El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE alcanzaron un acuerdo para ampliar la lista de sustancias químicas cancerígenas reconocidas en el lugar de trabajo. Gracias a este acuerdo, la Directiva sobre agentes carcinógenos o mutágenos cubrirá ocho sustancias químicas cancerígenas adicionales, incluidos los gases de los motores diésel. El principal objetivo es mejorar la protección de más de 20 millones de trabajadores europeos y evitar más de 100.000 muertes en los próximos 50 años

En concreto, se pactó un límite de 0,5 mg/m3 para las emisiones de los motores diésel durante 8 horas, limitación que estará en vigor en "la mayoría" de los sectores dos años después de que finalice el periodo de trasposición de la directiva, en 2023 en principio, con la excepción de minas y túneles, donde se deberán cumplir los límites cinco años después, en 2026.
 
Asimismo, acordaron los límites de exposición a los compuestos de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), los aceites minerales utilizados en la combustión de motores, el tricloroetileno (TCE), la 4,4'-Metilenodianilina, el epiclorohidrino (C), el dibromuro de etileno y el dicloro de etileno.


Para la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Marianne Thyssen, se trata de un paso importante en la protección de los trabajadores europeos frente al cáncer profesional, ya que más de 20 millones de trabajadores en Europa verán su protección mejorada, especialmente los de la industria química, de los sectores metalúrgico y automovilístico, los conductores profesionales, de la construcción, almacenero y de infraestructura portuaria.
 
La comisaria confíaen que el acuerdo sea "confirmado rápidamente" por los Veintiocho y la Eurocámara para lograr alcanzar el objetivo de "evitar más de 100.000 muertos por cáncer en los próximos 50 años".
 
La lucha contra el cáncer profesional, junto con la creación de un lugar de trabajo más sano y más seguro, constituye una prioridad para la Comisión Europea y un principio fundamental del  pilar europeo de derechos sociales. Los datos demuestran que este enfoque está justificado: el cáncer, responsable del  52 % de las muertes laborales, sigue siendo el mayor asesino silencioso del lugar de trabajo. Aunque la mayoría de los Estados miembros han establecido límites de exposición nacionales a muchas sustancias químicas cancerígenas, algunos Estados miembros son menos exigentes. Esto significa que los trabajadores no gozan de la misma protección en todo el mercado único y que no existe igualdad de condiciones para las empresas.

La Comisión Juncker ha venido emprendiendo acciones decisivas para actualizar la legislación relativa a la protección de los trabajadores frente a las sustancias químicas cancerígenas. Lanzó su primera propuesta en mayo de 2016, que fue adoptada por los colegisladores y se plasmó en la Directiva a finales de 2017.

El acuerdo provisional alcanzado constituye una de las etapas finales en la fase de negociación de la segunda propuesta, de enero de 2017. En abril de 2018, la Comisión presentó una tercera propuesta dirigida a mejorar la protección de los trabajadores frente a las sustancias cancerígenas. La Directiva cubre actualmente veintidós sustancias químicas cancerígenas, de las cuales veintiuna han sido añadidas desde el comienzo del mandato de la actual Comisión.

El convenio se someterá a la aprobación del Comité de Representantes Permanentes del Consejo (Coreper). Una vez que los representantes permanentes de los Estados miembros confirmen el acuerdo, este se someterá a votación en el Pleno del Parlamento Europeo.

Restricciones en el uso de 33 sustancias presentes en textiles y calzado
 
Por otra parte, la Comisión Europea adoptó nuevas restricciones en el uso de 33 sustancias presentes en ropa, calzado y otros textiles sobre las que se conoce que pueden causar problemas relacionados con el cáncer o la salud reproductiva
 
Las medidas aprobadas por Bruselas tienen el objetivo de proteger la salud de los ciudadanos europeos limitando la exposición sustancias químicas clasificadas como cancerígenas, mutagénicas o tóxicas para la reproducción, que pueden ser "particularmente dañinas" en casos de contacto frecuente con la piel de los seres humanos.
 
Para ello, el Ejecutivo comunitario ha establecido un límite máximo de concentración de estas sustancias en prendas de vestir y otros textiles, al tiempo que ha prohibido el comercio en el bloque comunitario de aquellos productos con una concentración superior a esos límites, sin importar el país de origen de dichos artículos.
 
La Comisión Europea ha subrayado que las restricciones adoptadas se han preparado "sobre la base de recomendaciones científicas y técnicas" de la Agencia Europea de Productos Técnicos (ECHA, por sus siglas en inglés) y tras haber consultado a diversas partes interesadas. Las medidas entrarán en vigor 24 meses después de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea.
 
FUENTE: medicosypacientes.com


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