La malaria o el chagas son denominadas “enfermedades olvidadas” porque tienen gran impacto sobre la salud de las personas y las sociedades que las padecen y sin embargo se hace muy poca investigación sobre ellas debido a que tienen poco atractivo económico, hasta que salen de sus zonas autóctonas y se hacen mediáticas, despertando así el interés de la comunidad internacional. Así lo pone de manifiesto, en esta entrevista, el Dr. César Velasco Muñoz, médico español que con sólo 30 años compagina su profesión de subdirector asistencial del Hospital Universitario Vall d’Hebrón de Barcelona con su labor voluntaria como miembro del panel de asesores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la vacuna e inmunización frente al virus del Ébola.
Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, el Dr. César Velasco Muñoz ha sido elegido por la revista Forbes como uno de los jóvenes menores de 30 años más influyentes de Europa en la categoría ciencia y salud. Ha trabajado en numerosas organizaciones internacionales, entre ellas el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), el Hospital Clínic de Barcelona y es miembro del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS sobre la vacuna e inmunización frente a la epidemia del Ébola, en el que participan 10 personas, desinteresadamente y que han viajado a Sierra Leona.
Participará en el II Congreso de Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (OMC), los días 26 y 27 de enero en Santander, organizado por su Fundación para la Cooperación Internacional (FCOMCI) y el Colegio de Médicos de Cantabria para hablar sobre los retos de la salud global y en concreto las enfermedades olvidadas
Según cuenta en esta entrevista, aboga por difundir el conocimiento de las “enfermedades olvidadas” entre los profesionales sanitarios como herramienta para que tomen conciencia. “El mero hecho de que conozcan el impacto que tienen hace que sean más conscientes y que las oportunidades de mejora y curación sean más factibles”, asegura.
Sobre lo ocurrido con el Ébola pone en relieve "la amalgama de esfuerzos y preocupación internacional por encontrar una herramienta que tuviera el valor añadido de la prevención y control de esta enfermedad " que ha logrado conseguir una vacuna que sea eficaz.
Como especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y desde su experiencia con el Ébola. ¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta la salud global actualmente?
La salud global se enfrenta a muchos retos, unos son nuevos, otros ya conocidos hace tiempo, como son las crisis migratorias, los desplazamientos de personas, el calentamiento global, las enfermedades reemergentes y emergentes. También enfermedades que ya conocíamos pero que no tenían un impacto tan grande en la población, y ahora tienen mayor impacto, o que no conocíamos y se conocen ahora. La superpoblación, la contaminación, el calentamiento global y las crisis económicas también tienen un impacto en la salud de las personas.
De estos retos cada vez se conoce más el impacto que tienen sobre la salud. Lo importante es trabajar en ellos a nivel global.
-¿A qué se denominan enfermedades olvidadas? ¿Cuáles estarían dentro de este grupo? ¿En qué países predominan?
Enfermedades olvidadas hay muchas. Se denomina a las patologías que tienen un gran impacto en la población pero que al mismo tiempo su tratamiento y diagnóstico no están muy desarrollados. Muchas de ellas generan muertes en países empobrecidos, como la Malaria, la tuberculosis, el chagas o la lepra, frecuentes en África, Latinoamérica, Asia. Estas enfermedades, que no afectan tanto y parecen inexistentes en países ricos, tienen un gran impacto a nivel global porque afectan a la población más vulnerable. Los tratamientos son inexistentes, tienen alta toxicidad, difícil administración o son muy caros. Por eso es difícil el abordaje de estas enfermedades.
Hay diferentes clasificaciones de estas patologías. Algunas causan 35.000 muertes diariamente. También hay “enfermedades olvidadas” en poblaciones vulnerables de los países en los que nosotros vivimos.
-¿Qué tienen en común todas estas patologías?
Son enfermedades que como no tienen atractivo a nivel económico, es más difícil que se haga investigación sobre ellas. Lamentablemente han estado fuera del objetivo del colectivo internacional y de la comunidad científica. Se han hecho investigaciones pero no suficientes.
Tienen en común, además, que afectan a las personas más vulnerables y que tienen menos recursos.
-¿Qué efectos producen las enfermedades “olvidadas” en los países que las padecen?
La salud no es solo la ausencia de enfermedad. La inversión en salud tiene efectos a todos los niveles. Los países afectados por estas enfermedades además no están desarrollados a nivel industrial o nivel de derechos humanos. Por ello, cuando aparecen estas enfermedades les limita bastante a crear sociedades avanzadas.
