llama ClicSalud+ y es la historia clínica personal de los ciudadanos, donde pueden ver su información clínica y comunicarse con sus profesionales sanitarios de manera segura”.

Y esgrimió que “también tenemos un sistema para el envío y recepción seguras de ficheros entre profesionales y pacientes. De esta forma los profesionales pueden enviar documentación que los pacientes pueden necesitar (resultados analíticos, partes de baja laboral, etc...) y pueden también solicitar ficheros a los pacientes (por ejemplo, fotos de lesiones sobre las que quieren consultar). En esta plataforma se está integrando también un sistema de videoconsulta segura entre profesionales y pacientes”.

Ofelia De Lorenzo: “La asistencia médica ofrecida mediante las nuevas tecnologías es un verdadero acto médico”

Ofelia de Lorenzo y Aparici comentó que “la regulación de la telemedicina en España se debe efectuar con respeto e íntima relación tanto con el Código de Deontología Médica como las normas que regulan la profesión médica”.

Recordó que el pasado 10 de junio, la Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) realizó un informe en el que recogía consideraciones éticas y deontológicas en relación con la telemedicina en el acto médico, el cual debiera tomarse como hoja de ruta para una futura regulación.

La letrada explicó que “la asistencia médica ofrecida mediante las nuevas tecnologías o sistemas de comunicación se concibe como un verdadero acto médico que completa la atención presencial del médico”. Añadió que la telemedicina puede sustituir y otras veces completar el acto médico presencial porque este no sea posible, aconsejable o porque la ponderación del beneficio/riesgo para el paciente así lo sugiera. En cualquier caso, la opción de usar esta herramienta deberá ser consensuada con el paciente.

En cuanto a la introducción de los nuevos modelos de consulta en la gestión médica y telemedicina, se deberán desarrollar medidas necesarias para la instauración de sistemas médicos telemáticos que aseguren la privacidad de la comunicación y establecer marcos adecuados de colaboración entre todos los profesionales del centro y/o servicio.

Ofelia De Lorenzo comentó que “el uso de medios telemáticos es conforme a la Deontología Médica, siempre que haya voluntad y consentimiento del paciente, familiar responsable o tutor legal del que debe quedar constancia en la historia clínica” e hizo hincapié en que “siempre ha de ser clara y fehaciente la identificación de quienes intervienen en la comunicación.

Puso de manifiesto que “el médico debe tener conocimiento directo de la historia clínica del paciente o bien acceso a la misma en el momento de la atención médica. Se debe hacer constar por escrito en la historia clínica el medio de teleasistencia por el que se ha realizado la consulta, así como el tratamiento médico pautado y recomendaciones dadas”.

Dr. Rodríguez Sendín: “La telemedicina requiere siempre un uso adecuado y apropiado en cada caso y situación”

El Dr. Juan José Rodríguez Sendín expresó que la telemedicina “ha pasado de mal menor a ser un avance de gran relevancia y requiere siempre un uso adecuado y apropiado en cada caso y situación”.

Destacó que “la relación médico-paciente acomodará los modelos de relación, pero perdurará o incluso será más imprescindible la confianza entre sufriente y sanador” y puso en valor que “esta herramienta no sustituye lo necesario, sino que lo complementa, porque hay que aprovechar ventajas técnicas y resolutivas, evitar riesgos y desplazamientos a los pacientes, mayor proximidad con el enfermo, considerar la relación beneficio/riesgo y es una exigencia ética adaptar la actividad clínica y mejorar la gestión global y de RRHH”.

El Dr. Rodríguez Sendín comentó que la telemedicina tiene que tener como objetivo el beneficio del paciente y “para ello hay que tener prudencia, porque es un acto médico que aporta eficacia y valor añadido, llegando a completar el acto médico presencial o sustituir algunos, por medio de una ponderación del beneficio/riesgo”.

Concluyó que “lo que rigen son los preceptos del Código de Deontología acerca de la relación médico-paciente, la defensa de los derechos y la seguridad del paciente, así como el respeto a los profesionales sanitarios”. Por tanto, subrayó que “el médico debe ser consciente de la trascendencia de sus decisiones y actos y de los daños directos e indirectos que puede generar y por los que habrá que responder deontológica y legalmente”.

Dr. Fernández-Pro: “La “brecha económica” y la “digital” marcan una serie de condicionantes de acceso a esta nueva forma de hacer Medicina”

Por último, Antonio Fernandez-Pro explicó que “en los tiempos que corren no cabe ninguna duda que una de las grandes ventajas de esta modalidad, y por qué se ha implantado de una manera tan rápida, ha sido la disminución del riesgo de contagio de pacientes y profesionales al evitar el contacto directo. Y añadió que “la reducción de la presión asistencial en las consultas sin una pérdida de calidad de las mismas es uno de los valores en alza de la telemedicina”.

Como sombras que restan aspectos positivos a este modelo, citó la equidad de acceso, “ya que no podemos olvidar que estamos en una sociedad en la que la “brecha económica” por un lado y la “digital” por otra, marcan claramente una serie de condicionantes de acceso a esta nueva forma de hacer Medicina”.

Por otra parte, “la salvaguarda de la confidencialidad de las historias clínicas y los datos clínicos del paciente, y que la humanización sea en un entorno virtual, son asignaturas que hay que aprobar para imponer este nuevo sistema y que los pacientes se encuentren en un entorno seguro en lo que respecta a la intimidad”.

FUENTE: medicosypacientes.com