Dra. Dª. Mercedes Prieto Matellán

Vocal de la Sección de Médicos de Atención Primaria
Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Zamora

La Vocalía de Atención Primaria Rural se volcó en los últimos mesesa a impulsar la iniciativa AP25, puesta en marcha en marzo de 2017, junto con la defensa del papel de la Medicina de Familia en la Troncalidad, según puso de manifiesto su representante nacional, Dr. Josep Fumadó, en el último pleno del CGCOM, celebrado recientemente en Valencia

La iniciativa AP25 parte de un Grupo en el seno de la Organización Médica Colegial, constituido por las Vocalías de Atención Primaria Rural, Urbana y Administraciones Públicas, que crea, ante la necesidad de una mejora de la Atención Primaria a nivel de todo el Estado. Para ello se elaboró el Documento AP2025 que se espera “sirva de referencia para los médicos de AP, administraciones sanitarias, sindicatos, sociedades científicas y para la sociedad en general, proponiendo un modelo de Atención Primaria pública, de calidad, universal, eficiente y sostenible”, según explicó el vocal nacional, Dr. Josep Fumadó.
 
Bajo este escenario, se celebraron diversas reuniones con los representantes de los principales Grupos políticos (PP, PSOE, Ciudadanos, y Unidos-Podemos). El objetivo fue “dar a conocer los principios básicos filosóficos de lo que debe ser la mejor Atención Primaria para los ciudadanos y para un Sistema Nacional de Salud eficiente y sostenible”, según señaló el representante nacional de A.P. Rural.

La informática en general y la HCE, en particular, han cambiado la manera de ejercer la Medicina, como constata el Dr. Hermenegildo Marcos, en ese post en el que recomienda aprovechar todo el potencial de esta herramienta, aunque eso sí, con cuidado de no perder la esencia de la profesión médica y manteniendo siempre al paciente como eje fundamental de nuestro quehacer diario

La evolución y lectura de las historias clínicas está ligada a la propia historia de la Medicina, como ya lo constató en su momento el insigne Laín Entralgo.
Desde que en el templo de Epidauro se depositaron las primeras lápidas votivas donde consta el nombre del enfermo y el mal que padece, y los Asclepíades hipocráticos consignaron por escrito, con precisión y orden, en las 42 historias clínicas que conocemos, su experiencia de médicos ante la enfermedad individual para enseñar a conducirse ordenadamente ante un paciente y para adiestrar a futuros lectores, hasta llegar a la actual Historia Clínica Electrónica (HCE) que todos conocemos.

Los médicos de “mediana edad” ejercíamos la Medicina en nuestro habitual “hábitat” hasta que un buen día no nos quedó más remedio que embarcarnos en el universo de la informática, directos hacia una tierra sin retorno, repleta de posibilidades pero también con muchos riesgos acechando. Muchos de mi generación la vieron, en un principio, como una herramienta extraña, antipática e impuesta, lo que generó un cierto rechazo a la misma. Sorprende, en cierto modo, cómo ha cambiado el panorama, hasta tal punto que la informática forma ya parte de las nuevas generaciones de médicos que han nacido, crecido y estudiado al lado de esta herramienta.

La informática en general y la HCE, en particular, han cambiado la manera de ejercer la Medicina y, como todo cambio, hemos de aprovecharlo, pero con cuidado de no perder la esencia de nuestra profesión y manteniendo al paciente como eje fundamental de nuestro quehacer diario.

La necesidad de una financiación adecuada, la dotación de plantillas suficientes, la mejora de las condiciones laborales y retributivas, la capacidad auto-organizativa real de los equipos, medidas tendentes a aumentar la capacidad resolutiva de la Atención Primaria y a mejorar la continuidad asistencial y la comunicación entre niveles, son algunos de los principales aspectos recogidos en las conclusiones preliminares de un Documento elaborado por el Grupo de Trabajo de Atención Primaria de la Organización Médica Colegial, presentado en el marco de la Jornada “Atención Primaria 2025” celebrada, recientemente, en la sede de la corporación.

Los médicos de A.P. consideran preciso un cambio del Sistema Nacional de Salud tendente a un modelo que garantice el abordaje con garantías de la cronicidad, la correcta aplicación en la práctica clínica y en la gestión clínica de las Tecnologías de la Información y Comunicación, la inclusión de la asignatura de Medicina Familiar y Comunitaria como obligatoria en todas la Facultades de Medicina, el Desarrollo Profesional Continuo y la Validación Periódica de la Colegiación como elemento primordial de garantía y seguridad en la atención a los pacientes, y servicios de apoyo al investigador. Todos estos aspectos forman parte también de las propuestas y reflexiones que contiene el documento.

Financiación y RR.HH. suficientes

Los médicos de A.P. demandan una financiación adecuada, suficiente y equitativa para hacer frente a los retos del primer nivel asistencial con eficiencia y garantía. En el documento se propone un avance del 0,1% sobre el PIB en el presupuesto sanitario público entre los años 2017 y 2025 y dentro de éste un avance del 0,3% anual en la participación de A.P. hasta llegar hasta el 17,3% del presupuesto sanitario público en 2025, que equivaldría al 1,19% del PIP.

Para mantener una atención sanitaria de calidad, además de financiación se reclaman plantillas suficientes para una asistencia sin demoras, puesto que los médicos de Atención Primaria vienen manifestando desde hace tiempo sentirse al límite.

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