Un nuevo proyecto de investigación busca conocer los factores de riesgo y pronóstico de los pacientes infectados por COVID-19 que han ingresado en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) españolas desde el inicio de la pandemia en España. El objetivo es seguir a los pacientes desde que reciben el alta hospitalaria y hasta un año después, para registrar la mortalidad y conocer la repercusión funcional y en la calidad de vida que sufren estos pacientes tras superar el episodio agudo en la UCI. Además, incluirá un estudio epigenético y de marcadores esenciales de la inflamación.

Esta investigación, llamada CIBERESUCICOVID, la llevarán a cabo conjuntamente el CIBERES (Centro de Investigación de Enfermedades Respiratorias), del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y cuenta con la financiación del Fondo COVID-19 del ISCIII. Se prevé que en ella participen la mayoría de las UCI españolas.

“La colaboración entre centros de investigación e instituciones y de los clínicos, como la que hemos trabado para el proyecto CIBERESUCICOVID es indispensable para extraer la mayor cantidad posible de información de lo que ha ocurrido y está ocurriendo y obtener una fotografía lo más fidedigna posible, a fin de poder conocer con mayor profundidad la COVID-19 y mejorar la atención a los pacientes que enfermen en lo sucesivo. La apuesta por la investigación es una apuesta por la salud, decisiva para combatir y vencer la pandemia”, destaca el Dr. Ferran Barbé, neumólogo, director del CIBERES y miembro de SEPAR.

La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha hecho público su séptimo informe, en este caso sobre vacunas eficaces, accesibles y a precios razonables, en el que se propone avanzar el debate sobre las prioridades en la aplicación de vacunas en el probable caso de que sea un recurso inicialmente escaso; asegurar que las vacunas sean coste-efectivas y fomentar una producción autónoma, segura y soberana de vacunas y medicamentos, entre otras recomendaciones.

La respuesta inicial a la pandemia Covid-19 se ha dado desde acciones de Salud Pública y con una atención sanitaria intensiva, pero con poca evidencia por la condición de enfermedad emergente del SARS-CoV-2. Según se desarrolla la epidemia, y aumenta la experiencia, el conocimiento y las investigaciones, se requiere clarificar la confusión y el ruido, y promover una acción de las autoridades sanitarias y científicas para evaluar de forma transparente los numerosos estudios en curso.
 
El tiempo apremia en la búsqueda de tratamientos efectivos y de vacunas, por eso el informe considera imprescindible afrontar retos, que formula a continuación como propuestas:

De las 25.618 personas que se han infectado por el nuevo coronavirus desde el 10 de mayo hasta el 17 de julio, 12.715 no sabe cómo se ha contagiado (50%), según desprende del último informe elaborado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el Instituto de Salud Carlos III, sobre la situación del coronavirus en España.

De todos los que no saben la forma en la que se han infectado, 8.160 son de Cataluña y 1.214 de la Comunidad de Madrid. Además, en Andalucía 170 no saben cómo se han contagiado, en Aragón 489, en Asturias 20, en Baleares 182, en Canarias 44, en Cantabria 60, en Castilla-La Mancha 903, en Castilla y León 452, en la Comunidad Valenciana 288, en Extremadura 99, en Galicia 196, en Murcia 68, en Navarra 183, en el País Vasco 93, en La Rioja 58, en Ceuta 30 y en Melilla 6.

Además, el trabajo, realizado según los datos que proporcionan a estos organismos las comunidades autónomas, destaca que hasta el 66 por ciento de las personas que se han contagiado tiene entre 15 y 59 años, siendo el ámbito más frecuente de exposición al virus el entorno domiciliario (25%).

El 45,5% de los conductores fallecidos en España dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, y la gran mayoría (el 96,1%) fueron hombres, según la Memoria de 2019 del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de España, basada en autopsias, y que se ha presentado este martes.

Para el análisis, se ha escogido una muestra de 766 víctimas mortales de todas las comunidades autónomas (excepto Cataluña y País Vasco), de los cuales 558 eran conductores, 130 eran peatones y 78 acompañantes.
 
El informe ha sido presentado por el director del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, Antonio Alonso, que ha estado acompañado de la directora general para el Servicio público de Justicia, Concha López-Yuste; el director general de Tráfico, Pere Navarro; y el fiscal de Sala coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas.