Este jueves, 16 de enero, se ha celebrado la jornada ‘Gestión sanitaria y Medicina. La necesaria convergencia de la visión sistémica y la del profesionalismo médico’ en la sede de la OMC.
La jornada organizada por la Organización Médica Colegial (OMC), la Asociación de Economía de la Salud (AES) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), ha girado en torno a tres mesas de debate para abordar la gestión de los recursos humanos, cómo avanzar en las reformas para esta gestión, y los desafíos y estrategias que se plantean.
A modo de conclusión, las tres organizaciones han emitido un posicionamiento conjunto en el que destacan distintas vías de avance ante la desafección de los médicos y otros profesionales sanitarios respecto del Sistema Nacional de la Salud.
Visión multidisciplinar de la gestión de recursos humanos del SNS
La mesa que abordó la ‘Introducción al reto de la gestión de recursos humanos del SNS con la visión y propuestas de SESPAS, AES y OMC’, ha contado con las intervenciones de Eduardo Satué, presidente de SESPAS; Anna García Altés, presidenta de AES; y Serafín Romero, expresidente de la OMC y coordinador del Observatorio de la Profesión e Identidad Médica (OPIMED).
Este espacio ha sido moderado por Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda de la OMC, quien ha introducido el tema haciendo alusión a los diferentes estudios, informes y documentos publicados por las tres organizaciones que reflejan su compromiso continuo por la mejora de la gestión de recursos humanos del SNS.
En este sentido, el informe SESPAS 2024, aporta una estrategia diferente a lo ya planteado, según ha expuesto su presidente, Eduardo Satué. “No podemos seguir haciendo lo mismo indefinidamente y esperar resultados diferentes”, ha dicho. El informe aborda temas esenciales como la práctica dual, la escasez de profesionales en atención primaria y medicina de familia, y cómo gestionar mejor los incentivos que es un recurso esencial.
Asimismo, ha señalado que para hablar de la gestión de los recursos humanos primero “debemos definir qué Sistema Nacional de Salud queremos: si apostamos por la calidad, por la accesibilidad o por la calidad humana y si hay un compromiso social detrás que lo respalde”. Además, ha abordado la necesidad de revisar la regulación estatutaria porque “el actual marco permite y es el causante de que un 50% de los profesionales sanitarios estén en temporalidad. No podemos seguir teniendo el mismo Estatuto Marco si queremos resultados diferentes”.
En su opinión, “el verdadero enemigo del SNS no es la falta de recursos ni la gestión, sino la indiferencia, la pasividad y la desafección tanto de la sociedad como de los profesionales. Tenemos que generar herramientas que fomenten valores, compromiso y en el que las personas se identifiquen con este sistema precioso y piensen que no solo lo quieren conservar, sino mejorar”.
Por su parte, Anna García Altés ha hablado sobre la labor realizada por AES en esta materia y las propuestas llevadas a cabo en las que ha incidido en la necesidad de “ir más allá de las cifras y considerar otros factores clave como son los determinantes”.
En este sentido, ha coincidido en la importancia de los incentivos en los comportamientos, especialmente en el ámbito de los recursos humanos. Tal y como ha dicho, “los incentivos no son solo salariales. Incluyen condiciones laborales, flexibilidad horaria, pertenecer a un equipo, oportunidades para investigar, especializarse o formarse, y el acceso a nuevas técnicas. Incluso el prestigio profesional influye mucho. Estos factores son cruciales para que los médicos elijan plaza, centro de formación y destino de trabajo definitivo”.
Asimismo, en cuanto a los modelos de gestión, ha resaltado que “la evidencia científica nos muestra que una mayor eficiencia de los centros sanitarios está asociada a marcos más flexibles de regulación y gestión, alejados de las limitaciones autoimpuestas por la administración pública”. Además, tal y como ha señalado “la competencia por comparación es un gran activador de calidad y que la convivencia de diferentes modelos de gestión sanitaria podría estimular y mitigar la comparación ajustando las características diferenciales y nivelando el terreno de juego”.
Finalmente, Serafín Romero, ha definido en su intervención la OMC como “la casa de la profesión médica y un espacio ético y democrático de libertades profesionales y directivas de los médicos y un foro de pensamiento”. Con esta jornada “estamos escenificando precisamente ese foro de pensamiento con algunas premisas de lo que ha sido este devenir del siglo XXI y cómo hemos ido adaptando la visión desde esta casa”.
