El Dr. Luis María Casero, secretario general del Colegio de Médicos de Ciudad Real y miembro del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), considera que existe poca coordinación entre la Administración y los Colegios de Médicos para tratar de erradicar las agresiones en el ámbito sanitario, a pesar de que “deberíamos trabajar de la mano, compartir información y medidas de prevención”, según ha explicado en una entrevista con motivo del Día Nacional contra las Agresiones a Sanitarios, que se celebra este jueves.

Desde la puesta en marcha del 2010 el Observatorio de Agresiones se han logrado importantes avances ¿Cuál es el balance de lo conseguido en este tiempo?

El balance es muy positivo. Se ha conseguido sensibilizar a todos los estamentos implicados: pacientes, profesionales, fiscales, jueces, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Todos conocemos ya la gravedad del problema y la gran repercusión que las agresiones tiene sobre la asistencia sanitaria en su día a día. La agresión a un profesional médico, rompe lo más importante, que es la relación de confianza entre el profesional y su paciente, por lo que resulta gravemente dañada la asistencia sanitaria que se preste a partir de ese momento, no sólo con ese paciente si no con otros.

¿Cuál es la situación en su colegio? ¿Qué medidas se han implementado?

Nuestro Colegio se ha implicado de forma muy activa con este grave problema, desde un primer momento. Ha participado en íntima coordinación con el Observatorio de Agresiones. En el portal web del Colegio, existe un acceso directo a todo lo relacionado con Agresiones: asesoramiento, denuncia, formularios, teléfonos de contacto. En relación a esto último, disponemos de un teléfono para que el médico que sea agredido pueda contactar con el Responsable Colegial de Agresiones, las 24 horas del día los 365 días del año. Recibe asesoramiento sobre qué medidas debe adoptar desde un primer momento, que debe hacer, donde debe denunciar, etc...

El Colegio ofrece asesoramiento a todos los colegiados, y se persona como acusación particular en todas las agresiones que son denunciadas. El médico agredido no puede sentirse solo en ningún momento. Necesita apoyo, asesoramiento y que perciba que su Colegio está junto a él.

¿Qué coordinación existe entre la Administración sanitaria y los Colegios de Médicos en lo referente a las agresiones que se producen en el ámbito sanitario?

Muy poca, por no decir que ninguna. Por decirlo de forma gráfica, ni siquiera compartimos los datos de las agresiones producidas. En mi opinión, la Administración Sanitaria y los Colegios de Médicos deberíamos trabajar de la mano. Compartir información, medidas de prevención, sesiones formativas, sensibilizar a la población, a los poderes públicos. Se trata de un grave problema que no es de los Colegios ni de los Médicos; es un problema de la Sanidad, que afecta directamente a profesionales y pacientes. Por ello se debería llevar a cabo cuanto antes la colaboración y coordinación entre la Administración Sanitaria y los Colegios de Médicos. No podemos seguir como si el problema no nos afectara a todos.

Desde el Colegio de Ciudad Real, el presidente está contactando con los distintos gerentes de nuestra provincia, para intentar potenciar la colaboración entre los responsables sanitarios y los colegiales. El médico agredido debe denunciar los hechos ante el Colegio y ante su Centro Sanitario (empresa). Todos debemos trabajar juntos para acabar con esta lacra.

La reforma del Código Penal supuso que un médico de la sanidad pública sea considerado autoridad y, por tanto, que las agresiones sean penadas en base a ello. ¿Qué repercusión ha tenido esta medida?

Ha sido un gran avance en la lucha contra las agresiones a médicos. Ya que va en la línea de nuestro eslogan: frente a las agresiones tolerancia cero. El problema en este aspecto es que no se sigue el mismo criterio cuando la agresión se produce en el ámbito privado. Desde el Observatorio seguimos incidiendo en la importancia de no hacer esta diferenciación entre público y privado. La asistencia sanitaria es asistencia sanitaria, independientemente de que exista relación funcionarial o no. El no hacer distinciones en este sentido iría a favor de proteger y defender nuestra sanidad, a los profesionales y a los pacientes.

Las agresiones verbales y las amenazas que pueden salir “gratis” al agresor. ¿Cuál es la estrategia del Observatorio en este sentido?

No se debe quitar importancia al abuso verbal, a los insultos, a las coacciones y/o a las amenazas. Hay que denunciar estos hechos, ya que no solo son agresiones las físicas; frente a las agresiones tolerancia cero, sean del tipo que sean. Un médico coaccionado o amenazado no puede ejercer su profesión con la relación de confianza necesaria que decía anteriormente en su relación con el paciente.

¿El hecho de que haya seguridad en los centros es otro de los objetivos que se han planteado? 

Para una atención sanitaria de calidad es imprescindible a mi juicio un entorno de trabajo seguro y un trato respetuoso. Desde el Observatorio de Agresiones nos hemos marcado como objetivo prioritario el exigir a los Servicio Públicos de Salud que todos los centros donde se realice actividad sanitaria, estén dotados de la seguridad necesaria. Es responsabilidad de la empresa (Sanitaria en este caso) que el centro de trabajo sea seguro y que el profesional realice su tarea en condiciones de seguridad. La Administración no puede mirar para otro lado y desde el Observatorio vamos a denunciar todas aquellas situaciones en las que se produzca una falta de medidas de seguridad en los centros sanitarios. La Administración tiene al menos una responsabilidad “in vigilando”.

¿Cuál es la mejor manera de prevenir las agresiones?

Entiendo que es necesario incidir en la prevención de la agresividad y en su manejo. A través de la concienciación social (labor fundamental en la que están implicados los medios de comunicación), a través de la educación en valores de tolerancia, respeto a los demás y respeto a la diferencia. Debemos interiorizar y conseguir que todos comprendamos que la violencia nunca está justificada. Desde la OMC se han realizado Cursos de Prevención y Abordaje de las Agresiones, dirigidos a médicos de toda España, que inciden en todos estos aspectos. Las Administraciones Sanitarias y las Universidades también se deben implicar en la formación de los Sanitarios para estar mejor preparados ante este tipo de situaciones.

Fuente: medicosypacientes.com


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