La Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (FCOMCI) ha firmado el llamamiento de Médicos sin Fronteras (MSF) para denunciar los ataques contra la asistencia sanitaria, profesionales sanitarios, pacientes, ambulancias y hospitales, para que dejen de ser un objetivo de guerra en los conflictos armados
La FCOMCI se suma a esta campaña impulsada por MSF bajo el lema "No Son un Objetivo" como ha venido haciendo a través de sus posicionamientos públicos ante organismos internacionales médicos como la Asociación Médica Mundial (AMM) o la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL) denunciando los continuos ataques a la asistencia sanitaria y defendiendo la ayuda médico-humanitaria en situaciones de conflicto.
Desde estas instituciones se han exigido la condena de estos ataques para que no queden impunes y han solicitado, reiteradamente, el respeto al Derecho Internacional Humanitario y de los Convenios de Ginebra.
En el llamamiento de MSF se solicita, de acuerdo al Derecho Internacional Humanitario, que se respete y se garantice la seguridad del personal médico, los pacientes y las instalaciones médicas: los hospitales, las ambulancias, los pacientes y el personal médico para que no sean un objetivo. "Un hospital es -y debe siempre ser- un espacio neutral", señalan.
Tal y como afirman, "nunca es justificable atacar y destruir hospitales. Ni atacar a heridos y enfermos y privarles de la atención médica que podría salvarles la vida. Sin embargo, cada vez más, las estructuras de salud se han convertido en objetivos militares, en objetivos de guerra".
Siria, Yemen, Afganistán, Sudán del Sur, Ucrania o República Centroafricana son algunos lugares que han sufrido los numerosos ataques contra la asistencia en salud.
Debido a su extrema vulnerabilidad, las poblaciones víctimas de la guerra y la violencia son prioritarias, tal y como señala MSF, y en particular en aquellas crisis donde las necesidades son más acuciantes y donde no hay otras organizaciones trabajando o no las suficientes.
"La destrucción premeditada de una instalación médica conlleva la pérdida de un servicio esencial para una población ya de por sí muy vulnerable. Como hemos podido presenciar en numerosas ocasiones, el hospital destruido es la única estructura médica de la zona y, con su desaparición, miles de personas se quedan sin posibilidad de recibir atención médica vital cuando más la necesitan", afirman.
Cuando un hospital es destruido, los heridos no pueden ser atendidos, las mujeres no pueden dar a luz en un entorno seguro, los niños no pueden ser tratados si caen enfermos, los pacientes crónicos no reciben su medicación.
En mayo de 2016, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la resolución 2286, en la que se comprometía a detener el bombardeo de hospitales en zonas de guerra y proteger el personal humanitario que realiza tareas médicas en de conflictos armados. A Este convenio se sumó la OMC y FCOMCI.
"Han pasado dos años y las cosas no han cambiado. Ahora mismo, en Guta oriental, en Siria, los hospitales han sido arrasados por los bombardeos y el fuego de artillería", manifiesta MSF.
La OMC y FCOMCI en contra de los ataques a la asistencia sanitaria
La OMC trabaja desde hace tiempo, a través de su Fundación para la Cooperación Internacional (FCOMCI), reivindicando el respeto del Derecho Internacional Humanitario y de los Convenios de Ginebra.
La Delegación española de la OMC presentó a la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (AMM) una moción en la que se exigía una investigación independiente para depurar responsabilidades y explicar las causas del bombardeo al Hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, Afganistán. Aunque algunos países la rechazaron en un primer momento fue finalmente aprobada, pero aún no se han visto resultados.
Asimismo, se unió a la campaña internacional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Heath Care in Danger- Atención de la Salud en Peligro, que trabaja denunciando la vulneración del derecho internacional en relación a la seguridad de los civiles, pacientes y profesionales sanitarios en contextos complejos de conflicto armado y, consecuentemente, en la mejora de la asistencia sanitaria a los pacientes en los mismos.
FUENTE: medicosypacientes.com