Una persona con riesgo de contraer esta enfermedad puede detectar una o más de estas señales a grados diferentes que no tienen que ver con situaciones a las que las personas han de afrontar a consecuencia de los cambios que se producen con la edad. Dicha Asociación recomienda consultar con el médico ante estas posibles circunstancias.
 
Una de las señales más comunes del Alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, es olvidar información reciente. También se olvidan fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente; se depende en sistemas de ayuda para la memoria (tales como notitas o dispositivos electrónicos) o en familiares para hacer las cosas que antes uno hacía solo. A diferencia de cambios típicos relacionados con la edad que hacen que, de vez en cuando, se olviden nombres o citas pero acordándose de ellos después.
 
Asimismo, algunas personas experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Pueden tener dificultad en seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales. Pueden tener problemas en concentrarse y les puede costar más tiempo hacer cosas ahora que antes, mientras que cambios típicos relacionados con la edad pueden conducir a cometer errores de vez en cuando al sumar y restar.


A las personas que padecen del Alzheimer a menudo se les hace difícil completar tareas cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido, mientras cambios típicos relacionados con la edad conllevan requerir ayuda de vez en cuando para usar el microondas o grabar un programa de televisión.
 
Otro signo de riesgo de Alzheimer puede ser el olvido de fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante. Es posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí. Mientras que cambios típicos relacionados con la edad pueden provocar confundir el día de la semana pero darse cuenta después.
 
Tener problemas de la vista también puede ser una señal del Alzheimer, centrados en dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, ello puede, incluso, causar problemas para conducir un vehículo. En personas mayores sanas pueden darse cambios de vista provocados por cataratas.
 
Las personas que padecen del Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación. Es posible, también, que paren en medio de una conversación y tengan dificultad en cómo seguirla o que repitan lo mismo varias veces. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o que llamen a las cosas de manera incorrecta (ejemplo: llamar a un “lápiz” un “palo o palito para escribir”). No es lo mismo que con los cambios típicos relacionados con la edad se tenga, a veces, dificultad en encontrar la palabra exacta al hablar.
 
Un afectado por la enfermedad puede y suele colocar cosas fuera de lugar. Se les pueden perder cosas sin poder recordar dónde estaban. De hecho es uno de los primeros síntomas y donde los familiares se dan cuenta de que “algo ocurre”. A veces, es posible que acusen a los demás de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el avance de la enfermedad. En el caso de cambios típicos relacionados con la edad, de vez en cuando, puede suceder que se coloquen cosas (como los lentes o el control remoto) en un lugar equivocado.
 
Las personas con dicha patología pueden experimentar cambios en el juicio o en la toma de decisiones. Por ejemplo, es posible que sin entender porque lo hacen, den grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos y servicios por teléfono. Puede ser que presten menos atención al aseo personal. Nada que ver con la normalidad de tomar una mala decisión de vez en cuando.
 
Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede empezar a perder la iniciativa para hacer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes.Es posible que tengan dificultad en entender los hechos recientes de su equipo favorito o en cómo ejercer su pasatiempo favorito. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado. No es lo mismo que estar a veces cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales.
 
El humor y la personalidad de las personas con el Alzheimer pueden cambiar. Pueden llegar a ser confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente, mientras que con los cambios relacionados con la edad se desarrollan maneras muy específicas de hacer las cosas y enojarse cuando la rutina es interrumpida.
 
Los diez signos que pueden hacer sospechar sobre el Alzheimer
 
1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana
 
2. Dificultad para planificar o resolver problemas
 
3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre
 
4. Desorientación de tiempo o lugar
 
5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente
 
6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito
 
7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para recordar dónde estaban
 
8. Disminución o falta del buen juicio
 
9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales
 
10. Cambios en el humor o la personalidad

 

FUENTE: medicosypacientes.com