El nuevo concepto de tratamiento en humanos se basa en una única administración de isoxazolinas de larga vida media.
Científicos del Instituto de Investigación Scripps han descubierto que productos veterinarios como fluralaner y afoxolaner, usados habitualmente para proteger a las mascotas de pulgas y garrapatas, también son eficaces en la eliminación de mosquitos que succionan la sangre humana y que actúan como vectores de diversas enfermedades tropicales.
En un estudio experimental y en un modelo computacional que considera las áreas donde estas infecciones son endémicas, los investigadores predicen que la administración de cualquiera de estas dos isoxazolinas a un tercio de la población bastaría para prevenir el 97% de las infecciones. Peter Schultz, co-autor del estudio, afirma que tras la administración oral estos fármacos son diseminados por todo el organismo y se mantienen activos en el torrente circulatorio por un período de hasta 3 meses. Ambos compuestos son bien tolerados por perros y gatos pero tienen un efecto letal sobre el mosquito que sorbe la sangre, al dañar su sistema nervioso de manera irreversible. En colaboración con las biotecnológicas Calibr y TropIQ se constató que los fármacos retienen su actividad incluso frente a vectores resistentes a los insecticidas comunes.
Matt Tremblay, investigador del estudio, indica que muchas de las regiones en las que estos vectores son activos carecen de una infraestructura sanitaria que garantice la entrega de fármacos a tiempo. Por ello, propone administrar el tratamiento antes del inicio de la estación en la que los brotes son más frecuentes. Esta dosis bastaría para suministrar protección hasta el final del período de mayor riesgo.
FUENTE: immedicohospitalario.es