Los países de la UE derrochan una quinta parte del gasto en salud en pruebas o tratamientos innecesarios, alerta un informe publicado conjuntamente por la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pide "reducir los gastos innecesarios para hacer que los sistemas de salud sean más efectivos"
Considera que ese presupuesto, que es "desperdiciado", puede ser "reasignado para un mejor uso", de hecho consideran que se trata de un gasto que podría, en muchos casos, "reducirse o eliminarse sin menoscabar la calidad de cuidado", y sin "perjudicar innecesariamente" al paciente, que "recibe atención innecesaria o de bajo valor que tiene poca o ninguna repercusión en su salud".
En 2017, el gasto en salud representó el 9,6 por ciento del PIB en el conjunto de la UE, en el caso de España fue del 8,8. El 20% se destinó a productos médicos y farmacéuticos; mientras que el 13% fue destinado a cuidados a largo plazo relacionados con la salud y un 7% se gastó en servicios colectivos, tales como prevención y salud pública, así como la gobernanza.
A largo plazo el gasto en cuidados, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, representará una participación cada vez mayor del PIB en muchos países de la UE y, por tanto, es importante pensar en la sostenibilidad de los presupuestos a largo plazo.
Por otro lado, y tras señalar la hospitalización y el acceso a fármacos, como las principales áreas de desperdicio, recuerda que una reducción del gasto inútil no solo contribuye a la resiliencia del sistema de salud, sino que también ayuda a lograr y mantener el acceso universal a la atención efectiva. Y se lamenta de que muchos de los fondos se pierden por fraude y corrupción.
Cuando se trata de hospitales, pone especial atención a la hospitalización y advierte de que se podrían evitar muchas admisiones con un mejor manejo de enfermedades crónicas. Además, denuncia un retraso en las altas hospitalaria y una ocupación indebida de camas. Como ejemplo, en el caso del asma y la diabetes existe un exceso de admisiones, hasta 37 millones de días de cama al año en toda la UE son potencialmente evitables.
Cuando se trata de productos farmacéuticos, la medida pasa por minimizar el desperdicio y optimizar el valor derivado del gasto en medicamentos. Según la OCDE, un buen acceso a los fármacos es "crítico" para lograr sistemas de salud "eficientes y sostenibles".
Así, señala, la solución pasa por garantizar la relación calidad-precio en la selección y cobertura, adquisición y precios de productos farmacéuticos a través de la evaluación de tecnología de la salud; explotar los ahorros potenciales de los genéricos y biosimilares; fomentar la prescripción racional; y mejorar la adherencia de los pacientes.
Mejora de las políticas de salud pública
Más de 1,2 millones de personas en los países de la UE murieron en 2015 por enfermedades y lesiones que podrían haber sido evitadas ya sea a través de políticas de salud pública más fuertes o una atención médica más efectiva y oportuna.
Se recuerda que las enfermedades prevenibles por vacunación han reaparecido en algunas partes de Europa en los últimos años, lo que apunta a la importancia de promover una cobertura de vacunación efectiva para todos los niños en todos los países de la UE.
Además, se apuesta por reforzar las áreas de prevención tras observar que unas 790,000 personas en los países de la UE murieron prematuramente en 2016 debido al consumo de tabaco, consumo de alcohol, dietas poco saludables y falta de actividad física. No obstante, el informe se felicita del "notable" progreso en la implementación de programas de detección de cáncer.
Si bien el número de médicos y enfermeras en casi todos los países de la UE ha aumentado en la última década, el informe denuncia que la escasez de médicos generales es común, particularmente en áreas rurales y remotas.
Asimismo, se lamenta de los largos tiempos de espera para la cirugía electiva son un importante problema de política en muchos países de la UE, ya que impiden el oportuno acceso a la atención. En muchos países, los tiempos de espera han empeorado en los últimos años, ya que la demanda de cirugías ha aumentado.
Por otra parte, considera que los sistemas de salud deben responder de manera más eficiente a las necesidades cambiantes de atención de salud impulsadas por datos demográficos; así como sacar mayor partido al potencial de las nuevas tecnologías digitales, que puede ayudar a fortalecer la prevención y la atención.
"Las nuevas tecnologías digitales tienen el potencial de promover un envejecimiento más saludable y más personas centradas en cuidado", señala el informe que destaca el uso de registros médicos electrónicos y de recetas electrónicas, que "está creciendo en los países de la UE".
FUENTE: medicosypacientes.com