Poner en valor la experiencia adquirida, en su momento, por altos cargos sanitarios al frente de responsabilidades sanitarias ejecutivas o legislativas y conocer, a partir de su experiencia, su visión sobre los problemas actuales que amenazan al sistema sanitario fue el objetivo del encuentro “El valor de la experiencia”, celebrado ayer en el Senado por la Fundación Bamberg, con la participación de cuatro exministros de Sanidad que apuntaron entre los retos del SNS, el CISNS vinculante, la coordinación territorial y financiación suficiente
En el acto participaron además numerosas personalidades de todos los sectores del ámbito sanitario que se sumaron a los participantes, los exministros Enrique Sánchez de León, Julián García Vargas, Bernat Soria y Dolors Montserrat, más los exsecretarios generales, José Martínez Olmos, Rubén Moreno y Javier Castrodeza, además del expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Mario Mingo.
Por parte del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) acudió su presidente, Dr. Serafín Romero, acompañado por el vicepresidente segundo, Dr. Javier Font; el secretario general, Dr. José María Rodríguez Vicente; y el tesorero, Dr. Jerónimo Fernández Torrente; además del presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, Dr. José Luis Almudí.
También se contó con la presencia, entre otros, de la presidenta de la Comisión de Sanidad del Senado, Carmen de Aragón; la secretaria tercera del Senado, Eugenia Iparraguirre; el portavoz de Sanidad del Grupo Popular en el Senado, Antonio Alarcó; Mario Mingo, expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; el consejero de Sanidad del País Vasco, Jon Darpón; exconsejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Luis Rosado, además de representantes de Colegios de Enfermería, de Farmacia, Sociedades Científicas, académicos de Medicina junto a los responsables de la Fundación Bamberg, presidida por Ignacio Para.
Experiencias y retos
Los exministros participantes aportaron su visión sobre el sistema sanitario y sobre algunos de los aspectos que más repercuten en el mismo como la financiación, la legislación, el papel de las CC.AA y del Consejo Interterritorial. y los retos que deparan al Sistema Nacional de Salud a partir de sus debilidades y fortalezas.
El primer ministro de Sanidad de la Democracia (1977-1979), Enrique Sánchez, encargado de poner en marcha, por aquel entonces, el Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, se mostró escéptico ante los sistemas nacionales de salud, siendo más partidario de los sistemas de Seguridad Social, "sobre todo en el entorno mediterráneo en el que se encuentra España", según señaló.
Criticó que a la Sanidad se le van agregando complementos que poco tienen que ver con la materia, “se le toma como cajón de sastre”, lamentó, de ahí que dudara de la existencia de "sistemas de salud puros”.
Por su parte, Julián García Vargas, primer ministro de Sanidad socialista entre los años 1986-1991, y el que más tiempo ha logrado permanecer, hasta ahora, en el cargo, ofreció un repaso a la actividad desarrollada en aquella época con la creación del Consejo Interterritorial, "más eficaz que ahora porque era paritario, con voto del ministro que podía tomar decisiones vinculantes en mayor medida que en la actualidad", según señaló, También se refirió al inicio de las áreas de salud y equipos de Atención Primaria, de la ONT, y otras iniciativas legislativas relacionadas con la prevención, pasó a dar su visión sobre el SNS en cuya opinión “se encuentra en una encrucijada”, con una coordinación territorial débil y un incremento de las diferencias de gasto per cápita, prestaciones y práctica clínica entre CC.AA.
A partir de ahí, identificó una serie de retos, entre ellos, una necesaria visión estratégica global de la Sanidad desde las altas instancias; incentivación de los profesionales; aumento de la coordinación territorial; mejorar la partida presupuestaria; y un incremento de la coordinación entre el sector público y privado, entre otros.
Otro ministro socialista, Bernat Soria, el segundo médico en asumir el cargo, después de Ana Pastor, entre los años 2007 y 2009, defendió que el valor estratégico del SNS debe garantizar la asistencia sanitaria y salud laboral. Desde su punto de vista, el sistema sanitario “no puede ser un nicho de diversificación económica", al girar en torno del la biotecnología, la industria farmacéutica e, incluso, el turismo. También se mostró partidario de la colaboración público-privada.
Por último, Dolors Montserrat, última ministra del PP, entre 2016 y 2018, recordó que el SNS es uno de los pilares básicos del sistema del bienestar español, muy bien valorado por los españoles que, a su juicio, “reconocen el esfuerzo sobre todo de los profesionales sanitarios”.
"España es uno de los países con la mayor esperanza de vida, gracias al SNS, mientras que en nuestro país se incrementa, en otros como EE.UU.se observa un descenso dadas las características de su sistema sanitario", indicó. Y es que, desde su punto de vista, la sanidad no hay que considerarla como un gasto "sino como una inversión a la que se dedica, actualmente, el 9% PIB", según sus datos.
Entre los retos expuestos por Montserrat cabe destacar la necesidad de un Pacto de Estado por la Sanidad que, además, considera que hay que despolitizar. El envejecimiento de la población es otro de los retos a los que se ha de enfrentar el SNS, ya que, como indicó, “en 2045, más de 16 millones de personas superarán los 65 años”.
Montserrat hizo especial hincapié en el papel que ha de retomar el Consejo Interterritorial del SNS, como ente vertebrador del SNS, a través de la coordinación y de toma de decisiones vinculantes.
En cuanto a financiación se mostró más partidaria de la financiación suficiente que de la finalista. “Se necesita llegar a un acuerdo en financiación autonómica, a partir de la realidad sanitaria”, instó..
Con respecto a los profesionales sanitarios, además de ensalzar su labor, mostró su preocupación, sobre todo por la falta de médicos en zonas poco atractivas, ante lo cual propuso retomar una medida aportada durante su mandato como es la de implantar el MIR Rural con el fin de incentivar el establecimiento de especialistas en plazas de difícil cobertura.
Finalmente, se refirió a las ventajas de la colaboración público-privada, además de la necesaria renovación, desde su punto de vista del equipamiento tecnológico de los centros sanitarios y de la digitalización de la Medicina.
FUENTE: medicosypacientes.com