Precisamente, uno de los retos a los que ha aludido es la necesidad de “un acuerdo político que dure al menos dos legislaturas al máximo nivel y que facilite las reformas necesarias en políticas de recursos humanos y de nuestro SNS que apueste por una nueva oleada reformista. Si seguimos haciendo más de lo mismo, no iremos a ningún sitio”.
También ha destacado “la importancia de un modelo explicativo integral que permita entender dónde estamos y hacia dónde vamos, así como un diseño institucional que enganche a los profesionales no solo en la gestión sino en el desarrollo profesional y que cuente con la participación de la profesión médica”.
Finalmente, ha hecho un repaso por los estudios y proyectos liderados por la OMC y las propuestas realizadas en ámbitos como la demografía médica, las agresiones en el ámbito sanitario, la salud y el bienestar de los profesionales, y el desarrollo profesional continuo. “Todas estas propuestas emanadas desde la propia corporación vienen de nuestro Código de Deontología Médica y del concepto de profesionalismo médico: buscar la excelencia profesional, hacerlo en un entorno colaborativo, con trabajo en equipo, buscando la eficiencia de los recursos y poniendo encima de la mesa que hoy hemos renombrado como humanismo”.
Promover la cohesión y aumentar el papel del médico en la cogobernanza del sistema para avanzar en la gestión sanitaria
La segunda mesa de la jornada ha versado sobre los impedimentos para avanzar en las reformas de la gestión de reformas en el Sistema Nacional de Salud, un espacio que ha contado con los doctores Tomás Cobo, presidente de la OMC y Vicente Ortún, expresidente de AES y SESPAS bajo la moderación de José Ramón Repullo, profesor emérito de la Escuela Nacional de Sanidad.
El Dr. Tomás Cobo ha hecho hincapié en la necesidad de contar con los profesionales, especialmente la profesión médica, para las soluciones que necesita el Sistema Nacional de Salud en el ámbito de la gestión. “Es necesaria una mayor cohesión del sistema y aumentar la cogobernanza para que los médicos tengan un papel más activo en esta parcela, así como profesionalizar las gerencias y jefaturas de servicio para que estas no estén al albur de la política”, ha aseverado.
En su opinión, para mejorar la gestión es urgente acabar o solucionar las tres grandes quiebras del sistema que son: la precariedad laboral, la falta de tiempo para la formación médica continuada y el modelo retributivo. En este último punto ha insistido en que éste debe de transformarse para que no dependa de las guardias o múltiples complementos. Ahora es un momento idóneo para generar estos cambios y lograr retener el talento, una cuestión que debe de preocuparnos a todos
Otro de los grandes asuntos en lo que ha insistido es en la importancia de la educación sanitaria, tanto para la población para conocer y cuidar el modelo que tenemos en España, como para los profesionales para potenciar la eficiencia y priorizar el uso de los recursos
Por otra parte, el Dr. Vicente Ortún, ha alertado sobre la necesidad de pasar a la acción en la toma de medidas relacionadas con la gestión en Recursos Humanos en nuestra sanidad. En línea con el Dr. Cobo, el experto ha puesto en relieve las ventajas de dotar de mayor autonomía en la gestión a los profesionales médicos, de atenderlos y cuidarlos porque “el futuro del Sistema Nacional de Salud depende de la visión que tengan los médicos de cómo les va a ir los próximos años y de qué financiación va a tener el sistema”. Finalmente, el Dr. Repullo ha agradecido la participación de ambos facultativos y ha destacado que las organizaciones como la OMC, “son parte de la solución”.
La vinculación y la motivación de los profesionales requiere empezar a aplicar medidas
La tercera y última mesa de este encuentro se ha centrado en los desafíos y las estrategias para la vinculación y la motivación de los profesionales del SNS. Esta ha contado con la participación de Ricard Meneu, vicepresidente de la Fundación Instituto de Investigación en Servicios Sanitarios; José Ramón Repullo, profesor emérito de la ENS-ISCIII; Javier García Alegría, expresidente de FACME y de la SEMI; Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda de la OMC; y Serafín Romero, expresidente de la OMC y coordinador del Observatorio de la Profesión e Identidad Médica -OPIMED. La moderación ha corrido a cargo de Anna García, presidenta de AES.
