La Comisión Europea ha anunciado una nueva partida humanitaria de 18,5 millones de euros para la región de América Latina y el Caribe, dada su gran vulnerabilidad y exposición a las catástrofes. Estos fondos reforzarán la capacidad local de respuesta a las emergencias, servirán para implantar sistemas de alerta temprana y aumentarán el acceso al agua, el saneamiento y la higiene.

Este importe incluye 15 millones de euros de apoyo a las comunidades e instituciones locales a fin de prepararlas para hacer frente a las emergencias naturales en toda la región: América Central y del Sur, el Caribe y Haití. A esta dotación inicial se suman 2,5 millones de euros adicionales destinados a proyectos de lucha contra la violencia y 1 millón de euros para ayuda alimentaria en América Central.
 
Los beneficiarios a los que se presta apoyo incluyen grupos étnicos vulnerables que viven en zonas rurales o urbanas y las instituciones encargadas de la gestión de catástrofes. Además, este apoyo proporcionará asistencia alimentaria a las poblaciones expuestas a catástrofes naturales y sequías graves, y busca garantizar también protección y asistencia básica a las comunidades afectadas por la violencia en América Central.

Cada vez hay más olas de calor, una realidad que afecta a muchas regiones y países del mundo, entre ellos España. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) define este fenómeno como un episodio de, al menos, tres días consecutivos de duración, en los que, como mínimo, el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de máximas diarias históricas. Los meses más comunes para una ola de calor son julio y agosto, aunque en los últimos años se han producido varias en junio. En los últimos 5 años se han contabilizado 14 olas de calor, según un estudio de la AEMET, más del doble que las registradas en el lustro anterior

Las olas de calor suponen un potencial riesgo para la salud. Dermatitis, edemas, quemaduras, insolaciones, fatiga, calambres, agotamiento y síncopes son algunos de estos riesgos, que en los casos más graves pueden dejar secuelas y, en episodios extremos, poner en riesgo la vida.

Los investigadores de la Escuela Nacional del ISCIII Julio Díaz y Cristina Linares llevan tiempo estudiando la relación entre clima y salud. Según señalan, a pesar de la mayor presencia de olas de calor en España, y a su carácter más acusado, la mortalidad asociada ha disminuido claramente en lo que va de siglo. Concretamente, según los resultados de un trabajo firmado por Linares y Díaz el año pasado en Environment International, la mortalidad por olas de calor en España ha descendido drásticamente en la última década, pasando de un 14% a un 1%. La investigación se publicó en colaboración con la AEMET y la Consejería de Samidad de Castilla-La Mancha.

Las Vocalías de Médicos de Atención Primaria Rural, de Médicos Tutores y Docentes y de Médicos en Formación y Promoción de Empleo de la Organización Médica Colegial (OMC) proponen fomentar la formación de los Médicos Internos Residentes (MIR) en el ámbito rural, con la incorporación de todos los Centros de Salud; un reconocimiento explícito de la acción tutorial y un cambio del marco acreditador

Son parte de las conclusiones de una Asamblea conjunta que estas tres vocalías mantuvieron recientemente en León para analizar la situación y docencia de la formación especializada de los MIR en el ámbito rural.
 
Un encuentro en el que participaron, además de médicos rurales, tutores y docentes de diferentes Colegios de Médicos, representantes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y de Sociedades Científicas de Atención Primaria.

Datos de Naciones Unidas indican que más de medio millón de personas en Haití requiere ayuda humanitaria urgente, mientras la escalada de precios en alimentos de primera necesidad empeora la situación día a día. Además, el 49,3% de la población haitiana no recibe la nutrición suficiente, según datos de la Agencia para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas

Por ello, la ONG Solidaridad Internacional alertó de la "gravísima crisis" que vive el país, donde más de dos millones y medio de personas necesitan ayuda para mejorar su alimentación. Mientras, la moneda local -el gourda- experimenta una inflación que impide el acceso a productos básicos.
 
La situación ha empeorado desde que comenzaron las protestas el pasado mes de mayo, cuando salió a la luz un informe que relaciona al actual presidente, Jovenel Moise, con un caso de corrupción con fondos de la compañía petrolífera venezolana Petrocaribe. Ante el aumento de las movilizaciones sociales de rechazo y la represión, se ha incrementado la violencia callejera, hasta el punto de que muchos días resulta difícil salir de casa para hacer compras imprescindibles, según el personal de Alianza por la Solidaridad en el terreno.

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