La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) presentó los actos conmemorativos de su centenario en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Su presidente, Dr. Juan José Rodríguez Sendín, subrayó que los objetivos de hace cien años “son exactamente los mismos que los de ahora, basados en la solidaridad preventiva, porque no es algo que emana de la necesidad, sino que lo hace a través de un método para poder responder cuando surge la verdadera adversidad” e hizo hincapié en que los impulsores de la Fundación no apelaron a la caridad, sino al derecho y a la obligación de contribuir con la cantidad asignada en aquel momento.
Esta cita contó con la participación de Adela Nieto, consejera de Sanidad, Servicios Sociales, Menores e Igualdad de Ceuta; y del Dr. Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta. El Dr. Rodríguez Sendín declaró que “a los españoles nos cuesta mucho reconocer que nuestra historia no empezó ni ayer, ni hoy y en el ámbito de la Medicina la mayoría de las cosas que tenemos se las debemos a aquellos que nos han precedido”.
El Dr. Rodríguez Sendín explicó que hace cien años, “cuando otras naciones estaban construyendo su futuro, España ya tenía entonces un gran país y era lo que en parte es hoy”. El presidente de la FPSOMC hizo un repaso por los orígenes de la Fundación “cuando unos colegas tuvieron la fortuna de imaginar que podía haber una respuesta solidaria ante las necesidades que en aquel momento podían tener los médicos y sus familias cuando fallecían”.
Los orígenes se sitúan en 1917, cuando nació con el objetivo de proteger a los huérfanos, viudas de médicos y profesionales que habían sufrido algún episodio que les impedía desarrollar su trabajo. Un año después, la situación se vio acrecentada por la gripe de 1918 que acabó con la vida de muchos médicos, especialmente rurales, y dejó un importante número de viudas y niños huérfanos.
El presidente de la FPSOMC destacó que los médicos que potenciaron la Fundación buscaron “otorgar derechos”. Un derecho que surge cuando todos los actores contribuyen en condiciones de igualdad. “Entonces era obligatorio pagar diez céntimos de peseta para socorrer las necesidades que surgían, algo con lo que se puede establecer un paralelismo con el Sistema Nacional de Salud que hoy tenemos”, esgrimió. El Dr. Rodríguez Sendín explicó que el SNS, con los impuestos que se pagan, hace una bolsa común según definen los responsables colectivos y de este modo se atiende la enfermedad “hasta hace poco tiempo en condiciones de igualdad”.
Asimismo, indicó que “la solidaridad es uno de eso valores inherentes a la profesión médica, que lucha contra el individualismo que hoy nos aqueja”. Hoy la Fundación destina más de 14 millones de euros anuales a prestaciones asistenciales, educacionales, para la conciliación de la vida personal, familiar y profesional, para la promoción, protección y prevención de la salud y un servicio de atención social, así como un servicio de promoción de empleo médico.
“Lo importante -según señaló- es que no hay ningún agujero negro que lamentar después de haberse repartido tanto dinero solidario”, manifestó, algo, a su juicio "muy importante”. También puso en valor el método de gestión por “el cual atendemos a unas 3.000 personas anualmente”.
El Dr. Rodríguez Sendín expuso que hablar de solidaridad y valores “va en el ADN de los médicos, que recoge el crisol de muchos años de historia donde se han ido adquiriendo costumbres y el fiel reflejo de todo ello son los colegios profesionales”. Por este motivo consideró que la Fundación “es historia, pero sobre todo sociedad, porque respondemos a las necesidades actuales de nuestros compañeros”.
La Fundación cuenta con 11 beneficiarios en Ceuta
El Dr. Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta, impulsor de la celebración de este acto la Ciudad Autónoma, expresó su agradecimiento a todos los colegas por aceptar llevar a cabo esta reunión promovida por su colegio, que es “modesto y humilde” pero “rico en ilusión, compañerismo y confraternidad”.
En este punto, destacó que el colegio ceutí tiene una historia de 90 años en los que ha destacado por “solidaridad y compañerismo”. En 1917, fecha de creación de la Fundación, Ceuta experimentaba un gran desarrollo demográfico en los que pasó en pocas décadas de 10.000 a 50.000 habitantes, debido al desarrollo del puerto, la línea férrea con Tetuán, las guerras del Protectorado y la llegada de mano de obra con jornaleros.
