La inversión sanitaria pública ha sufrido, en los últimos cinco años, un recorte porcentual de más del doble que las inversiones públicas en general, según expone en este trabajo el Dr. Vicente Matas, representante nacional de Atención Primaria Urbana. Además, dichos recortes han sido asimétricos, pudiéndose comprobar en el caso de Atención Primaria como la pérdida ha sido del 15,2%, superior a la media del 12,6%

"¡¡¡Tanto recorte perjudica la salud!!!

Dr. Vicente Matas, vocal nacional de A.P. Urbana OMC.

Después de varios años negando la crisis, llegó la primavera de 2010 y comenzaron los recortes, todas la Administraciones, de todos los colores políticos han aplicado recortes, unas más que otras pero todas han recortado. En sus declaraciones siempre han asegurado que el gasto en Sanidad y Educación es una prioridad y que los recortes no afectarán al estado del bienestar, pero los datos disponibles parecen demostrar que precisamente en Sanidad los recortes han sido excesivos y superiores a los aplicados de forma general a los gastos públicos. Se pueden ver algunos datos en (Tabla 1 del documento adjunto).

En dicha tabla se puede comprobar cómo el gasto (prefiero llamarlo inversión) publica consolidada en España sufrió un recorte de casi 25.000 millones de euros entre los años 2009 y 2013, esto supone una merma del 5,2% y su proporción sobre el PIB ha pasado del 46,2% al 44,8%, es decir ha perdido 1,4 puntos (el 3%). Si nos fijamos en euros por habitante y año, el descenso en inversión ha sido de 644 euros (el 6,2%).

Mientras, lo que ha pasado en estos cinco años en la inversión pública en Sanidad (se observa en Tabla 2 en documento adjunto). Los datos de la tabla son muy claros, entre lo invertido en 2009 y 2013 se han recortado más de 8.800 millones de euros (el 12,60%). El porcentaje sobre el PIB ha pasado del 6,5% al 5,9%, con un recorte de 0,6 puntos (el 9,2%). Los euros invertidos por habitante han sufrido un retroceso del 13,35% (201 euros habitante y año).

Comparando ahora las dos tablas se puede comprobar cómo la Inversión Sanitaria Pública ha sufrido, más del doble en recorte porcentual que las inversiones públicas en general. En concreto, la Inversión Sanitaria Pública ha sufrido un 12,6% de recorte, mientras que en la inversión Pública total (gasto público consolidado según eurostat) el recorte ha supuesto un 5,2% (menos de la mitad). En euros por habitante igualmente se ha recortado más del doble en Sanidad (el 13,3%) que en la Inversión Pública Total (el 6,2%).

Igualmente se puede comprobar cómo la Inversión Pública Sanitaria ha retrocedido desde el 14,6% de la inversión Pública total en el año 2009, a un 13,5% en el año 2013. En inversión per cápita igualmente ha descendido del 14,4% al 13,3%, en ambos casos una pérdida importante de 1,1 puntos.

En resumen, de los 24.987 millones de euros recortados en 2013 con relación a 2009, más de un tercio (el 35,5%) se ha recortado en Inversión Sanitaria Pública (8.869 millones de euros), cuando el peso de la misma, en la Inversión Pública era en 2009 un escaso 14,6% que ha quedado reducido al 13,5% en 2013. Igual sucede con el recorte de 644 euros/habitante/año de Inversión Pública, pues casi un tercio, el 31,2% (201 euros/habitante/año) corresponde a Inversión Sanitaria Pública, que proporcionalmente solo representa el 13,3% en el año 2013.

Los recortes en la Inversión Sanitaria Pública han sido asimétricos, podemos comprobar en el caso de Atención Primaria como la pérdida ha sido del 15,2%, superior a la media del 12,6%. De esta forma continúa perdiendo porcentaje sobre el total de inversión sanitaria, hasta tal punto que ha pasado del 15,3% en 2009 a un escaso 14,8% en 2012 y 2013.

Este presupuesto y la proporción sobre el total, es totalmente insuficiente. Con este déficit de financiación será prácticamente imposible seguir dando una asistencia sanitaria de calidad, eficiente, resolutiva, longitudinal... la precariedad en los contratos de los médicos y la falta de sustitutos con los correspondientes acúmulos, están afectando muy gravemente, no solo a estos profesionales, sino también a los pacientes.

