Medlab.email, una herramienta digital que pretende facilitar la labor diaria de los profesionales y conectar a la comunidad médico-científica internacional de habla hispana para que comparta comunicación, conocimiento, divulgación científica y experiencia a través de diferentes aplicaciones, fue presentada en la Organización Médica Colegial (OMC), que avala un proyecto que pretende mejorar la historia clínica electrónica, la formación a través de congresos 'on line' y el lanzamiento de la revista ‘Siglo Médico’, entre otras iniciativas.
En el acto participaron el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC; el Dr. Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz; el Dr. Juan José Torres, vocal del Colegio de Médicos de Badajoz; la Dra. Mónica Terán, representante nacional de Médicos en Formación y/o Posgrado del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM); y Arni Giraldo, director de Desarrollo de MedLab Media Group.
El Dr. Juan José Rodríguez Sendín, destacó que “llevamos mucho tiempo buscando una red corporativa exclusiva para los médicos, que se ciña a nuestras demandas, necesidades y características”. Se trata de “una pretensión que tenga contenido no solo para los más expertos en tecnología de la información, en redes sociales u otros avances, sino también para que todos los médicos tengan a su disposición material de uso común y manejo sencillo en una sola aplicación”.
En los últimos años ha habido avances en este sentido, “pero nadie nos ha preguntado cómo queríamos que fuera”, aseguró el Dr. Rodríguez Sendín, que expuso que por ejemplo “han surgido historias clínicas electrónicas en las que no podemos disponer de nuestros datos, que no nos permiten conocer cómo nos comportamos, los resultados que obtenemos o cuánto se consume, aunque sí aparecen los intereses contables y administrativos, que también han de estar presentes, aunque lo lógico es que estas herramientas fueran amigables y estuvieran adaptadas a las necesidades de los que las utilizan ”.
La OMC plantea políticas en defensa de la igualdad de género.
Conciliación y presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad son temas que la Organización Médica Colegial ha abordado hoy en la Asamblea General celebrada en Bilbao, con el objetivo de analizar la situación de la profesión médica respecto a estos temas, en defensa de la igualdad de género.
Conscientes de la brecha en la igualdad de género en el colectivo médico respecto de estos y otros aspectos, el presidente de la OMC, Dr. Juan José Rodriguez Sendin, ha planteado a los presidentes de todos los Colegios de Médicos de España la realidad de la situación y una serie de propuestas para consideración de las Juntas Directivas de los Colegios de Médicos.
Licenciado en Medicina por la Universidad de Sorbona de París, médico especialista en ginecología y colegiado del Colegio de Médicos de Bizkaia, el Dr. Ramón Monasterio desarrolló su carrera profesional entre París y Bilbao hasta que sus problemas de salud le llevaron a dejar su trabajo y embarcarse en el mundo de la cooperación “levantando” un hospital de la nada en Buyimayi (República Democrática del Congo) para dar asistencia pediátrica y de emergencia a la población de allí desatendida sanitariamente, desnutrida y en medio de una guerra. “Como médicos tenemos que aliviar el sufrimiento humano cuando ocurren injusticias”, asegura en esta entrevista.
Con motivo del Centenario del Colegio de Médicos de Bizkaia ha donado su colección de más de 400 figuras que representan el trabajo de los médicos a la corporación como agradecimiento a su labor durante tantos años.
-¿Cómo surgió la idea de iniciar esta colección?
En un viaje con mi hija a Praga vio una figura de médico que le recordó a mí. Y pensé en hacer una colección en honor a mi hija con figuras de médicos de distintos países a los que íbamos como Filipinas Italia, Holanda, Japón o EEUU.
-¿Qué significó para usted que el Colegio de Médicos de Bizkaia expusiera la colección?
Mucho. Me emocioné. Cuando lo doné pedí que pusieran el nombre de mi padre, también médico colegiado de aquí, y cuando vi lo bonita que había quedado y con su nombre en la placa se me saltaron las lágrimas. Casualidades de la vida que justo el mismo día que se presentó la celebración de los 100 años del Colegio de Médicos y mi exposición en la Asamblea de los presidentes de España fuera el mismo día que se colegió mi padre en 1943. Esta colección sirve para agradecer la labor de la corporación médica durante todos estos años.
-Una de las figuritas de su colección la adquirió El Congo en su etapa de cooperante ¿Qué recuerda de esta época?
Para mí los tres años más sensibles de mi vida profesional y quirúrgica. Soy ginecólogo por la Soborna de París. Cuando mi padre enfermó dejé mi trabajo y mis investigaciones en Francia y me instalé en una clínica ginecológica en Bilbao. Fui el primer médico en operar cáncer de trompas de Falopio en el País Vasco. Desgraciadamente enfermé y pasé por varias y complicadas operaciones de columna y corazón llevándome a la incapacidad laboral con 56 años. Fue cuando tuve la suerte de conocer a una monja del convento de Villasana de Mena, Burgos, hacia misiones humanitarias en El Congo. Le ofrecí todo mi instrumental médico que tenía en la consulta y decidí irme con ella allí.
-¿Cuál fue su labor allí?
Durante un mes estuvimos atiendo a la población más necesitada de Buyimayi (República Democrática del Congo) desatendida sanitariamente en mitad de una selva, con hambre y en medio de conflicto. Es increíble como el mayor país promotor de diamantes, de Coltán y petróleo del mundo tenga a gente con tanta pobreza y sufrimiento.
Atendíamos partos, problemas de salud materno-infantil, quistes de ovarios y hacíamos ligaduras de trompas. Nos pasábamos 24 horas operando. Formé a dos médicos locales y el hospital se consolidó no solo en ginecología sino en Medicina de Urgencias.
Durante tres años fui yendo meses hasta que el tercer año el ejército belga me alertó que tenía que irme porque mi vida corría peligro.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictado una sentencia que insta a adoptar todas las medidas necesarias para que un producto sanitario se ajuste a los requisitos derivados de la Directiva 93/42 relativa a este tipo de productos.
La sentencia se refiere en concreto al asunto sobre los implantes mamarios a base de silicona industrial de calidad inferior con el fin de que, en el caso de que existan indicios de que los implantes de prótesis mamarias puedan no ajustarse a los requisitos de calidad europeos, los organismos competentes adopten las medidas necesarias para su control.
El TJUE parte de una reclamación realizada por una ciudadana almenana, Elisabeth Schmitt, que en 2008 se hizo implantar en Alemania unas prótesis mamarias fabricadas en Francia. Debido a que las autoridades francesas constataron en 2010 que el fabricante francés había producido implantes mamarios a base de silicona industrial que no era conforme con las normas de calidad, la Sra. Schmitt se hizo retirar sus implantes. Entre tanto, el fabricante devino insolvente.