El Ministerio de Sanidad (MSSSI) hizo ayer públicos los listados definitivos de admitidos y no admitidos a la próxima convocatoria 2017-18 de pruebas de acceso a la formación especializada que se celebrarán el próximo 10 de febrero

A través de su WEB se pueden consultar los listados definitivos de admitidos y no admitidos a la próxima convocatoria 2017-18 de pruebas de acceso a la formación especializada para la titulación de Medicina, además de las de Biología, Enfermería, Farmacia, Medicina, Psicología, Química y Radiofísica. El examen se desarrolla simultáneamente el mismo día y a la misma hora para todas las categorías, por lo que solamente es posible ser admitido a examen para una de ellas.

En el caso de Medicina, y a la espera de que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ofrezca datos oficiales, habrían sido admitidos del orden de los 14.450, 1.013 más que en la edición del pasado año cuya cifra ascendió a 13.437. Para esta edición, la oferta lanzada por el MSSSI asciende a un total de 6.526 plazas para médicos residentes (MIR), 198 más que el pasado año, lo que equivale a un incremento de un 3,2% con respecto a 2016.

Los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) son sustancialmente menos activos que la población sana. Esto se debe a la limitación progresiva del flujo aéreo, la alteración en el intercambio de gases, la disfunción del músculo esquelético, la presencia de comorbilidades y el empeoramiento del comportamiento para mantener un estilo de vida saludable. Sin embargo, mantener una cantidad suficiente de actividad física es fundamental para el pronóstico, la calidad de vida y la mortalidad en estos pacientes

Así, las estrategias de cambio de comportamiento y la aplicación de intervenciones para aumentar la actividad física se han incluido recientemente como punto importante y complementario en el tratamiento de los pacientes con EPOC.

Hasta el momento, el estudio de los determinantes de la actividad física en pacientes con EPOC se ha limitado a factores individuales, principalmente en las áreas clínicas, fisiológicas y biológicas. Esto contrasta con los modelos socio-ecológicos más actuales que guían la mayoría de las investigaciones en la población general y en pacientes con otras enfermedades crónicas.

Las enfermedades relacionadas con el amianto pueden tardar hasta 40 años en manifestarse y la fuente de exposición principal es la laboral, seguida de la exposición medioambiental, según un estudio de investigadores catalanes

El estudio, financiado por el Idiap Jordi Gol, el Instituto Catalán de la Salud (ICS) y el Ministerio de Sanidad, se ha realizado en la zona del Vallès Occidental, donde viven cerca de 500.000 personas, y analiza el conjunto de enfermedades que han sufrido por inhalación de amianto entre 1970 y 2006, ha informado el instituto este lunes en un comunicado.

De toda la población estudiada, 544 personas fueron diagnosticadas con alguna enfermedad relacionada con el amianto, ya sea una patología benigna o maligna.

Tres de cuatro personas estudiadas eran hombres, de una edad que oscila en torno a los 60 años, y cerca del 40% de los pacientes sufrían más de una enfermedad relacionada con el amianto y uno de cada cuatro afectados sufría una enfermedad maligna.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado un informe sobre el Anteproyecto para reformar la actual Ley del Tabaco, actualmente en trámite parlamentario, en el que se advierte que con dicho texto normativo no se protege la salud de los ciudadanos, al tiempo que propone nuevas medidas sobre cigarrillos electrónicos

Este anteproyecto incluye ahora una serie de restricciones a la hora de publicitar, promocionar y vender los cigarrillos electrónicos, aunque con una intensidad mucho menor que las que se aplican al tabaco. Algunas de estas medidas, derivan de normativa de la UE.
 
La Comisión, sin poner en ningún momento en duda el objetivo de protección de la salud y la prevención del tabaquismo, cuestiona algunos de los instrumentos que se plantean en la norma, al considerar que no son los más adecuados ni los menos distorsionadores de la competencia. Es decir, no se ajustan a los principios de necesidad y de proporcionalidad, y ello en perjuicio de los consumidores y usuarios.