En la actualidad, unos 20.000 colegiados médicos ya cuentan con su diploma de Validación Periódica de la Colegiación (VPC), dirigido a aquellos profesionales que llevan al menos los últimos 6 años de actividad asistencial. El 51% de las certificaciones emitidas corresponden a médicas y el 49% a médicos, según los datos expuestos por la vicesecretaria general del CGCOM, Dra. Rosa Arroyo ante la Asamblea General celebrada el pasado sábado
Por CC.AA., las comunidades donde se han otorgado un mayor número de diplomas de VPC han sido: Andalucía, Asturias, Madrid y Castilla y León. Asimismo, hay Colegios de Médicos muy implicados como Ávila que ha conseguido validar al 66,8% de sus colegiados, Lugo, 46,36%, Almería, 45,71%, Asturias, 42,59% y Salamanca, 38,72%.
La Validación Periódica de la Colegiación, como explicó la vicesecretaria del CGCOM consiste en un procedimiento estructurado y reglamentado, mediante el cual los Colegios de Médicos, como entes acreditadores, “evalúan y reconocen la buena praxis profesional, la aptitud psicofísica y la actividad laboral asistencial; se trata de la ITV de los médicos”, indicó.
En concreto, la VPC avala la buena praxis, es decir, que el médico no tiene expediente deontológico abierto; acredita que está en aptitud psicofísica idónea para atender a los pacientes; y certifica la vida laboral asistencial. Con la expedición de esta credencial el CGCOM cumple con la Directiva europea de Cualificaciones Profesionales.
A partir de 2006 se asiste a una reorientación del profesionalismo y de la deontología médica y se dan los primeros pasos para la puesta en marcha de mecanismos de validación y de recertificación. Un proceso que aspira a ser universal, exigible, y dependiente de los Colegios Médicos.
Desde su puesta en marcha en 2015, la VPC marca una nueva cultura de la calidad y seguridad de la asistencia médica y representa una renovación del contrato entre la profesión médica y la ciudadanía, al dar fe de que el profesional que la obtiene reúne y mantiene los estándares definidos para ejercer como médico. De esta forma “la profesión médica se convierte en un referente para otras profesiones colegiadas al ser la primera en España que lo ha llevado a cabo”, según añadió, por su parte, el presidente del CGCOM, Dr. Serafín Romero.
En este sentido, abogó por que todas las profesiones pongan en marcha procesos de este tipo e hizo referencia a la iniciativa de Unión Profesional de llevar a cabo un modelo de desarrollo profesional continuo común a todas las profesiones.
El compromiso que adquieren los médicos a través de la VPC les permite cerrar su parte en el contrato social médico/paciente y por extensión el contrato entre la profesión médica y la ciudadanía. Además, contribuye a garantizar la actuación de los profesionales y de las instituciones bajo los principios de calidad, equidad, relevancia, innovación y uso adecuado de los recursos. En síntesis se trata de “rendir cuentas a la sociedad de ese compromiso con el ideario del profesionalismo”, señaló el Dr. Romero.
La Validación Periódica de la Colegiación (VPC) se convierte así en un instrumento de garantía y cumplimiento de lo que marca la LOPS, los estatutos y el propio código deontológico, constatando que “el médico que atiende la salud del ciudadano es un profesional que reúne y mantiene los estándares definidos para ejercer”.
El diploma de VPC se expide para un período de seis años a todo aquel médico que se encuentre en activo como mínimo desde los últimos seis años. Los Colegios de Médicos son los encargados de esta certificación colegial que se solicita a través de una aplicación informática, disponible en las webs corporativas y en la del CGCOM y a las que los colegiados pueden acceder desde sus dispositivos electrónicos.
Tras la credencial de la VPC, el siguiente paso a dar es el de la recertificación de las competencias profesionales (VPC-R) y que se fragua junto con las Sociedades Científicas. En la actualidad, como expuso, la Dra. Arroyo, casi una treintena de estas entidades han establecido acuerdos con el CGCOM para llevar a cabo procedimientos en materia de acreditación de competencias profesionales específicas en cada especialidad.
Retos de la VPC
Respecto a los retos a alcanzar por este sistema de certificación, expuestos por la vicesecretaria del CGCOM, caben destacar algunos como que el diploma de VPC sea reconocido por las Administraciones sanitarias como mérito puntuable en las ofertas públicas de empleo.
Introducir la VPC en la Medicina Privada, como garantía para el empleador de que el médico que posee esta certificación está en posesión de las competencias necesarias y validadas para ejercer su profesión es un valor añadido y también forma parte de dichos retos.
La creación entre todos los Colegios de Médicos de un repositorio compartido que unifique la documentación e iniciativas realizadas en torno a esta materia y la que se irá actualizando, es otra de las aspiraciones.
Actividades formativas relacionadas con la VPC en colaboración con la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC) para fomentar su conocimiento entre los colegiados, para lo cual también pueden utilizarse otras vías como, por ejemplo, premios y becas, además de planes de comunicación a través de diversos canales.
En definitiva, la Validación Periódica de la Colegiación es un objetivo estratégico del CGCOM y, como tal, tiene previsto impulsar en todos los foros donde la corporación médica esté representada, sin perder el liderazgo de su desarrollo para el resto de profesiones sanitarias y no sanitarias.
FUENTE: medicosypacientes.com