Si los países de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) introdujeran un nivel mínimo de impuesto del 15 por ciento sobre el precio de venta al por menor por unidad de alcohol, independientemente del tipo de bebida alcohólica, se salvarían 133 000 vidas al año, según un estudio realizado por el Consejo Consultivo sobre enfermedades no transmisibles (ENT) de OMS Europa.

"Los impuestos sobre el alcohol son una de las políticas más rentables para reducir los niveles de consumo y los daños atribuibles. Se podrían salvar muchos miles de vidas al año en la Región Europea de la OMS si los Estados miembros introdujeran más impuestos sobre el alcohol. En toda la región, los impuestos sobre la venta de alcohol son más bajos que los impuestos sobre el tabaco", explica la OMS en un comunicado.
 
En toda Europa, el consumo de alcohol provoca cada año casi un millón de muertes por una amplia gama de causas, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras enfermedades no transmisibles, así como las enfermedades infecciosas y las lesiones. Cada día en la Región, alrededor de 2500 personas mueren a causa del alcohol.

Como se refleja en el libro 'Los Valores del Médico' del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), desde hace muchos siglos, la palabra compromiso ha estado muy cerca del ejercicio de la medicina. Se le adjudica a Maimónides, médico cordobés, que ‘la medicina es arte y ciencia, pero, sobre todo, es un compromiso personal’.

Alcanzar una nota de corte más que sobresaliente, seis años de estudios en la Universidad, como mínimo, y un período, el del MIR, cargado de horas de trabajo y guardias extenuantes. Estos son algunos de los obstáculos que se encuentra una persona cuando decide ser médico o médica. Por ello, si existe un valor que resulta innegable de la profesión médica es ese: el esfuerzo.

El CGCOM, a través de una pieza audiovisual, señala que para poder ejercer la profesión médica son necesarios unos doce años de esfuerzo, estudio y trabajo, a lo largo de un proceso en el que solo pueden estar aquellos que han obtenido las mejores notas para poder elegir la carrera de Medicina y también aquellos que tras seis años de formación en la universidad dedican un año a preparar un duro examen en el que muchos quedan fuera.

Los presidentes de los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios han redactado un manifiesto en el que alertan a la Administración pública sobre la urgente necesidad regular la publicidad sanitaria.

Con mucha frecuencia, los medios de comunicación promocionan empresas, centros sanitarios o establecimientos que carecen de las autorizaciones sanitarias correspondientes. Dichos anuncios, no siempre son éticos ni objetivos, por lo que pueden crear falsas expectativas en los ciudadanos en cuanto al resultado de sus tratamientos. A esta situación hay que añadir la publicidad que determinados “influencers” hacen en las redes sociales de productos, medicamentos y tratamientos que requieren legalmente prescripción, ejecución, dispensación y seguimiento por parte de profesionales sanitarios por los riesgos que pueden conllevar para la salud.

Por estos motivos, los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios vuelven a insistir en la necesidad de establecer -al igual que en los países de nuestro entorno- una regulación adecuada para garantizar que los mensajes y la información de índole sanitaria que se difundan atiendan a criterios estrictamente clínicos, siendo rigurosos, veraces, prudentes y comprensibles, basados en la ética y la evidencia científica, que eviten confundir al ciudadano.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró este miércoles un “fracaso moral y epidemiológico” la baja tasa de vacunación en África, una realidad que “está creando las condiciones ideales” para el surgimiento de nuevas variantes del coronavirus.

Lo dijo durante su intervención en una conferencia sobre igualdad en el acceso a las vacunas, en la que recordó que esta semana se cumple un año desde que el mecanismo Covax efectuó su primera entrega en África, concretamente en Ghana.
 
Un año después de ese hito, el director general de la OMS deploró que los países desarrollados y los fabricantes hayan desarrollado un “nacionalismo de las vacunas”, que “ha limitado severamente” la capacidad de actuación de Covax.
 
El resultado de ello es que el 83% de la población africana todavía no ha recibido una dosis de la vacuna, lo que “no es sólo un fracaso moral, también es un fracaso epidemiológico, que está creando las condiciones ideales para que surjan nuevas variantes”.