“Me puse en contacto con la Fundación y a partir de ahí todo fue rapidísimo. Aprobaron el ingreso de urgencia y gracias a eso mi mujer pudo acceder a ese centro”, con estas palabras un beneficiario agradece la ayuda que la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (OMC) dio a su mujer, doctora, a través del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), tal y como cuenta en esta entrevista publicada en el apartado “Historias de la Fundación” de la Web de la FPSOMC. Este programa de médicos para médicos ayuda a aquellos que se encuentran en situación de enfermedad y garantiza su recuperación para que puedan seguir prestando asistencia y reincorporarse a su labor profesional
Los nombres y algunos detalles de este testimonio han sido modificados para preservar el anonimato y privacidad de sus protagonistas.
“Hay una tendencia por parte de los médicos a aguantar: es posible que lo estén pasando mal en el trabajo o que estén sobrecargados por la falta de personal. Y aguantan, aguantan y aguantan hasta que no pueden más y nunca piden ayuda. Pero yo a los médicos les digo que su vida es más importante porque, sin ellos, no se puede ayudar a los demás”.
Pablo (nombre ficticio) es el autor de esta reflexión. No es médico pero conoce muy bien a este colectivo. Cristina, su mujer, sí lo es y ambos viven en la isla de Tenerife. Y si Pablo es muy consciente de lo que puede llegar a sufrir un médico es porque su esposa lo ha vivido en sus propias carnes.
Su historia es la de muchos profesionales sanitarios. “Sufrió un caso de acoso en el trabajo, hecho que coincidió con un momento de mucho estrés. Empezó a encontrarse mal hasta que se vio obligada a coger la baja, pero no mejoró”, relata Pablo.
“A la segunda o tercera baja la situación se agravó hasta el punto de tener que ser ingresada. A partir de entonces fue a peor porque el tratamiento que le ofrecían era muy agresivo. Cuando vi que no funcionaba nada, no me quedó otra opción que buscar alternativas”.
Esa alternativa de la que habla Pablo es el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) que ofrece la Fundación para la Protección Social. De médicos para médicos, buscar ayudar a éste cuando se encuentra en situación de enfermedad.
“El doctor que estaba atendiendo a mi mujer me indicó que existía una clínica en Barcelona especializada en tratar al personal sanitario. Esto es muy importante porque atienden al paciente para que pueda volver a ejercer la medicina con garantías. Acudí al Colegio Provincial pero en Santa Cruz de Tenerife no disponen de líneas de ayuda para estos ingresos”, detalla Pablo.
Y es ahí cuando aparece la Fundación: “Se nos abrió el cielo porque daba todo por perdido” explica Pablo. “Me puse en contacto con la Fundación y a partir de ahí todo fue rapidísimo. Aprobaron el ingreso de urgencia y gracias a eso mi mujer pudo acceder a ese centro”.
“Allí recibió un tratamiento especializado con psicólogos, psiquiatras, fisioterapias… Pero más allá de eso, el componente humano y cómo cuidan a la gente es impresionante. Y una vez que la Fundación dio el visto bueno, no tuve que preocuparme por absolutamente nada”, resume.
Pablo no es médico pero su situación le ha servido para poder entender cómo se puede llegar a sentir un profesional ante una situación de este tipo. Es por ello que aconseja a todos los médicos “que se encuentren en una situación similar que no lo duden: la Fundación ayuda. Todas las veces que he hablado o pedido algo en todo momento nos han escuchado”.
Cuestionado sobre si recomendaría la labor de la Fundación y su programa PAIME, Pablo no duda. “Por supuesto. Sin la Fundación mi mujer estaría mucho peor o, simplemente habría pasado algo todavía más grave”.
Para más información sobre el programa PAIME, consulta el área de Prestaciones para la Protección, Promoción y Prevención de la Salud del Médico.
Fuente: medicosypacientes.com