El Consejo de Ministros ha aprobado realizar una inversión de cerca de 400 millones de euros para renovar más de 800 equipos de alta tecnología del Sistema Nacional de Salud (SNS), según ha informado en rueda de prensa la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.

Este presupuesto está dirigido a la modernización del sistema sanitario con el fin de facilitar que los últimos tratamientos se puedan realizar en los centros hospitalarios públicos de España y, así, reducir la obsolescencia en la que se encuentra actualmente el parque tecnológico del SNS.
 
Además, tal y como ha aseverado Montero, la renovación de estos equipos permitirá aumentar la supervivencia y calidad de vida de las personas que se puedan beneficiar de ellos como, por ejemplo, los pacientes oncológicos o aquellos que padecen una enfermedad rara, entre otros.
 
Finalmente, la también ministra de Hacienda ha informado de que la renovación comenzará en 2021 y continuará, con un presupuesto similar, en el año 2022 hasta renovar los más de 800 equipos de alta tecnología del sistema sanitario público.

FUENTE: medicosypacientes.com

El pasado viernes 18 de junio se celebró la sesión plenaria del Consejo Europeo de Órdenes Médicas (CEOM), en la que participó la delegación española representada por el Dr. José María Rodríguez, Secretario General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y el Dr. José Ramón Huerta, Coordinador del Área Internacional.

Durante esta reunión, el Dr. José Santos, presidente del CEOM, presentó las actividades y los objetivos de la corporación, además de la declaración del grupo de trabajo sobre la violencia contra los médicos y otros profesionales de la salud.
 
Asimismo, el Dr. Jean-François Rault, secretario general del CEOM, anunció las próximas elecciones de la Junta Directiva del CEOM, previstas para finales de 2021.
 
Por su parte, la delegación española expuso los principales datos del Registro de médicos afectados por la COVID-19, iniciativa puesta en marcha por la corporación médica española. Durante la exposición pusieron de manifiesto que el 39% de todos los afectados son especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, seguidos por el 7% de Medicina General. Otro dato relevante de este estudio es que el 57% de médicas afectadas son mujeres, mientras un 43%, son hombres. 

La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), entidad que representa la acción solidaria de todo el colectivo médico a nivel estatal, se suma a la celebración del Día Internacional de la Viudedad, recalcando su compromiso y protección a este el colectivo para el que destina ayudas económicas y a la que se suma, este año, un apoyo psicológico durante el proceso del duelo para los/as médicos/as que enviudan o para sus viudos/as cuando ellos/as fallecen.

“Aprovechamos la conmemoración de este Día para poner en relieve la situación de especial vulnerabilidad a la que se enfrenta el colectivo de viudos y viudas y a la realidad especialmente delicada que viven no sólo por las dificultades económicas que encuentran, si no a nivel emocional”, explica el Dr. Tomás Cobo, presidente de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC).

Es por ello que el Catálogo de Prestaciones de la FPSOMC contempla también una ayuda a la viudedad destinada a compensar la carencia de ingresos de la unidad familiar como consecuencia del fallecimiento del socio protector, médico o médica. Pueden beneficiarse de ella los viudos/as o parejas de hecho de socios protectores (médicos/as colegiados/as, personal de los Colegios o del CGCOM y las Fundaciones de la OMC; siendo la aportación de la FPSOMC de hasta 1.108,33 €/mes. En 2020 casi un centenar de personas recibieron esta ayuda de la Fundación.

Ante el anuncio por parte del Gobierno respecto a la no obligatoriedad de la mascarilla en espacios al aire libre a partir del sábado 26 de junio, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) llama a la prudencia y solicita al Ministerio de Sanidad regular de un modo concreto su todavía necesaria utilización con el fin de proteger la salud de las personas, una mayoría aún sin vacunar.

Sin lugar a duda, el uso generalizado de las mascarillas permitió que durante la pandemia pudiéramos seguir viajando en autobús, permanecer en nuestros centros de trabajo o acudir a los mercados y centros comerciales para continuar las indispensables actividades de la vida cotidiana. Su generalización representó un verdadero cambio de paradigma, al reducir las tasas de contagio de manera radical.

Con la llegada de la vacuna, se ha promovido inexplicablemente una euforia sobre el fin de la pandemia que se ha anticipado demasiados meses sobre la realidad objetiva que, a día de hoy, es de lenta y progresiva mejora en la incidencia, pero con amenazas reales como la emergencia de la variante delta y otras de importancia, que ensombrecen el futuro al que nos dirigimos, presumiblemente el de la endemización de la infección por el SARS-CoV-2.  Los retrocesos en el Reino Unido e Israel deberían servirnos de aviso.

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