La bronquiolitis aguda, una infección de las vías respiratorias que afecta a los bronquios y bronquiolos, se puede evitar protegiendo a los bebés de los resfriados de las personas de su entorno, incluidos los padres y los hermanos pequeños, y retrasando el inicio de la guardería, especialmente en los meses de otoño, ya que el pico de esta epidemia ocurre de octubre a enero. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) propone una batería de medidas preventivas útiles para evitar el contagio de bronquiolitis en bebés y que deben aplicarse tanto en casa como en las guarderías

La bronquiolitis está producida por virus respiratorios. Normalmente, estos virus originan solo resfriados, pero en lactantes y bebés, que tienen las defensas poco desarrolladas, el virus progresa y afecta también a los pulmones. De hecho, “la mitad de los bebés que padecen una bronquiolitis van a quedar con los bronquios más sensibles a nuevos virus respiratorios y van a tener más bronquitis de repetición los primeros años de vida”, advierte el Dr. Antonio Moreno, coordinador del Área de Neumología Pediátrica de SEPAR.


Una epidemia otoñal

Cada año ingresan en España entre 12.000 y 14.000 niños menores de un año debido a la bronquiolitis, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Los meses en los que aparece con más frecuencia son los de octubre a enero, en que se produce el pico de epidemia de bebés con bronquiolitis, que puede llegar a colapsar las urgencias pediátricas y los hospitales pediátricos. La frecuencia de ingresos hospitalarios en España se sitúa entre 1 y 3,5% en menores de 2 años, pero el riesgo de ingreso en el primer año de vida es entre 4 y 6 veces mayor que el segundo año, mientras que la frecuencia de consultas en atención primaria se sitúa entre el 4 y el 20%, según un estudio del Dr. Ochoa Sangrador y otros autores publicado en Anales de Pediatría.

En algunos casos la bronquiolitis es un cuadro leve que puede tratarse en casa, con medidas generales como aspirar la mucosidad y fraccionar la alimentación. Pero en otros llegan a requerir ingreso hospitalario, con oxígeno, e incluso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), donde se les puede suministrar más ayuda para respirar.

“Un sitio frecuente de contagio es la guardería, por lo que es importante retrasar en lo posible su inicio, sobre todo en los meses de otoño-invierno. Hoy día, no obstante, es inevitable muchas veces que los bebés tengan que ir a la guardería por motivos de trabajo de los padres, pero hay que intentar no llevarlos si están resfriados porque se irán contagiando unos a otros”, explica el Dr. Moreno.

“Los bebés más pequeños, de menos de tres meses, no van a la guardería y muchos de ellos sufren bronquiolitis. Por ello, es importante extremar los cuidados en casa. Hay que recordar que tienen las defensas menos desarrolladas y, por tanto, se debe evitar que los visiten personas que estén resfriadas (ya sean adultos o niños), sobre todo en la época de octubre a enero. También es importante tener en cuenta que los hermanos pequeños que van a colegio o a la guardería con frecuencia pueden sufrir resfriados por virus respiratorios y los pueden transmitir al bebé. Por eso, tampoco deben acercarse mucho al bebé si están resfriados y, si lo hacen, deben lavarse las manos antes”, añade.

Medidas preventivas

Todas las personas que están en contacto con el bebé deben seguir las siguientes medidas preventivas:

- Evitar acercarse al bebé si se está resfriado. En caso necesario o si quien está resfriado es el padre o la madre, lavarse antes las manos e, incluso, ponerse una mascarilla.

- En general, lavarse siempre las manos antes de coger o tocar al bebé.

- Utilizar pañuelos de papel desechables, lavarse las manos después de usarlos y tirarlos.

- Toser hacia otro lado tapándose la boca con el antebrazo.

- Evitar fumar tanto dentro de casa como en el coche, puesto que el tabaco hace que las vías respiratorias estén más sensibles al daño originado por los virus. Además, las partículas del humo del tabaco permanecen en el ambiente durante mucho tiempo.

- Lavar con agua y jabón los objetos que tocan los bebés, sobre todo si alguien resfriado los ha tocado.

- Intentar mantener separados a los niños más pequeños de los bebés.

- Tener en cuenta que los besos también pueden transmitir los virus respiratorios.

- Aplicar todas estas medidas preventivas tanto en casa como en la guardería.

FUENTE: medicosypacientes.com


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