El Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este martes la toma en consideración de la proposición de ley presentada por el Partido Popular para contar con un marco regulatorio específico que proteja a los profesionales sanitarios y refuerce su seguridad ante agresiones y situaciones de violencia.

El texto de la iniciativa, que ha defendido la diputada popular Elvira Velasco, proponía regular las medidas mínimas y básicas que debe implantar el empleador, público o privado, en los centros de trabajo, con el fin de “garantizar la seguridad y salud del personal sanitario” y de “prevenir y evitar el riesgo de sufrir daños por actos de violencia infligido por terceras personas”.

Además, proponía implantar sistemas de videovigilancia en pasillos, salas de espera y de admisión y dispositivos de alarma sonoros en consultas, así como la inclusión en la historia clínica del paciente de “sus antecedentes como sujeto activo de violencia sanitaria” y la creación de un Registro Nacional de actos de violencia en el ámbito sanitario por parte del Ministerio de Sanidad.

Estas y otras medidas buscaban poner fin a las situaciones violentas que vive el personal sanitario y que, tal y como ha recordado Velasco en su intervención, dejaron en 2023 un total de 14.657 notificaciones de agresiones; un 57 por ciento en Atención Primaria y un 43 por ciento en atención hospitalaria. “Datos que lamentablemente con respecto al informe del 2022 se han incrementado”, ha destacado la diputada.

La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) ha formado parte este jueves de una multitudinaria concentración frente al Ministerio de Sanidad a la que han acudido todos los sindicatos profesionales del territorio nacional y organizaciones representativas de la profesión médica para mostrar el rechazo unánime que ha generado el borrador de Estatuto Marco que ha difundido el Ministerio.

Bajo el lema “Por un estatuto propio de la profesión médica y facultativa”, un representante de los sindicatos convocantes ha leído un manifiesto en el que se ha defendido la necesidad de una norma que recoja las especiales condiciones laborales del colectivo. Así, señalaban que es “imperativo que se legisle en base a estas especiales condiciones de nuestro ejercicio” una regulación específica, donde figure “en primer término el reconocimiento a tener nuestro propio ámbito de negociación con las administraciones central y autonómica”, y en segundo lugar “el establecimiento de unos límites razonables de nuestras cargas de trabajo y a las situaciones de excepcionalidad, a unos descansos y compensaciones proporcionados a esta carga laboral y a unas retribuciones acordes a la responsabilidad y a la alta cualificación necesaria”.

Tras denunciar una “minoración constante y progresiva de los derechos de la profesión médica”, los sindicatos han reclamado una vez más un estatuto propio que recoja esas especiales características laborales; una mejor regulación de la jornada laboral que no les discrimine negativamente ni les fuerce a colgar la bata; un régimen de incompatibilidades que no les penalice ni retenga el talento a base de imposición, y una clasificación profesional coherente con los requisitos de formación y responsabilidad de la profesión.

El viernes 7 de marzo, el Observatorio de Género y Profesión de la Organización Médica Colegial (OMC) celebra la jornada ‘Mujer y profesión médica: empoderamiento y equidad, la doble perspectiva de género en la sanidad’. El evento podrá seguirse por YouTube o de manera presencial en la sede de la OMC (Plaza de las Cortes, 11, Madrid).

La inauguración de la ‘Jornada Mujer y profesión médica’ del Observatorio contará con la intervención de la Dra. María Isabel Moya García, vicepresidenta primera de la OMC; y un representante del Ministerio de Igualdad (pendiente de confirmación). El objetivo del encuentro es analizar la doble perspectiva de género en la sanidad, tanto desde el punto de vista de las mujeres como profesionales como desde su condición de pacientes.

A continuación, tendrá lugar la mesa redonda ‘Mujeres en la Sanidad: retos y oportunidades y doble perspectiva de género en la asistencia sanitaria”, moderada por la Dra. Virginia Izura Azanza, vicesecretaria de la OMC. En ella participarán expertas de referencia en el sector.

El recrudecimiento reciente de la violencia en el este de la República Democrática del Congo ha ocasionado importantes pérdidas de vidas humanas, traumatismos, desplazamientos y la destrucción de infraestructuras de salud críticas, agravando la ya de por sí grave situación de millones de personas.

La situación sigue siendo tensa e imprevisible, y las necesidades en materia de salud son inmensas. La OMS sigue estando presente sobre el terreno, y ha seguido respondiendo a las necesidades de salud proporcionando suministros médicos que pueden salvar vidas, brindando apoyo a los trabajadores de la salud y coordinando la respuesta de emergencia.

Los hospitales y las morgues están desbordados. Desde el 26 de enero, se han notificado 3082 heridos y 843 muertos en 31 establecimientos de salud de Goma y sus alrededores (Kivu del Norte).

Y, debido al aumento alarmante de la violencia más al sur, se notificaron 65 heridos en tres hospitales de Kivu del Sur.

Con toda probabilidad, estas cifras seguirán aumentando a medida que vayan llegando más heridos a los establecimientos de salud y que se vayan retirando más cadáveres de las calles. Las infecciones de las heridas suponen un riesgo para aquellas personas que no hayan podido llegar rápidamente a los establecimientos de salud, en los que se están agotando los suministros necesarios para la limpieza y la desinfección.

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