Dra. Dª. Marina Ruiz Perona

Vocal de la Sección de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo

Un estudio realizado por un grupo de investigación sobre docencia MIR compuesto por médicos residentes asociado a la vocalía de médicos jóvenes del Colegio de Médicos de Valencia refleja la realidad sobre los descansos obligatorios, conocidos como libranza de guardias. Todos los médicos residentes, que trabajan 24 horas seguidas en un hospital o en un centro de salud, tienen derecho a descansar el día siguiente después de realizar tantas horas de trabajo continuado, por su propia salud y por la de sus pacientes, según establece el Real Decreto 1146/2006, del 6 de octubre de 2006.

La encuesta se ha realizado a todos los médicos residentes valencianos que realicen jornadas de atención continuada y que según la legislación vigente requieran un descanso obligatorio.

Los resultados reflejan que el 35% de los encuestados no realizan sus libranzas de guardias tal y como establece la ley. El 70% afirma que se debe a las “necesidades del servicio por falta de personal”, 15% por “presión y miedo a las consecuencias” y un 11% a “falta de tiempo de aprendizaje o interés docente”. En Valencia, el dato global de residentes que no cumple sus respectivos descansos es el 34,7%.

Ante el contexto sanitario emergente en las diversas comunidades autónomas de nuestro país, la Vocalía Nacional de Médicos jóvenes y Promoción de empleo, como órgano de representación del colectivo solicita que en la medida que la situación sanitaria lo permita, se evite recortar los itinerarios formativos de los especialistas en formación. Por ello manifiesta:

Que durante los distintos escenarios, la ayuda de los médicos en formación, como profesionales de la salud ha sido completa y no ha buscado sino una excelente asistencia a nuestros pacientes, modificando en muchas ocasiones los itinerarios formativos de distintas especialidades a las necesidades asistenciales de las unidades docentes, aún con el riesgo de que esto pudiera conllevar mermas en su formación.

Que somos conscientes de la llegada de un nuevo escenario, previsiblemente similar o peor al vivido durante los meses de marzo o abril, y que nuestro compromiso con el sistema sanitario queda patente día a día, para que nuestros pacientes reciban una atención adecuada, sabiendo además que son ellos quienes nos enseñan día a día.