Las medidas de restricción contra la COVID están asociadas con una salud mental ligeramente peor y evaluaciones de vida más bajas, según dos nuevos estudios que revisan datos de 15 países entre abril de 2020 y junio de 2021, publicados en la revista 'The Lancet Public Health', que han revelado que la población de los países que intentaron controlar la transmisión estan más afectados por el COVID-19 que la de las personas de países que intentaron suprimir la transmisión.

El primer estudio indica que el tipo y el momento de la restricción pandémica juegan un factor en la determinación de los impactos en la salud mental mientras que el segundo sugiere que diferentes grupos los sienten de manera desproporcionada.
 
Los estudios señalan que los impactos en la salud mental asociados con los encierros fueron peores para las mujeres y las mujeres que vivían en hogares con niños dependientes en comparación con los hombres de todas las edades. A nivel nacional, los países que intentaron eliminar la transmisión comunitaria de COVID-19 dentro de sus fronteras (eliminadores) experimentaron menos muertes y tendencias de salud mental equivalentes o mejores durante la pandemia que los países que intentaron controlar en lugar de eliminar la transmisión (mitigadores).

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) ha presentado al Ministerio de Sanidad su propuesta de desarrollo profesional (DP) y recertificación de los médicos. Se trata de un documento de principios básicos propone llevar a cabo el proceso cada seis años basado en «indicios que corroboren» las competencias y la formación médica continuada acreditada del profesional.

Según el presidente del Cgcom, el Dr. Tomás Cobo, «deben buscarse fórmulas que permitan, de forma sencilla, valorar y cuantificar los esfuerzos que todos los profesionales de las ciencias de la salud realizan para mantener actualizada su competencia y mostrarla a la ciudadanía», así se refería a ambos procesos, la acreditación del desarrollo profesional y la recertificación, en una entrevista publicada por Médicos y Pacientes, canal de comunicación del Cgcom. Principalmente, los médicos necesitan «que no le compliquen la vida más de lo complicada que ya la tiene», afirma el Dr. Cobo.

Con la publicación de este documento de principios básicos sobre ambos procedimientos, la organización quiere «poner blanco sobre negro la posición colegial» al respecto. Un documento que servirá para las reuniones a las que el Ministerio de Sanidad ha emplazado al Cgcom y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), tras comprometerse, el pasado mes de enero, a «trabajar de forma conjunta» para impulsar la recertificación profesional.

El Dr. Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, ha participado hoy en la rueda de prensa con motivo del Día de la Atención Primaria, donde ha puesto de manifiesto la complicada situación que viene este nivel asistencial en nuestro país, así como la necesidad de implementar medidas para que no se rompa el sistema.

En su opinión, y haciendo referencia a la delicada situación de la Atención Primaria, ha señalado la existencia de “tres quiebras” en el Sistema Nacional de Salud: la precariedad profesional, el salario de los sanitarios, notablemente inferior respecto al de los compañeros europeos y la falta de tiempo para llevar a cabo una formación médica continuada adecuada. “No es que no haya producción de formación médica continuada, el problema es que no tenemos tiempo”, ha afirmado.
 
Sin embargo, según ha explicado el representante de los médicos españoles, la debilidad que impacta de manera más directa sobre la atención primaria es la precariedad: “En una especialidad que tiene el nombre de ‘Medicina Familiar y Comunitaria’, y con contratos de 48, 24 y 17 horas, es absolutamente imposible que pueda conocer a la familia con ese tiempo disponible, así como a la comunidad”.

Un nuevo tráiler cargado de materiales y productos sanitarios está de camino a la frontera de Polonia con Ucrania gracias a la donación de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria en colaboración con el Colegio de Médicos de Cantabria y la Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (FCOMCI).

Este es el tercer tráiler que la profesión médica fleta con ayuda humanitaria para Ucrania a través de la ONG Doctors for Doctors. En esta ocasión elmaterial, donado por el Gobierno cántabro, está compuesto por 36 camas articuladas eléctricas y 50 somieres con sus respectivos colchones para la atención médica en centros de emergencia u hospitales de campaña.

Este tráiler, fruto de la solidaridad de la profesión médica, se suma el enviado a finales de marzo desde Segovia y a primeros de abril desde la Comunidad Valenciana para recoger material donado que los médicos de Ucrania están pidiendo al resto de compañeros de Europa.

COOKIES

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación.