Dos años después de la infección por COVID-19, la mitad de los pacientes que ingresaron en el hospital siguen teniendo al menos un síntoma, según el estudio de seguimiento más largo realizado hasta la fecha, publicado en 'The Lancet Respiratory Medicine'. El estudio hizo un seguimiento de 1.192 participantes en China infectados por el SARS-CoV-2 durante la primera fase de la pandemia en 2020.

Aunque la salud física y mental mejoró en general con el paso del tiempo, el análisis sugiere que los pacientes de COVID-19 siguen teniendo peor salud y calidad de vida que la población general. Este es especialmente el caso de los participantes con COVID larga, que suelen seguir teniendo al menos un síntoma, como fatiga, falta de aire y dificultades para dormir, dos años después de haber enfermado inicialmente.
 
Las repercusiones de la COVID-19 en la salud a largo plazo siguen siendo en gran medida desconocidas, ya que los estudios de seguimiento más largos realizados hasta la fecha han durado aproximadamente un año. La falta de datos de referencia sobre el estado de salud antes de la COVID-19 y de comparaciones con la población general en la mayoría de los estudios también ha dificultado la determinación del grado de recuperación de los pacientes con COVID-19.

La Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE) presentó a las instituciones europeas un documento con 49 objetivos articulados a través de 320 medidas, y de estos objetivos destaca su petición de una concepción más integradora de la salud en los 27, con especial atención a la salud mental.

Así lo recoge el informe final de la CoFoE, que concluyó este lunes con un solemne acto en Estrasburgo, después de que las 49 propuestas fueran entregadas a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE.
 
El documento final recoge como 9º objetivo “una concepción más integradora de la salud”, que reclama “adoptar un enfoque amplio de la salud”, que aborde, además de las enfermedades y los tratamientos, “la alfabetización y la prevención en materia sanitaria”, además de promover “una comprensión común de los retos" a los que se enfrentan las personas enfermas o con discapacidad.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado que el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha aprobado el Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024, en coordinación con la Estrategia de Salud Mental del SNS.

Este plan será cofinanciado entre las CCAA y el Ministerio de Sanidad y cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros, a través de los Presupuestos Generales del Estado, durante los años 2022, 2023 y 2024.

Esta información la ha transmitido en el encuentro con los medios de comunicación mantenida en el Complejo de La Moncloa tras la celebración del pleno extraordinario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) celebrado telemáticamente.        

Además, Carolina Darias ha valorado la acogida del 024, la Línea de Atención a la Conducta Suicida que está en marcha desde este martes. En las primeras 24 horas de funcionamiento, de las llamadas recibidas más de 1.000 llamadas han tenido escucha activa por parte de las personas expertas que atienden la línea. Además, se han producido derivaciones al 112 en varias comunidades al tratarse de situaciones de alto riesgo.

El pleno del Senado ha aprobado este martes una proposición de ley, impulsada por el Grupo Parlamentario Democrático, para mejorar la protección social y laboral de personas con una enfermedad grave o con un carcinoma.

En España se diagnosticaron 285.530 nuevos carcinomas en nuestro país, lo que supuso un aumento del 2,36 por ciento en relación con el año anterior. Los datos apuntan que esta enfermedad afecta en mayor medida a hombres que a mujeres, mientras que el tipo de cáncer diagnosticado más común es el de colon y recto.
 
Los ciudadanos que afrontan esta dura patología, tal y como ha detallado en la Cámara Alta el senador Miguel Sánchez López, en cualquiera de sus formas, pueden acabar afrontando numerosos problemas sociales, laborales y económicos como consecuencia del impacto de la propia enfermedad y tratamientos a los que deben someterse para acabar con ella.

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