En un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se señala que 5600 millones de personas –el 71% de la población mundial– están en estos momentos protegidas por al menos una política de prácticas óptimas, que contribuyen a salvar vidas de los efectos mortales del tabaco, esto es, cinco veces más que en 2007

En los últimos 15 años, desde que se introdujeran en todo el mundo las medidas MPOWER de control del tabaco propugnadas por la OMS, las tasas de tabaquismo han disminuido. Sin esta disminución, se estima que actualmente habría 300 millones más de fumadores en todo el mundo. 
 
Este Informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, que cuenta con el apoyo de Bloomberg Philanthropies, se centra en la protección de la población contra el humo de tabaco ajeno y señala que casi el 40% de los países ahora disponen de lugares públicos cerrados completamente sin humo.
 

El Ministerio de Sanidad recuerda la importancia de prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de la ciudadanía, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, como personas mayores, mujeres gestantes, menores y personas con enfermedades crónicas, así como en aquellos colectivos que desempeñan su trabajo o realizan esfuerzos al aire libre.

Con este objetivo, Sanidad mantiene activo el Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, que este año adelantó su entrada en vigor al 15 de mayo y seguirá en vigor hasta el próximo 30 de septiembre.

Los 194 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han reunido a lo largo de la pasada semana para examinar un número significativo de las más de 300 enmiendas propuestas al Reglamento Sanitario Internacional de la OMS de 2005 (RSI), de cara a mejorarlo para futuras emergencias sanitarias

En concreto, se han discutido las enmiendas propuestas relacionadas con temas como la notificación, verificación y suministro de información; la determinación de emergencia de salud pública de importancia internacional; el Comité de Emergencia, y las recomendaciones temporales y permanentes, entre otras cuestiones.
 
El RSI se adoptó originalmente para establecer enfoques acordados y obligaciones para que los países se preparen y respondan a brotes de enfermedades y otros eventos agudos de salud pública con riesgo de propagación internacional. El original se revisó tres veces: en 1969 (cuando se convirtió en Reglamento Sanitario Internacional), en 1981 y en 2005. El RSI, en su versión adoptada en 2005, se modificó dos veces: en 2014 y 2022 (las más importantes). Las enmiendas propuestas más recientes surgen en respuesta a los desafíos planteados por la pandemia de Covid-19.
 

El Instituto de Salud Carlos III ha advertido de un aumento en España de las infecciones de transmisión sexual (ITS), y avisa de que la tasa de infecciones por gonorrea por 100 000 habitantes ha aumentado más de un 19 por ciento entre 2010 y 2021.

Además de la gonorrea, la incidencia de la sífilis y clamidiasis también ha aumentado en España los últimos años. En el caso de la sífilis, ha crecido un 8 por ciento entre 2014 y 2021, y la infección por clamidia ha aumentado un 18 por ciento entre 2016 y 2021, según los datos de 2021 del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII.
 
Asimismo, el organismo ha informado de una mayor afectación en hombres que en mujeres para todas las infecciones de transmisión sexual, a excepción de la infección por 'C. trachomatis'. La mayoría de los casos se produjeron en adultos jóvenes, aunque se observan algunas diferencias según enfermedad.

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