La Sociedad Española de Cardiología (SEC) acaba de resolver la convocatoria del proyecto ECAM-SEC, por el que otorga un millón de euros para la realización de un ensayo clínico aleatorizado multicéntrico relacionado con la salud cardiovascular, que responda a interrogantes de relevancia científica y asistencial.

El proyecto que ha resultado ganador de la convocatoria está liderado por el doctor Fernando Alfonso, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, y su objetivo es evaluar cuál es la mejor opción de tratamiento para la disección coronaria espontánea (DCE), una causa de infarto de miocardio distinta de la aterosclerosis.
 
La disección espontánea de la arteria coronaria es una emergencia poco común que ocurre cuando se forma un desgarro en un vaso sanguíneo del corazón y que está reconocida cada vez más como causa del síndrome coronario agudo (SCA). "Afecta especialmente a mujeres jóvenes o de mediana edad y no se debe a la presencia de aterosclerosis, sino a la aparición de una rotura o separación espontánea de causa desconocida de las propias capas que forman la pared coronaria", explica Alfonso.

Las causas más comunes son los accidentes laborales y, las intervenciones más frecuentes, reimplantes digitales, sobre todo, del pulgar.

Un accidente en el lugar de trabajo, un siniestro en carretera o ser víctima de un delito violento son algunas de las causas que llevan a cientos de pacientes cada año en España a sufrir una amputación tener que recurrir a una intervención de reimplante de miembros o revascularización, una intervención para restablecer el flujo sanguíneo en lesiones con vasos cortados.
 
También hay amputaciones provocadas por otras causas, como quemaduras, otros accidentes o tumores, que, en ocasiones excepcionales, son tratadas con trasplantes de tejidos compuestos, un campo en el que España tiene una importante experiencia. Ante la próxima celebración del Día Nacional del Trasplante, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), recuerda que, además de ser una potencia en donación y trasplantes de órganos, España cuenta con cirujanos plásticos de prestigio internacional en el campo de los trasplantes de tejidos y reimplantes.
 
La Dra. Elena Ruiz es especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Hospital Universitario de Burgos, que está acreditado por el Ministerio de Sanidad como CSUR (Centros, Servicios y Unidades de Referencia) en Reimplantes y Mano Catastrófica. En su unidad llevan a cabo “alrededor de 50 o 60 reimplantes y revascularizaciones al año”, por lo que calcula que en España se realizan más de 250 de estas intervenciones.

Los doctores Salvador Márquez, Gemma Ramírez y M.ª Teresa Camps colgaron su bata hace años, pero no su vocación de ser médicos. Ellos tres forman parte de los 25 médicos jubilados voluntarios de Málaga, que, durante la pandemia de Covid-19, han realizado labores de rastreo de casos y atendido a pacientes en el servicio ‘Salud Responde” por teléfono. “Ayudar en situaciones críticas va unido con ser médico, algo que nunca se deja de ser”, aseguran.

“Médicos y Pacientes” entrevista a estos tres doctores colegiados en Málaga, cuyo Colegio de Médicos organizó una bolsa de médicos jubilados voluntarios y la puso a disposición del Servicio Andaluz de Salud (SAS), y en la que han demostrado la vocación y el compromiso inquebrantable de una profesión que llevan en el ADN incluso después de jubilarse.

Dra. Gemma Ramírez: “Volver a trabajar con mis compañeros ha sido como volver a la juventud y a nuestros inicios en la carrera”

La Dra. Gemma Ramírez, especialista en Hematología, ejercía en el Hospital Clínico de Málaga y en el Quirón Salud en Málaga hasta que se jubiló de la medicina pública hace 6 años y de la privada hace unos meses, aunque colabora en el Servicio con protocolos o ensayos.

En dicho estudio, vinculado al Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), se incluyeron datos de 4.393 pacientes, de los cuales 419 eran profesionales sanitarios y 3.974 trabajadores no sanitarios.

Un estudio de cohorte observacional basado en datos del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha analizado de forma comparativa el pronóstico y riesgo de muerte de los trabajadores sanitarios (HCW) y no sanitarios (NHCW) hospitalizados en España por COVID-19 con el objetivo de determinar si los primeros (HCW) tenían un peor pronóstico o mayor riesgo de muerte que lo segundos (NHCW) y si trabajar en el ámbito de la salud implicaba o no tasas más altas de complicaciones y mortalidad en COVID-19. En España, el 20,4% de los casos confirmados de COVID-19 se produjo en profesionales sanitarios.
 
Los resultados de dicho estudio, que firman 25 médicos internistas en un artículo científico que acaba de publicar la Revista Científica PLOS ONE bajo el título “Healthcare workers hospitalized due to COVID-19 have no higher risk of death than general population. Data from the Spanish SEMI-COVID-19 Registry”, sugieren que “la exposición profesional a la COVID-19 en profesionales sanitarios no conlleva más gravedad clínica ni mortalidad”. Además también revelan que los trabajadores sanitarios hospitalizados en contexto de infección por SARS-CoV-2 presentaban “menos comorbilidades, síntomas más leves y un mejor pronóstico” que los trabajadores no sanitarios.

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