“Desde el punto de vista sanitario, Ceuta era un enorme hospital, porque contaba con parte militar y civil”, comentó. Con motivo de la guerra, el grueso de los médicos eran militares y solo había ocho médicos civiles, dos dentistas, cuatro comadronas, tres ópticos y tres laboratorios. En este contexto, los médicos militares se centraban en las bajas de la contienda, los civiles enfocaban su labor a paliar los problemas derivados de las condiciones higiénicas que propiciaba la falta de agua, epidemias, miseria…
La protección social del médico militar estaba cubierta con una pensión estatal, pero el médico civil, que trabajaban en la Beneficencia, tenían pensiones graciables del Ayuntamiento y si sufrían algún tipo de desgracia su familia quedaba en una situación delicada. La Fundación en Ceuta empezó a dar las primeras prestaciones en 2004 y en el último año cuenta con 11 beneficiarios y tiene en marcha el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME).
Por su parte, Nieves García Fuentes, responsable de la gestión de las prestaciones de la Fundación en el Colegio de Médicos de Ceuta, comentó que desempeña un trabajo “emocionalmente complicado porque cuando vienen a solicitar alguna prestación es porque algo trágico ha ocurrido en sus familias. Son momentos de tristeza en los que muchas veces no recuerdan que tienen una Fundación y un Colegio que les va a apoyar en esos duros momentos”.
Ante estas situaciones, “cuando tengo conocimiento del fallecimiento de un colegiado, me pongo en contacto con la familia para que conozcan las prestaciones a las que se pueden acoger y todos los trámites para que, al menos, esta gestión no sea tan complicada y poder decirles que no están solos, que tienen una Fundación y un Colegio que les va a ayudar y proteger en todo los posible”, aseguró.
Además, hizo hincapié en que “mientras que existan los Colegios de Médicos y la Fundación, no habrá huérfano de este colectivo que quede desprotegido”. Nieves García Fuentes contó que “hace unos años vino un chico a colegiarse y me comentó que era médicos gracias a la Fundación. Era huérfano de médico y había podido estudiar la carrera gracias al apoyo que había recibido de esta organización y que el hecho de la protección que obtuvo fue uno de los motivos que le empujaron a decidirse por hacer Medicina con la finalidad de llegar a ser él también uno más del colectivo y poder devolver así la ayuda que había estado recibiendo”.
En el acto del centenario también intervino Mohamed Jebbour, beneficiario de la Fundación en Ceuta, que aportó su testimonio sobre las ayudas que ha recibido como viudo de la ginecóloga Soraya Mohamed Chaib y la que reciben sus dos hijos desde hace 12 años, cuando falleció su esposa. Jebbour tenía una empresa que se dedicaba a la publicidad. Sin embargo, tras la muerte de su mujer en 2004 se quedó con una niña de dos años y un niño de tres con síndrome de Down, por lo que tuvo que dejar su profesión porque en Rabat, donde residía, no había colegios de integración para su hijo. El beneficiario quiso agradecer las ayudas de la Fundación que le han servido para “salir adelante”.
Adela Nieto: "La Fundación muestra la responsabilidad social de la profesión con los médicos y sus familias"
La consejera Adela Nieto, que fue la encargada de clausurar el acto, reconoció que “la Fundación es una gran desconocida y es preciso que la sociedad conozca la enorme labor que desempeña y el futuro prometedor que tiene”. Destacó que la institución “pone en valor sus años de trabajo al lado del médico y de sus familias”. El lema 'Un siglo de vidas, contigo' hace referencia a todas aquellas personas que han sido y son beneficiarias “y que componen su razón de ser”.
Para Nieto “se trata de una fundación solidaria muestra de la responsabilidad social de la profesión con los médicos y sus familias y que ha permitido en este siglo ayudar a miles de personas a estudiar, a conciliar vida familiar y laboral, y a salir adelante en situaciones complicadas, a través de sus diferentes prestaciones”.
La consejera reseñó que “la labor de la Fundación es acompañar a los médicos y sus familias en el momento que lo necesitan, de ahí que su lema del centenario condense lo que es, pero también el camino que queda por recorrer”.
Tras la presentación el Dr. Enrique Roviralta entregó una placa conmemorativa al Dr. Rodríguez Sendín, como reconocimiento a su trayectoria de ocho años al frente de la presidencia de la OMC y una medalla a Rosa Muncharaz, por su profesionalidad y dedicación desde que comenzó a trabajar en la corporación en 1965. Desde entonces ha trabajado en la secretaría general y secretaria de presidencia con diez presidentes, convirtiéndose en auténtico referente y memoria histórica de la OMC.
Fuente: medicosypacientes.com