Los usuarios de la sanidad privada han aumentado su nivel de satisfacción con los servicios ofrecidos por este sector en los últimos tres años, y le dan un 7,6 de media, al tiempo que ha empeorado su percepción sobre la pública, según datos del último Barómetro del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS)

El trabajo, presentado este martes, se ha realizado a partir de 2.697 encuestas a ciudadanos que tenían acceso a la sanidad privada, bien a través de un seguro privado de salud o de asistencia sanitaria (78%) bien a través de una mutualidad (19%) o un sistema de reembolso de gastos (3%).

 De estos sólo el 9 por ciento usa únicamente la privada y hasta el 76 por ciento son usuarios también de la sanidad pública. De hecho, entre el 74 y 80 por ciento de los encuestados había usado ambos sistemas en el último año.

 Por ello, al ser preguntados por su grado de satisfacción con ambos sistemas, los datos muestran como la puntuación a la privada crece ligeramente, del 7,4 de 2015 al 7,6 de 2017, mientras que la satisfacción con la pública cae del 6,6 al 6,1 en el mismo periodo.

 En línea con lo observado en años anteriores, según el informe del IDIS existe un alto grado de satisfacción con los servicios prestados por la sanidad privada. La sanidad privada obtiene una valoración media de 7,6 (aumentando 2 décimas con respecto al año 2015) frente al 6,1 de la sanidad pública (que desciende 5 décimas en relación a aquella edición). De hecho, el 83% de los usuarios valora por encima de 7 los servicios ofrecidos por la sanidad privada versus el 43% en el caso de la sanidad pública.

Tanto a nivel general, como en todas y cada una de las CC.AA, el grado de satisfacción obtenido con los servicios prestados en la sanidad privada sigue siendo superior al obtenido en la pública en todos los territorios. Además, este elevado grado de satisfacción es consistente en las diecisiete comunidades autónomas, ya que la medición en todas ellas es muy similar, oscilando en un rango entre 7,7 y 7,1 puntos en la que se refiere a la sanidad privada, y de entre 5,2 y 6,9 en lo que respecta a la pública.

Por otro lado, del perfil de entrevistados es destacable que 3 de cada 4 son usuarios tanto de la sanidad pública como de la privada siendo, por tanto, la convivencia entre ambos sectores sanitarios es la práctica más habitual. Respecto al uso de los servicios de la sanidad privada, se observa que la frecuencia con la que se utilizan los servicios de la sanidad privada es mayor que en la sanidad pública, habiendo trascurrido 7 meses de media desde la última vez que se acudió a la sanidad privada frente a los 16 meses en la sanidad pública. Manuel Vilches, director general de la Fundación IDIS, explica que “uno de los aspectos que se analiza en el Barómetro es la satisfacción del usuario en relación a la frecuencia de uso. Y, en ese punto, se percibe una mejor valoración cuando mayor y más reciente es la utilización de los servicios. Así, mientras los que los han utilizado hace más de un año, otorgan un 7,3, quienes han hecho uso en el último año los valoran con un 7,7”.

Al comparar el uso de la sanidad privada y de la sanidad pública según motivos, la rapidez en ser atendido en la sanidad privada es señalada por el 86% de los participantes en el estudio frente a tan solo un 6% en el caso de la pública; el confort de las instalaciones en la privada es valorado por un 79% de los encuestados frente a un 7% de la provisión pública; el trato del personal sanitario en el sector privado es puntuado por el 58% de los entrevistados frente a tan solo un 9% en el segmento público. 

Respecto a la información que se recibe, el 53% de los encuestados la valoran en la privada frente al 12% en la pública; la capacitación de médicos y personal de enfermería se muestra a favor del entorno privado de provisión en un 27% y 33%, frente a un 27% y 23% respectivamente en la pública. El 45% - en el caso de los médicos- y el 42% -en enfermería- los reconocen por igual en ambos entornos de provisión asistencial. En cuanto a tecnología y medios, el 31% valora en este aspecto a la sanidad privada, el 27% a ambos entornos asistenciales, público y privado y el 40% apunta hacia el sector público.

A la hora de elegir entre sanidad privada y sanidad pública, los datos del Barómetro muestran preferencia por la primera en todos los “ítem” sobre los que se ha preguntado: a la hora de acudir al especialista, ante el ingreso hospitalario, al ir a urgencias o incluso si hay que asistir a la consulta de atención primaria.

Por otro lado, 8 de cada 10 usuarios de los distintos servicios (atención primaria, consulta especializada, pruebas diagnósticas y servicio de urgencias) de la sanidad privada recomendarían en gran medida su uso.

El Barómetro revela que los asegurados españoles valoran con un 7,5 la atención y accesibilidad en los servicios sanitarios en el entorno privado: la adaptación de las infraestructuras (7,8) y la agilidad de los servicios (7,7) son los atributos mejor puntuados en este entorno. Asimismo, la calidad del servicio recibe una valoración de 7,7 y los servicios generales, un 7,5. 

Todos los pacientes precisan una atención pronta, eficaz y con buenos resultados, en este sentido la rapidez y agilidad para la realización de pruebas (7,6), la citación (7,7) y la obtención de resultados (7,7) son los aspectos más destacados.

De igual manera que ocurría con atención y accesibilidad, el bloque de atributos relativo a la calidad del servicio (trato recibido por profesionales asistenciales, administrativos y de información al paciente; tecnologías de la información y la comunicación -TIC- disponibles, cobertura de especialidades, mantenimiento de los equipos, tecnología y medios obtiene una valoración muy positiva, con una puntuación media global de 7,7. Todos los atributos en este bloque obtienen puntuaciones superiores a 7,3, siendo el atributo con mejor percepción “el trato por el personal sanitario durante el tiempo que estuvo en el hospital de día”, con una puntuación de 8 y con un 85% de los encuestados adjudicándole un valor por encima de 7 puntos.

El bloque referido a servicios generales tiene una valoración media de 7,5 puntos. La limpieza de las instalaciones y equipos y el confort de las mismas siguen destacando, ya que tienen puntuaciones iguales o superiores a 8. Los servicios no sanitarios como la alimentación o la facilidad de aparcamiento están por debajo, con 7,3 y 6,4 puntos respectivamente, siendo este último el que destaca como peor valorado en la sanidad privada.

Los datos muestran cómo la atención recibida durante el ingreso hospitalario es la mejor evaluada (8,3). En este caso, todos los atributos (atención y cuidados recibidos, horarios de visita al paciente, información aportada, equipamiento y aparataje tecnológico, así como la comodidad en las habitaciones, tiempo de espera para el ingreso y trámites administrativos tienen puntuaciones por encima de 8).

La puntuación media global en atención primaria/especializada y las urgencias es de 7,9. “En el caso de primaria, el trato del personal sanitario recibe 8,2 puntos, siendo el aspecto mejor valorado dentro de esta categoría por delante de la posibilidad de elección de especialista -con 8,1 puntos-; la información recibida, con un 8; el tiempo de dedicación a cada paciente, con un 7,8; y el trato recibido con la misma puntuación. La atención y los cuidados recibidos del personal sanitario y la adecuación de las instalaciones son los atributos más puntuados en urgencias con un 8,1 y el tiempo de espera alcanza una cifra más que adecuada y por lo tanto a destacar de 7,5”, añade el director general de IDIS.

Los usuarios reconocen, igualmente, la mejora en los servicios de forma continuada y a futuro en todos los atributos analizados, especialmente en cuanto a innovación tecnológica, modernización de las instalaciones, atención sanitaria prestada y formación del personal sanitario. “Independientemente de la satisfacción que tiene para nosotros una valoración tan positiva por parte del usuario -concluye Manuel Vilches- este ejercicio nos permite identificar áreas de mejora en las que tenemos que centrar esfuerzos y conocer las expectativas de los pacientes. Sabemos que nuestros principios son la calidad asistencial y la satisfacción del usuario en cuanto a cobertura de todas sus necesidades y expectativas y de su experiencia de cliente; y por ello no podemos bajar la guardia, sino continuar trabajando para mantener y mejorar estándares porque lo que está en juego es la salud de nuestros pacientes”.

Fuente: medicosypacientes.com


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