Javier García Alegría, ha destacado que “tenemos el compromiso moral de conocer qué ocurría en 2019 y qué está pasando en 2024; tenemos la obligación moral de que las decisiones políticas estén sustentadas en la evidencia científica y esto es lo que deberemos plantear”. Al respecto, Serafín Romero ha afirmado que se necesita “más voluntad política, gerencial y profesional”. En este sentido, Ricard Meneu ha expuesto que el Dictamen de la Comisión para la reconstrucción social y económica es una hija de ruta clara, “pero nadie se pone a liderar ninguna de las cosas que todos tenemos claro que hay que hacer”. Ya hay mucha teoría y literatura al respecto, pero hace falta pasar a la acción y empezar a trabajar, ha explicado.
Serafín Romero ha explicado que con tras reforma de la atención primaria en España, “el sistema basado en la autogestión y autonomía -refiriéndose al ámbito público- se fue deteriorando porque hubo falta de confianza entre las gerencias y los profesionales”. Esta se debía a que la productividad se medía en base a unos objetivos que no tenían en cuenta la calidad del trabajo realizado, sino que solo consideraban aspectos cuantitativos, ha añadido. En cuanto a estos indicadores que deben tenerse en cuenta para valorar la eficiencia, la Dra. Rosa Arroyo ha hecho hincapié en que “tenemos que participar todos los agentes implicados: Administración sanitaria, colegios de médicos, sindicatos, sociedades científicas, …”.
Además, Rosa Arroyo ha señalado que la profesión médica está aprendiendo a saber qué valor -no sólo económico- tienen los recursos sanitarios. En la misma línea, ha expuesto que es esencial “educar a la ciudadanía, para que sepa qué se está consumiendo y en qué términos debe hacerse”, así como poner en valor la importancia de la Medicina Preventiva.
En cuanto a la fidelización de los profesionales, Javier García ha señalado que tenemos que “tratar de equilibrar y aunar las necesidades personales y profesionales con la institución y los servicios, pues estas son fundamentales para evitar la desafección de los profesionales”. Así, el marco que actualmente acoge a estos profesionales “necesita que se observen cuáles podemos constatar como las medidas más importantes para diseñar las formas de reafección compatibles con el sistema. No es una cuestión de más recursos humanos, sino de mejorar la respuesta del sistema a las expectativas de los profesionales”, ha afirmado Ricard Meneu.
Por ello, para José Ramón Repullo, “debemos ser capaces de diseñar políticas para fidelizar a los profesionales al sistema público a través de incentivos. Los incentivos estructurales (la vinculación con el salario, la calidad de empleo, todos los aspectos más básicos, …) son importantes, ya que son los que te garantizan la fidelización del personal”, ha explicado. Además, se deben amortiguar los contraincentivos, es decir, los conflictos de interés, así como “crear un marco donde la conducta virtuosa de los profesionales sea más fácil y donde portarse bien no sea heroico”, ha añadido Repullo, puesto que la motivación intrínseca en las profesiones sanitarias es muy importante.
Arroyo ha expuesto que los profesionales, además de la actividad asistencial “tenemos que adquirir, mantener y mejorar las competencias, así como las transversales y las digitales. Pedir una ambulancia te lleva más tiempo que atender y mirar a la cara a un paciente. A todo ello, hay que sumar la docencia”, ha afirmado. Por estas razones, desde la asociación de los médicos jóvenes de Europa (EJD) han reflejado las principales necesidades y estímulos son esenciales para fidelizarlos en dos documentos: ‘From Mandate to Motivation’ y ‘From Tradition to Transition’.
“No se invierte en RR. HH. en atención primaria, y prueba de ello es que en el año 2010 había 34 891 médicos de familia y pediatras en atención primaria, y en 2023 el total era de 37 598. Por su parte, en atención hospitalaria han pasado de 74 476 a 95 448. Todo ello, cuando está demostrado que tener el mismo médico de familia durante más de 15 años reduce la mortalidad en un 30%, y eso tiene un valor incalculable”, ha enfatizado Romero. Para redirigir esta situación, las claves pasan por priorizar la conciliación familiar y la salud, además de la formación, la investigación, … “Pero lo más importante es que es necesario empezar a tomar pequeñas acciones para que empiece a cambiar la situación actual”, ha señalado Serafín Romero.
FUENTE: www.medicosypacientes.com