El Dr. Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo sanitario y sectas sanitarias de la OMC, ha hecho hincapié en la necesidad de políticas de los gobiernos que sean poco tolerantes con las pseudoterapias y una implicación real de las corporaciones profesionales y de las Administraciones, tras asegurar que estas prácticas “representan un verdadero problema para la salud pública”. El Dr. Fernández Torrente fue invitado por el Dr. José Ramón Repullo, director del Máster Universitario en Administración Sanitaria (MUAS) de la Escuela Nacional de Sanidad (ENS), a participar ayer en una mesa redonda enmarcada en dicha actividad, bajo el título “Ciencia y Medicina: Terapias y pseudoterapias”
El Dr. José Ramón Repullo fue el encargado de introducir el tema asegurando que el método científico “entendido como un conjunto de reglas y restricciones para limitar la prodigiosa capacidad del ser humano para engañarse y engañar a otros en función de sus deseos, expectativas e intereses”, permite generar conocimiento válido.
Sin embargo, lamentó que la generación y difusión del conocimiento biomédico “empieze a estar trufado” de poderosos intereses industriales. Desde su punto de vista, además, “no puede haber una neutralidad ante retos regulatorios relacionados con la publicidad engañosa, fraude, engaños y riesgos para la salud pública”. En otro momento de su intervención aludió al compromiso del CGCOM con la calidad de la Medicina y a su labor en la concienciación del problema creciente de las pseudoterapias.
En su exposición, el Dr. Fernández Torrente recordó, además, que el ejercicio de la medicina científica convencional “como base de los sistemas sanitarios es un servicio basado en el conocimiento científico con evidencias contrastadas”. Explicó el concepto de pseudoterapias, entendiéndose por este tipo de prácticas “aquellas propuestas de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora de salud con procedimientos, técnicas, productos o sustancias basadas en criterios sin el respaldo de la evidencia científica disponible que demuestre su efectividad”.
Las pseudoterapias, ofrecidas por sanitarios y no sanitarios, constituyen una oferta terapéutica sin el apoyo científico necesario para avalar su validez ni utilidad. De ahí que el representante del CGCOM subrayó al respecto que el médico que ejerza y aplique técnicas o terapias no avaladas por la comunidad científica “tiene el deber de informar adecuadamente a sus pacientes y asumir todas las obligaciones legales, profesionales y deontológicas emanadas de la actividad médica”.
En línea con lo anterior aludió a lo que señala al respecto el Código de Deontología Médica en su art. 26.1: "El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente"; y en el 26.2: “No son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida”.
En otro momento de su intervención destacó algunos de los principales riesgos que se derivan de las pseudoterapias, algunas de las cuales, por sí mismas, provocan efectos negativos sobre la salud o, incluso, en algunos casos, la muerte. También se refirió al riesgo que existe de que los pacientes abandonen terapias médicas efectivas, así como la posibilidad más que frecuente de retrasos peligrosos y “pérdida de oportunidad", un término aceptado dentro de la nueva definición de seguridad del paciente.
Advirtió de los daños económicos y morales en los pacientes y del encarecimiento de los procesos, que reciben atención múltiple, así como del intrusismo en la profesión médica, con un preocupante aumento con el uso de Internet, y de que las sectas también en la esfera sanitaria están habitualmente relacionadas con las prácticas de Pseudociencias y Pseudoterapias. Asimismo, aludió a la obligación desde el ámbito científico, académico, de las administraciones, profesional deontológico y de las Corporaciones Médicas reguladas y colegiadas, de advertir acerca de dichos riesgos.
El Dr. Fernández Torrente destacó, además, el compromiso del CGCOM en la concienciación a la población del peligro de este tipo de prácticas, plasmado con la creación en 2017 del Observatorio contra las Pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo sanitario y sectas sanitarias (https://www.cgcom.es/observatorio_omc_pseudociencias_intrusismo) como herramienta a disposición de los Colegios Médicos y otras corporaciones colegiales, las Administraciones, el mundo científico y académico, las Sociedades Científicas, los medios de comunicación y la ciudadanía en general, como una red estructurada colegial a nivel estatal, que nos permita compartir y transmitir información .