Se llaman “olvidadas” pero también está presentes en muchos países europeos, como ocurre con el Chagas en España. ¿Cuáles otras patologías se extienden fuera de su zona autóctona? ¿Cuál es el alcance de este problema?
Cuando salen de su zona el alcance es básicamente mediático. Porque el impacto que tiene para las personas a nivel global ya es muy importante. Antes de que salgan de su zona autóctona ya son muy importantes para la vida de las personas que la padecen, en cuanto a calidad y esperanza de vida. Cuando salen de esas zonas y afectan a otros países ocurre un impacto mediático importante porque se dan a conocer y generar alarma social. Esto a veces tiene un impacto en investigación y en la comunidad internacional científica para estudiarlas.
La desnutrición es considerada por Médicos Sin Fronteras como una “enfermedad olvidada” que causa 3 millones de muertes al año en menores de 5 años de todo el mundo. El olvido de la desnutrición cuando llega a poblaciones más cercanas a nosotros desaparece y nos convierte en más realistas.
- ¿Se han desarrollado iniciativas para combatir las enfermedades “olvidadas”?
Hay muchas iniciativas y organizaciones que han empezado a investigar a nivel internacional. Cada vez más gobiernos, instituciones públicas y ONG que trabajan en cooperación para el desarrollo dedican dinero para investigación. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) dedica bastante dinero a investigación, también. Compañías destinan dinero a investigar nuevos tratamientos.
¿Qué papel juegan los profesionales sanitarios?
Para que las personas sean conscientes de los problemas que existen lo primero que hay que hacer es conocerlos. Siempre he abogado por el conocimiento como una herramienta de responsabilidad social. Si todos los profesionales sanitarios a diferentes niveles conocen las “enfermedades olvidadas” que afectan a su entorno más cercano y a los países en desarrollo. El mero hecho de que conozcan el impacto que tienen hace que sean más conscientes y que las oportunidades de mejora y curación sean más factibles.
Cuando no conocemos un problema es imposible que detectemos medidas e ideas para afrontarlos
Hay muchos profesionales que combinan su labor asistencial con la investigación. Otros contribuyen haciendo cooperación de manera puntual a lo largo del año. O personas que trabajan con ONG frecuentemente.
-Como miembro del panel de asesores de la OMS en su actuación con la epidemia del Ébola. ¿En qué situación se encuentra esta epidemia? ¿Cómo, a su juicio, se ha abordado desde sus inicios? ¿Qué lecciones se sacan de lo ocurrido?
En el panel de expertos seguimos trabajando. Han salido resultados de la primera vacuna más desarrollada. Quedan muchas vacunas todavía por reportar resultados finales. Pero, en definitiva, los resultados son muy prometedores y esta vacuna saldrá fuera del ensayo clínico pronto. El proceso de desarrollo de esta vacuna ha sido paradigmático y acelerado. Ha sido gracias a la cooperación internacional entre entidades públicas, privadas, gobiernos. La amalgama de esfuerzos y preocupación internacional por encontrar una herramienta que tuviera el valor añadido de la prevención y control de esta enfermedad ha hecho que funcione.
Lo que ha ocurrido con el Ébola es un caso de estudio importante. Se ve como el impacto mediático de las “enfermedades olvidadas” tiene una respuesta después a nivel de búsqueda de financiación y de apoyo. Hay que estudiar la interacción de los medios de comunicación con la respuesta de una enfermedad.
Desde el panel de asesores de la OMS damos recomendaciones basadas en la evidencia.
La situación del ébola está bastante controlada a nivel mundial aunque los brotes son anuales y se espera que hayan nuevos brotes que puedan ser controlados con esta vacuna que ha resultado ser efectiva.
Nos tenemos que acostumbrar a salir de ese círculo de comodidad que tenemos y dejar de ver las “enfermedades olvidadas” desde una ventana y salir un poco más de nuestro entorno y verlo, no sólo de nuestro país sino en él que son enfermedades que afectan a colectivos vulnerables muy cerca nuestra como con los refugiados.
La obesidad o el tabaquismo están en riesgo de convertirse en enfermedades olvidadas. Tenemos que hacer el esfuerzo a algunos niveles y saber el verdadero impacto que tienen sobre la salud de las personas.
Fuente: medicosypacientes.com