Cada 30 minutos adicionales de actividad de intensidad suave, como labores de jardinería moderadas o sacar al perro a dar un paseo, por ejemplo, se vinculan con una reducción del 17 por ciento en el riesgo de muerte, según un reciente estudio difundido en la publicación “British Journal of Sports Medicine”

La actividad física, incluso de intensidad moderada, está relacionado con un menor riesgo de muerte en hombres mayores, según una investigación publicada en la edición digital de 'British Journal of Sports Medicine'. Este nivel más bajo de intensidad también es más apropiado para hombres mayores, la mayoría de los cuales tienen una actividad física diaria ligera, dicen los investigadores.
 
Las pautas actuales de ejercicio recomiendan acumular al menos 150 minutos a la semana de actividad física de moderada a vigorosa en periodos que duran 10 minutos o más; pero este patrón no siempre es fácil de lograr para los adultos mayores, dicen los autores. Para averiguar si otros patrones de actividad aún podrían contribuir a reducir el riesgo de muerte, los científicos utilizaron datos del 'British Regional Heart Study'.

Cada año, 2,6 millones de recién nacidos en todo el mundo no sobreviven a su primer mes de vida y un millón de ellos muere el día que nace, según alerta UNICEF en su último informe sobre mortalidad de los recién nacidos que refleja que los bebés que nacen en los lugares más favorables tienen 50 veces menos probabilidades de morir durante su primer mes de vida

El documento también refleja que los recién nacidos que nacen en Japón, Islandia y Singapur tienen las mayores posibilidades de supervivencia, mientras que los nacidos en Pakistán, República Centroafricana y Afganistán se enfrentan a las peores probabilidades.
 
“Aunque hemos reducido a más de la mitad el número de muertes de niños menores de cinco años en los últimos 25 años, no hemos logrado los mismos avances en la mortalidad de niños de menos de un mes”, explica Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef. “Dado que la mayoría de estas muertes son prevenibles, claramente que estamos fallando a los bebés más pobres del mundo”.

Más del 80% de las muertes de recién nacidos se deben a partos prematuros, complicaciones durante el parto o infecciones como neumonía y sepsis. Estas muertes pueden prevenirse con acceso a matronas bien formadas, junto con medidas eficaces como tener agua limpia y desinfectantes, amamantar durante la primera hora de vida, el contacto piel con piel y una buena nutrición. Sin embargo, la falta de trabajadores sanitarios y matronas con buena formación implica que miles de bebés no reciben el apoyo vital que necesitan para sobrevivir. Por ejemplo, mientras en Noruega hay 218 médicos, enfermeras y matronas por cada 10.000 personas, la ratio es de 1 por cada 10.000 en Somalia.

Máximos representantes de la Organización Médica Colegial (OMC) y de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España han mantenido un encuentro en el que han analizado la situación actual de este colectivo, tras la reciente puesta en marcha por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de un registro para evaluar específicamente cada caso determinar si son afectados o no por este medicamento

En la reunión, celebrada en la sede de la corporación médica, estuvieron presentes por parte de la Organización Médica Colegial (OMC) los doctores Serafín Romero, presidente; Javier Font, vicepresidente segundo y miembro del Comité de Seguimiento y Valoración de afectados por la talidomida en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; Juan Manuel Garrote, secretario general; Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Comisión Deontológica; y por parte de AVITE su vicepresidente, Rafael Basterrechea, y secretario, Eduardo Bañares, ambos afectados.
 
Recientemente, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a través de la Oficina de Afectados por la Talidomida, ha habilitado un portal de difusión para que los afectados pudieran solicitar la evaluación de su caso en un plazo de 6 meses para determinar si son o no afectados por la talidomida con una serie de pruebas genéticas específicas.

El Ministerio de Defensa ha concedido al Dr. Tomás Cobo Castro, vicepresidente de la OMC, la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco por su trabajo y “afecto” hacia las Fuerzas Armadas como Reservista Voluntario y su “buen hacer” por la Sanidad Militar, una distinción que recibirá mañana, miércoles, en el marco del III Congreso de Sanidad Militar que se celebrará en Santander

“Los militares están muy avanzados en telemedicina y en bioterrorismo y es preciso que tengamos un contacto más directo, que aprendamos de ellos y que la gente conozca lo que hacen”, asegura el Dr Cobo que, además de trabajar como anestesista, médico cooperante, experto en el tratamiento del dolor y directivo de corporaciones médicas, se muestra entusiasta de su labor como Reservista Voluntario de las Fuerzas Armadas Españolas y de la Territorial Army del Ejército Británico.
 
En Reino Unido, donde hizo la especialidad, coincidió en un hospital con un comandante que era anestesista en un submarino quien le propuso participar en la Reserva Voluntaria. Era la década de los 90. “No lo dudé. En todos los hospitales se prestigiaba que uno o dos miembros del Servicio que pasaran un periodo determinado del año en la Territorial Army” y así comenzó su vinculación con la sanidad militar.