La Asociación Médica Mundial (AMM) aprobó una declaración sobre la función del médico en la prevención de la explotación en las adopciones, presentada y coordinada por el Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) a partir de un importante trabajo del Dr. José Antonio Lorente, catedrático de la Universidad de Granada y responsable del programa DNA-Prokids, en el marco de la Asamblea General celebrada en Chicago, que recoge que los facultativos deben adquirir más conocimientos acerca de las prácticas explotadoras existentes en materia de adopciones, cuáles son los recursos que les pueden ayudar a identificar y hacer frente a las necesidades de las víctimas
El Dr. José Antonio Lorente, director del laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada y director del programa DNA-Prokids, ha explicado a esta publicación que la declaración supone “el apoyo y reconocimiento formal de la AMM del papel que debe jugar el médico en la prevención de las adopciones ilegales”.
En este contexto, “el médico desempeña una importante función, que no siempre es conocida y si el profesional no es consciente de su relevancia puede cometer fallos que conduzcan a esas a este tipo de prácticas”.
“Cuando los familiares van a preguntar al médico o hay que hacer algún reconocimiento especial, debe informar de que sigan de manera escrupulosa todos los mecanismos que los países tienen puestos en marcha para garantizar que la adopción sea legal. Obviar este tipo de circuitos puede desencadenar en un delito”, señala el Dr. Lorente.
Según explica el Dr. José Ramón Huerta, coordinador del Área Internacional de la OMC, la AMM insta en su declaración a las Asociaciones Médicas Nacionales, y a los médicos, a que participen activamente para impedir la explotación en las prácticas de adopción. También insiste en que se debe educar a los facultativos acerca de la naturaleza e importancia que reviste su papel durante el proceso de adopción. Además, respalda la idea de proporcionar información a las familias cuando estas están pensando en adoptar acerca de la existencia de redes que podrían dedicarse a la explotación en sus prácticas de adopción, especialmente cuando las adopciones tienen lugar a través de diferentes jurisdicciones legales.
Asimismo, la AMM subraya que los médicos deben tener conocimientos de la existencia de herramientas que les pueden ayudar a identificar a miembros de la familia de los niños adoptados, incluida la identificación mediante pruebas de ADN y alienta todas aquellas actividades científicas y profesionales que puedan servir para respaldar los esfuerzos que realizan las autoridades locales para impedir la explotación en las prácticas de adopción.
La 203ª sesión del Consejo de la Asociación Médica Mundial (AMM), celebrada en Buenos Aires (Argentina) aprobó por unanimidad la propuesta de la Organización Médica Colegial (OMC) sobre la misión del médico en la prevención del tráfico de menores, elevando dicha propuesta a declaración en la que se insta a los médicos a participar activamente, de modo individual o colectivo, en todas las actividades para disuadir el tráfico de menores y las adopciones ilegales
Los trabajos se iniciaron en Tokio en 2014 a partir de una propuesta de la delegación española, sobre la misión del médico en la prevención del tráfico de menores y las adopciones ilegales. La propuesta de declaración fue presentada por el Dr. José Antonio Lorente en nombre de la OMC, como gestor y responsable del proyecto DNA-Prokids para la investigación genética de niños desaparecidos, para facilitar la reunificación familiar.
Dicho documento despertó interés en la reunión, y a él se sumaron otras aportaciones y comentarios adicionales de destacadas asociaciones médicas de todo el mundo, a partir de lo cual se generó un Grupo de Trabajo integrado por varios países, entre ellos España. en el que se trabajó sobre el papel fundamental que pueden tener los médicos para impedir el tráfico y la adopción ilegal de menores, estableciendo unas pautas de actuación e instándoles a conocer y comprometerse con este asunto y a denunciar cualquier actividad sospechosa, comunicando a las autoridades las anomalías percibidas y participando activamente para evitar y disuadir de este tráfico, debiendo sensibilizarse y actuar cuando proceda.
FUENTE: medicosypacientes.com