Consideró preciso, asimismo, reforzar el papel de los Comités de Deontología dentro y fuera de los Colegios Profesionales y los Comités de Ética en los Centros Sanitarios públicos y privados para que puedan, junto con los gabinetes jurídicos, “denunciar cualquier desmán que perjudique al prestigio de nuestras instituciones”, en defensa del paciente y del buen quehacer médico
Finalmente, se refirió al Plan para la protección de la salud frente a las Pseudoterapias que presenta el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en noviembre 2018. En este sentido, reafirmó el total respaldo del CGCOM y del Observatorio de la OMC contra las pseudoterapias y pseudociencias con estas actuaciones, y trasladó el compromiso de la corporación médica en “participar activamente desde su ámbito competencial en llevarlas a buen fin”.
Las pseudoterapias desde otras perspectivas
Además del Dr. Fernández Torrente, participaron en esta mesa redonda, José Francisco Álvarez Álvarez, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED); el Dr. Abel Novoa Jurado, médico de Familia y comunitaria, presidente de la Plataforma No-Gracias; y la Dra. Raquel Yotti Álvarez, directora del Instituto de Salud Carlos III, además del Dr. José Ramón Repullo, como director académico del Máster Universitario en Administración Sanitaria (MUAS) de la ENS, que actuó de moderador.
José Francisco Álvarez Álvarez, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), ofreció su visión desde la perspectiva de la Filosofía de la Ciencia. Así, indicó que “el dogmatismo y el reduccionismo científico son aliados de la pseudociencia. La idealización de la ciencia es una fuente de debilidad ante las pseudociencias”, desde su punto de vista.
"La defensa gremial y corporativa de las prácticas científicas se convierte en una fuente de legitimidad para la pseudociencia. El escepticismo organizado que ha sido una de las características principales de la ciencia es uno de los antídotos fundamentales contra la pseudociencia", según señaló en su intervención, Además, "la crítica interna de la ciencia, de sus prácticas, del conjunto de valores que la sustentan es otro de los principales mecanismos para su fortalecimiento", indicó
El Dr. Abel Novoa Jurado, médico de Familia y comunitaria, presidente de la Plataforma No-Gracias, se centró en el componente autocrítico de “una medicina que quiere ser científica pero que, a la vez, incorpora muchos otros elementos”., tal como indicó. Al respecto, abogó por fomentar el pensamiento crítico, el conocimiento de las limitaciones de la medicina, dejando cierto margen de libertad terapéutica que, según señaló, "históricamente ha producido innovaciones y mayor capacidad de responder a las necesidades de los pacientes" y consideró, desde instancias profesionales, "impulsar acciones políticas, regulatorias y judiciales para perseguir todo tipo de fraude, todo tipo de manipulación de la ciencia y toda publicidad engañosa".
Por su parte, la directora del Instituto de Salud Carlos III, Dra. Raquel Yotti Álvarez, ofreció el punto de vista institucional del tema, basándose en lo establecido en el Plan de protección de las personas frente a las pseudoterapias del Ministerio de Sanidad y sus cuatro líneas de trabajo: En primer lugar, denerar, difundir y facilitar información; seguidamente, evitar la publicidad engañosa de las pseudoterapias.
En tercer lugar, se pretende garantizar que todas las actividades sanitarias se realizan por profesionales que dispongan de la titulación oficialmente reconocida y eliminar de los centros sanitarios las pseudoterapias; y finalmente, establecer una actuación coordinada con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidad para reforzar los principios del conocimiento y de la evidencia científica en la formación a los profesionales sanitarios.
Escuela Nacional de Sanidad, referente en formación
Tras la mesa redonda se procedió a la clausura académica del Máster Universitario de Administración Sanitaria en la que participó el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, en representación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, quien destacó la importante labor de la Escuela Nacional de Sanidad, adscrita al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII)p, como institución referente en la formación de profesionales y para el conocimiento del Sistema Nacional de Salud, así como por su reconocida calidad académica.
Recordó que tanto las Administraciones públicas como las entidades privadas requieren profesionales que asuman sus responsabilidades directivas a partir de sólidos conocimientos como los que han sido aportados en el máster que ahora concluye su 4ª edición y en la que se han graduado 55 alumnos entre ellos la vocal nacional de médicos en formación y promoción de empleo del CGCOM, Dra. Alicia Córdoba.
FUENTE: medicosypacientes.com