Los pacientes, en demasiadas ocasiones, no tienen continuidad en la atención que reciben por el continuo cambio de su médico. La estabilidad en el empleo del médico es fundamental, para el médico y muy especialmente para sus pacientes.

El capítulo de Farmacia, que se refiere al gasto en recetas y no incluye la farmacia de Hospital (de la que no disponemos de datos fiables), ha disminuido de forma importante por diferentes medidas (prescripción por principio activo, copago, subastas...), pero el año 2013 ya recupero parte de lo perdido y continua recuperando en el año 2014 y 2015.

Curiosamente, mientras el gobierno quiere seguir reduciendo el porcentaje de PIB destinado a salud, garantiza un crecimiento paralelo al incremento del PIB para gasto en farmacia, lo que inevitablemente supondrá nuevos recortes en el resto de capítulos y uno de los más importantes es el capítulo I, destinado al sueldo y plantilla de los profesionales.

Deben ser conscientes las Administraciones Sanitarias que nuevos recortes en las plantillas y las retribuciones tendrán graves consecuencias, los profesionales están al límite y la calidad asistencial a duras penas mantiene unos mínimos, a costa del tremendo esfuerzo de los profesionales, muy especialmente los médicos que día a día hacen mucho más de lo que es su obligación.

La inversión en Sanidad en las diferentes Comunidades Autónomas y los recortes aplicados por la crisis, no son iguales, hay grandes diferencias y posiblemente guarden cierta relación con los recortes sufridos en sus nóminas por los profesionales que en ellas trabajan, garantizando la protección a la salud de sus ciudadanos. Veamos datos en la tabla siguiente.

Andalucía es la que mayor población tiene, sin embargo en ninguno de estos años es la que más invierte en Sanidad, ni en presupuesto absoluto ni en inversión por habitante, de hecho es la que menos invierte por habitante. La mayor inversión absoluta la tenemos en Cataluña en estos tres años y por habitante en País Vasco en 2011 y 2013 y en Cantabria en 2012.

Madrid es la que en estos años dedica un menor porcentaje del PIB, aunque no en inversión por habitante. Extremadura es la que hace un mayor esfuerzo en porcentaje del PIB en los tres años de la tabla.

Se han recortado 5.424 millones de euros, el 8,4 % y 114 euros de inversión por habitante y año, pero no han sido homogéneos los recortes, hay CCAA que han incrementado la inversión y otras que han llegado a recortar hasta el 19,3%.

Viendo estas grandes diferencias (505 ?/habitante/año, el 48,4%), que no parece estén justificadas por factores como edad, insularidad y dispersión de la población, quizás se debería estudiar, si las mismas afectan a la equidad en el SNS y una financiación finalista, corregida por diferentes factores, y gestionada por las CCAA sería más justa y equitativa.

Todos estos recortes, hasta ahora, gracias a la tremenda implicación de los profesionales, con los médicos a la cabeza, no ha supuesto un descenso en la calidad asistencial importante, pero sin duda tantos recortes están afectando a la salud.

Las demoras en AP están aumentando, las agendas de más de 40, 50 o incluso más pacientes al día son demasiado frecuentes, las citas para infinidad de procedimientos diagnósticos se alargan demasiado. Todo esto junto a la precariedad creciente en los contratos, junto con las acumulaciones por falta de sustitutos hace que el paciente no sepa quién es su médico en muchas ocasiones y se pierda la necesaria continuidad de la atención.

Nuestras Administraciones tienen que ser conscientes de que los recortes han sido excesivos, nuestro Sistema Sanitario obtiene unos resultados en indicadores de salud excelentes, con unos presupuestos totalmente insuficientes. La salud para los ciudadanos es lo primero y su financiación, que ya era insuficiente antes de la crisis, ha sufrido más recortes de los que puede soportar conservando una calidad aceptable.

Corremos el peligro de convertir al SNS, que es uno de los más eficientes del mundo, en ineficaz en muchos aspectos por recortes excesivos y financiación insuficiente. Y sin eficacia no hay eficiencia.

Fuente: medicosypacientes.com


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