Los equipos de Save The Children que trabajan en las zonas afectadas por la DANA en Valencia han explicado cómo niños y niñas que han sufrido la catástrofe han desarrollado “mutismo, pesadillas recurrentes, miedo a fenómenos atmosféricos, como la lluvia, o efectos como no querer salir a la calle o no querer hablar de la situación”.

Ante esta realidad, la organización humanitaria ha reclamado al Gobierno nacional y a los autonómicos que se doten de “planes y estrategias de adaptación al cambio climático” que contemplen acciones de contingencia ante emergencias climáticas que tengan en cuenta la especial vulnerabilidad y necesidades de la infancia.

Así, pide que en estos planes se incluyan cuestiones sobre cómo mantener la educación, cómo garantizar espacios seguros y un sistema de protección social que responda a estas situaciones de forma rápida.

Save the Children añade que sería recomendable incluir en esos documentos una serie de indicaciones para familias y profesionales para salvaguardar la salud física y mental de niños y niñas o las cuestiones relativas a los desplazamientos internos ante casos como el de la DANA en la Comunidad Valenciana, en que más de 71.000 niños y niñas se vieron expuestos a la catástrofe.

En el estudio de Save the Children ‘Born into the climate crisis’ se confirma que los niños y niñas son los más vulnerables a ver afectada su salud física y emocional por el cambio climático.

“La emergencia climática es el principal riesgo para la infancia porque tiene un impacto integral sobre todos sus derechos como, por ejemplo, el derecho a la educación o a la salud”, ha explicado la responsable de políticas de infancia de Save the Children, Carmela del Moral.

Además, la organización ha advertido de que las consecuencias de los fenómenos climáticos extremos, como las sequías, las lluvias torrenciales y las olas de calor, no impactan igual a los niños que a las niñas porque son ellas las más vulnerables a sufrir las consecuencias en la salud, la educación y la seguridad social y económica.

“Por ejemplo, las niñas son más susceptibles a contraer enfermedades inducidas por el calor por las diferencias en la producción de sudor y la termorregulación. También, distintos análisis, muestran que las adolescentes tienen más probabilidades que los niños de abandonar temporalmente su educación para apoyar los ingresos familiares tras un desastre natural”, ha detallado del Moral.

Por otro lado, según el informe de Save the Children ‘Generation Hope: 2.400 millones de razones para poner fin a la crisis climática y a la desigualdad’, los niños y niñas más empobrecidos están más expuestos a las consecuencias de la crisis climática. Las comunidades más impactadas por la doble amenaza de la pobreza y la emergencia climática en España, según la ONG, son: la Comunidad Valenciana, Andalucía, Murcia, Castilla La Mancha y Extremadura.

Además, ante estas emergencias climáticas, Save The Children ha puesto de relieve la importancia de la escuela. “El colegio es mucho más que un espacio de aprendizaje, es un lugar seguro, en el que los niños y niñas se encuentran son sus compañeros y compañeras y están siempre los libros”, ha señalado.

Según recuerda la organización, en la Comunidad Valenciana, tras la DANA de finales de octubre, miles de niños y niñas no pudieron asistir a las clases, y todavía hoy algunos colegios siguen cerrados. En Tarragona y algunas provincias de Andalucía, con las fuertes lluvias de la semana pasada, los colegios también cerraron sus aulas. “En esta y en todas las catástrofes naturales, la educación ha sido una de las primeras pérdidas”, ha advertido.

A nivel internacional, la ONG, que participa en la COP29 (la cumbre mundial del clima de Naciones Unidas), ha solicitado que los derechos, las voces y las necesidades de los niños y niñas se tengan en cuenta en las decisiones financieras clave –como el nuevo Objetivo de Financiación Climática–, en los planes de adaptación nacionales y mundiales y que se les permita intervenir en la toma de decisiones.

FUENTE: www.medicosypacientes.com