La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) acogió ayer miércoles un Debate sobre “Profesionalismo en Salud” donde se abordaron diferentes aspectos relacionados con este término, tales como la excelencia en las profesiones sanitarias y la gestión de los profesionales en las organizaciones sanitarias. También se analizaron los retos actuales de las profesiones sanitarias y el entorno profesional del futuro con la participación del vicepresidente primero de la OMC, Dr. Serafín Romero, y del responsable del Área Profesional de la Corporación, Dr. Arcadi Gual

Algunos de dichos retos fueron analizados en una mesa moderada por el vicepresidente primero de la Organización Médica Colegial, Dr. Serafín Romero, con la participación, además, del Dr. Miquel Vilardell, catedrático de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, y del sociólogo Juan Francisco Hernández.

El Dr. Romero, a modo de introducción, hizo un repaso a toda la actividad que, en torno a estos conceptos, ha desarrollado a lo largo de la última década la Organización Médica Colegial, recordando algunas de las principales medidas que se han puesto en marcha a lo largo de todo este tiempo, “y que permiten demostrar cómo los Colegios de Médicos se han volcado con el profesionalismo y sus valores”.

El representante de la OMC recordó algunos de los principales trabajos realizados bajo los cimientos de dicho profesionalismo, como el elaborado en 2006, “Ser Médico: Los retos del profesionalismo”, coordinado por el que fue gran experto en esta materia, Dr. Helios Pardell. “Fue una época -recuerda el Dr. Romero- en la que al médico le embargaba una gran desmotivación, debido, en parte, a la falta de reconocimiento de su labor”. “Bajo ese escenario, -prosigue- nuestra corporación fue consciente de la necesidad de poner en marcha un nuevo ideario profesional, muy relacionado con la nueva etapa de la OMC, a partir de 2009, caracterizada por el fomento del desarrollo profesional, la formación, la excelencia, el credencialismo, el nuevo contrato social con los ciudadanos, la demografía médica, etc.”.

Por aquél entonces, y coincidiendo con el inicio de la crisis del Estado de Bienestar, como destacó el Dr. Romero, la OMC impulsó otra importante publicación: “El médico del futuro”, en la que se pone en alza el liderazgo profesional potenciado desde las propias organizaciones médicas con el fin de poner en valor la esencia del profesionalismo médico. “Es en esa etapa cuando surge el germen de mecanismos que permitan la renovación de la credencial, como es la Validación Periódica de la Colegiación (VPC).

Le siguen otros documentos en los años posteriores como “Profesión médica, profesional médico y profesionalismo médico”, de 2010, en el que se hace una revisión al profesionalismo que queda definido como “el conjunto de principios éticos y deontológicos, valores y conductas que sustentan el compromiso de los profesionales de la medicina con el servicio a los ciudadanos, que evolucionan con los cambios sociales, y que avalan la confianza que la población tiene en los médicos”. Tiene como principio fundamental “anteponer los intereses del paciente a los del propio médico”, como remarcó el Dr. Romero.

Los pasos dados a continuación tuvieron que ver por la puesta en marcha del nuevo Código Deontológico, la apuesta por el credencialismo como garantía para el ciudadano (VPC), además del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), “que, en definitiva, representan una puesta al día de los valores del profesionalismo”.

Finalmente, el Dr. Romero valoró positivamente la participación de la OMC en actos como el organizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública donde se han puesto en alza los valores del profesionalismo, que, fundamentalmente, “forma parte del ser del médico”. “Como representantes de la profesión médica –concluyó- tenemos una función fundamental como es la puesta en escena de un código de comportamiento, como es el Código de Deontología Médica, que va muy unido al concepto de profesionalismo”.

Futuro de la formación médica

El responsable del Área Profesional de la OMC, Dr. Arcadi Gual, catedrático de la Universidad de Barcelona y miembro de la Fundación de Educación Médica, destacó el interés y la sensibilidad del sector sanitario por el profesionalismo, “como lo constatan jornadas de este tipo”, según sus palabras.

El Dr. Gual ofreció una ponencia sobre el futuro de la formación de los profesionales sanitarios, en el marco de otra de las mesas de la jornada, dedicada al “Entorno profesional del futuro”, en la que también intervinieron los Dres. Blanca Valls, residente de Medicina de Familia y Comunitaria; y el Dr. Rivero Román, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba.

El Dr. Gual destacó, en primer lugar, la importancia de definir el tipo de médico que demanda la ciudadanía, para después dotarle de la formación adecuada, sustentando parte de sus argumentos en la publicación “El médico del futuro”, de 2009 del que es coautor con el Dr. Helios Pardell, orientado a “resituar la posición del médico en el Sistema Sanitario, a fin de aprovechar al máximo todo su potencial, en beneficio no sólo de la propia profesión sino también de la sociedad a la que sirve”.

Una vez definido el perfil del médico que se precisa, el paso siguiente es el de velar por su formación tanto de pregrado, como la especializada y la continuada.

Respecto a la formación universitaria, consideró que se necesita una reforma importante pero se mostró pesimista respecto a los cambios que han de producirse desde el seno de la Universidad.

En cuanto a la formación especializada, lamentó la situación de estancamiento, y comentó los últimos acontecimientos sufridos por la troncalidad tras la sentencia del Tribunal Supremo que tumba el Decreto 639/2014. “Hemos retrocedido en lo que respecta a la formación de postgrado hasta 2003, año en el que se promulgo la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias”.

Por otra parte, calificó de “caótica” la situación de la formación continuada en la que tantas partes intervienen: desde sociedades científicas y colegios médicos pasando por empleadores, industria farmacéutica, sector privado, etc., "desconociéndose, en el fondo, a quién corresponde su coordinación". Desde su punto de vista, lo que de verdad se precisa "es un desarrollo profesional continuo (DPC), organizado, planificado y evaluado".

En definitiva, para el Dr. Gual, la solución a este problema no procede de actuaciones individuales sino de la acción conjunta de los actores implicados, con la capacidad suficiente para desarrollar una estructura que genere un clima de confianza de cara a la planificación de la formación, y reforzar, de esa forma, el “continuum formativo” de los profesionales, además de implementar el DPC”.

Fuente: medicosypacientes.com


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