La campaña ‘Independizarse’ pretende concienciar a la ciudadanía e involucrar a las administraciones públicas en dotaciones de recursos para prevenir la enfermedad y para la rehabilitación en centros y hospitales especializados.

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que ocurre cuando los vasos sanguíneos no son capaces de suministrar correctamente la sangre al cerebro. Puede darse por la obstrucción de un vaso, lo que causa una disminución del flujo sanguíneo (ictus isquémico), o bien por una rotura de un vaso directamente en el cerebro (ictus hemorrágico).

Según la Sociedad Española de Neurología, cerca de 120.000 personas sufren un ictus en España. El 85% de las personas que lo sufren, sobreviven al mismo y, de ellas, cerca de un tercio necesitan rehabilitación intensiva y temprana. Actualmente, más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un ictus.

“INDEPENDIZARSE”, UNA CAMPAÑA PARA CONCIENCIAR A LOS JÓVENES

En los últimos 20 años ha aumentado un 25% el número de casos de ictus entre las personas de 20 a 64 años, y se estima que en los próximos 25 años su incidencia se incrementará un 27%. Un tercio de los supervivientes necesita rehabilitación intensiva temprana, y un 70% de las personas que reciben tratamiento neurorrehabilitador adecuado, recuperan su independencia o cuidados mínimos

En el Día Mundial del Ictus, la Fundación Casaverde lanza la campaña ‘Independizarse’ con el doble objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de prevenir y conocer la enfermedad y de involucrar a las administraciones públicas en políticas de prevención y dotaciones de recursos de hospitales y centros para la rehabilitación.

Para ello, se ha trabajado con el significado del concepto “independencia”. Según el Consejo de la Juventud de España, siete de cada diez jóvenes no pueden independizarse antes de los 30 años. La campaña, diseñada por la agencia Utopicum, ahonda en las experiencias vitales de Noelia (24) y Paco (32), dos personas con una vida completamente normal, que vieron quebrar su vida de la noche a la mañana al recibir la visita de “un monstruo llamado ictus” que les “robó” su autonomía.

¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE LA “INDEPENDENCIA” DESPUÉS DE UN ICTUS?

Para Noelia y Paco, la independencia cobra un significado distinto que para otros jóvenes. El mismo que le dan muchos otros que padecen un ictus. Hace dos años, Noelia sufrió un ictus isquémico que le ha dejado secuelas. Tras superar la fase aguda en el hospital, presentaba falta de movilidad en las extremidades derechas y afasia, un trastorno que le impedía hablar. “Volver a casa fue extraño. De pronto, mi hogar se había convertido en algo irreconocible. Mi vida había cambiado para siempre y es algo que cuesta digerir”.

Tras el periodo de rehabilitación en la Clínica Casaverde Ambulatoria Alicante, ha vuelto a caminar distancias medias y se puede comunicar con frases breves. “Ha conseguido volver a hacer actividades como vestirse, ducharse, cocinar… incluso ha vuelto a conducir después de mucho tiempo”, relata un emocionado Andrés, su novio, uno de sus mayores apoyos en estos momentos difíciles.

Ahora, Noelia dice sentirse muy bien consigo misma y orgullosa de su progreso. “Cada día doy lo mejor de mí para ser un poco más independiente y vivir todo lo que me queda. Soy muy joven y tengo toda la vida por delante”.

El 9 de abril, Paco sufrió la inesperada visita del “monstruo llamado ictus” mientras calentaba en el gimnasio cuando se disponía a entrenar. “Sentí un fuerte dolor en la cabeza y acto seguido me caí hacia el lado izquierdo. A partir de ese día mi vida cambió completamente y perdí completamente mi independencia”.

Tras salir del hospital, Paco tuvo su “primer golpe de realidad” al darse cuenta de que estaba limitado al hacer todas las actividades del día a día. Para ello inició la rehabilitación en la Clínica Casaverde Ambulatoria de Murcia con el fin de lograr su ansiada independencia. “Todos los días hago mi circuito a nivel cognitivo y físico, todo está conectado como piezas de un puzzle. Con mucha actitud y positividad, estoy recuperando mi vida anterior. No sé cuánto va a durar el proceso, pero sé que nunca voy a tirar la toalla”.

A los familiares, Andrés les recomienda “tener mucha paciencia y estar muy cerca de la persona, porque hay que mentalizarse de que el camino es largo. Ni ella ni yo nos podíamos imaginar que le podría suceder algo así. Para mí, Noelia es un ejemplo de superación diario, he estado apoyándola desde entonces y así seguiré”.

Porque después de un ictus, es difícil volver a ser independiente, pero Paco y Noelia son un ejemplo de que no es imposible.

FUENTE: www.medicosypacientes.com

 


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