Miembros de la Junta de Personal de los distritos Granada y Metropolitano protagonizaron movilizaciones ayer miércoles en repulsa de las agresiones que sufre el sector sanitario. En la zona se produjeron, recientemente, actos de violencia contra dos médicas de la zonas básicas de salud de La Zubia y Santa Fe, ambos municipios en el área metropolitana granadina

Desde la Junta de Personal, los sindicatos consideran que hay que poner todos los medios necesarios para la concienciación de los usuarios y usuarias del sistema sanitario para el buen uso de los medios que el SAS pone a su disposición, ya que no es de recibo, el mal trato verbal  y físico que deben de soportar de forma tan frecuente los trabajadores.
 
Se trata de un problema de violencia en si mismo contra el que hay que tener “TOLERANCIA CERO”. Y es que la agresión nunca es la solución. "No entendemos como se puede agredir a alguien que está cuidando por tu salud", aseguran.

El aislamiento y el trastorno depresivo, a consecuencia de las pocas horas de luz, es uno de los mayores enemigos de las personas mayores durante el invierno, según ha advertido la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) que ha lanzado una serie de recomendaciones dirigidas a este colectivo

Con la llegada de las bajas temperaturas las personas mayores también son más vulnerables a la hora de contraer infecciones víricas como catarros o gripe.
 
En concreto, los mayores con problemas cardiovasculares, respiratorios y neurodenegenerativos, como pudieran ser demencias, son los que más precauciones deben tomar ante la llegada del frío. En palabras del geriatra Javier Gómez Pavón “En este tipo de pacientes su sistema de adaptación a los cambios de temperatura es el que está más dañado, lo que contribuye a que su sistema inmunitario se defienda peor ante el frío y pueda dar lugar a un catarro que se convierta en una gripe y la persona mayor acabe ingresando en el hospital”.

El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y la Organización Médica Colegial (OMC) presentaron ayer martes a los principales Grupos políticos un decálogo de medidas con el objetivo de establecer unas prioridades que permitan avanzar en la prevención y control del tabaquismo en España, considerado como un problema de salud pública de primer orden. Sanitarios y políticos se mostraron de acuerdo en la necesidad de dar más pasos para mejorar la Ley del Tabaco

A la reunión, celebrada en la sede de la OMC acudieron su presidente, Dr. Serafín Romero; la presidenta del CNPT, Dra. Regina Dalmau; y el presidente del European Network for Smoking and Tobacco Prevention (ENSP), Dr. Francisco Rodríguez. En representación de los principales partidos políticos asistieron: Mª Eugenia Romero, portavoz de Consumo del Grupo Popular; Jesús María Fernández, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales del Grupo Socialista; Francisco Igea, portavoz de Sanidad y Servicios Sociales de Ciudadanos; y Rita Bosaho, portavoz de Consumo de Unidos-Podemos.
 
Tras la reunión se celebró una rueda de prensa para exponer ante los medios de comunicación las conclusiones de este encuentro en el que se constató “la voluntad de que la prevención y control de tabaquismo regresen a la agenda política”, como expresó el presidente de la OMC, Dr. Serafín Romero.

Evitar que se fume en los coches en presencia de niños y/o mujeres embarazadas y ampliar los espacios libres de humo, además de establecer el paquete neutro de tabaco y encarecer su precio, son algunas de las principales medidas del decálogo presentado ayer por la Organización Médica Colegial (OMC) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ante representantes de los Grupos políticos del PP, PSOE, Ciudadanos y Unidos-Podemos

La Ley del Tabaco 28/2005, de la que se cumplen ahora 12 años, y su modificación a través de la Ley 42/2010, en vigor desde hace siete años, han supuesto un gran avance en términos de salud pública y desde el punto de vista social.
 
Ambas normativas han contribuido a cambiar la percepción sobre el tabaco, antes considerado un hábito normal y socialmente aceptado, y ahora visto por la mayoría como un problema de salud. Por otra parte, la exposición de la población al humo de tabaco ambiental se ha reducido en un 57%, la contaminación interior en los locales de ocio se ha reducido en un 90%, y el número fumadores entre 2009 y 2014 se redujo en 1,2 millones.