El Consejo de la Asociación Médica Mundial (AMM) reunido en Riga, Letonia, dio ayer el visto bueno a una propuesta de declaración sobre pseudoterapias presentada por el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias OMC, y que forma parte de la delegación española que asiste al encuentro en el que también participa el presidente de la corporación, Dr. Serafín Romero. La OMC considera fundamental que la Asociación Médica Mundial y sus integrantes sean conscientes de este problema y de sus riesgos y repercusiones sanitarias y sociales, de ahí que el Consejo de la AMM haya decidido que la propuesta se traslade a todas las organizaciones médicas nacionales para que realicen sus aportaciones

La delegación de la Organización Médica Colegial, que participa en la 209ª reunión del Consejo de la Asociación Médica Mundial (AMM) que se celebra estos días en Riga (Letonia) ha presentado una propuesta de Declaración específica sobre pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias ante los representantes de cada una de las seis regiones de la AMM: África, Asia, Europa, América Latina, América del Norte y el Pacífico integrados en el Consejo.


La propuesta fue presentada por el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, tesorero de la OMC y coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, ante la preocupación de esta corporación por el auge desproporcionado y los riesgos y consecuencias negativas de estas prácticas, y considerando que la AMM y sus Asociaciones nacionales y de la profesión médica deben conocer y ser conscientes de este problema y de sus repercusiones sanitarias y sociales.
 
A ello, la corporación médica española añade que la mayoría de los países no disponen de un marco regulatorio específico en este ámbito y donde éste existe “no se cumple o es demasiado laxo o permisivo, lo que ha permitido la proliferación de las pseudoterapias, que representan un grave peligro para la salud de los ciudadanos”.
 
Los principales riesgos identificados en la propuesta presentada por el Dr. Fernández Torrente, pasan por el abandono, por parte de los pacientes, de otras terapias médicas efectivas por prácticas que no han demostrado valor curativo o que carecen del mismo, y esto puede ocasionar graves problemas de salud e incluso la muerte. A ello se suma la posibilidad más que frecuente de retrasos peligrosos y “pérdida de oportunidad “en la aplicación de fármacos, procedimientos y técnicas reconocidas y avaladas por la comunidad científica.
 
Independientemente del abandono de un tratamiento médico, algunas pseudoterapias, por sí mismas, según se subraya, pueden tener efectos negativos sobre la salud, tales como daños económicos o morales en los pacientes; encarecimiento de los procesos; intrusismo en la profesión médica, incluidas sectas habitualmente relacionadas con este tipo de prácticas.
 
La OMC considera que esta propuesta de declaración sobre pseudociencias y pseudoterapias constituye una oportunidad para reivindicar y poner en valor la Medicina basada en evidencias, el método científico experimental y el conocimiento científico aplicado, y es por ello que incluye una serie de recomendaciones.
 
Recomendaciones de la OMC
 
Asimismo, en la propuesta presentada ante la AMM, la Organización Médica Colegial incluye ocho recomendaciones:
 
-El médico tiene el deber de prestar a todos los pacientes una atención médica de calidad humana y científica, ofreciendo el mejor tratamiento posible basado en la mejor evidencia científica. La Declaración de Ginebra de la AMM y el Código Internacional de Etica Médica deben ser referentes en éste sentido.
 
-El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente. No son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida.
 
-El médico debe disponer de libertad de prescripción, respetando la evidencia científica y las indicaciones autorizadas de entre las mejores posibles y hacer partícipe a su paciente, por calidad y seguridad en la atención.  El médico que ejerza y aplique técnicas o terapias no reconocidas legalmente ni avaladas por la Comunidad Científica, tiene el deber de informar adecuadamente a sus pacientes y asumir todas las obligaciones legales, profesionales y deontológicas (CDM) que marcan la actividad médica de la lex artis ad hoc y el Acto médico en sensu estricto.
 
-Los médicos deben saber que algunos grupos de pacientes, como pacientes con cáncer, enfermedades psiquiátricas o enfermedades crónicas graves y niños, son particularmente vulnerables a los riesgos asociados con las prácticas pseudocientíficas/ pseudoterapeúticas alternativas y/o complementarias no contrastadas con métodos de evidencia.
 
-La profesión médica necesita profundizar en aspectos como la relación médico – paciente, la comunicación personal y social, la confianza mutua y la humanización de la asistencia sanitaria centrada en la persona, con respeto a las decisiones y autonomía del paciente, para evitar la desviación de estos hacia las pseudociencias y pseudoterapias.
 
-El intrusismo en la profesión médica, tras el preocupante aumento con el uso de las nuevas tecnologías, solo puede ser combatido con leyes. Se necesitan políticas de los gobiernos que sean poco tolerantes con estas prácticas y una implicación real de las administraciones.  Es asimismo responsabilidad de las administraciones y de las AMNs denunciar aquellas pseudoterapias / pseudociencias que ponen en riesgo la salud pública de la población, así como la mala praxis, el fraude, la publicidad engañosa y las webs con contenidos de salud, no acreditadas, que se puedan considerar fraudulentas.
 
-Las AMM y las AMNs deben hacer frente especialmente a las pseudoterapias/ técnicas de manipulación de la mente ó las emociones, con alto componente sectario, así como las que puedan contener publicidad engañosa, las que utilizan productos no autorizados u otros productos sin fundamento. Todas ellas han de ser “expresamente excluidas “de cualquier circuito sanitario y de salud.
 
-Los Estados y/o Autoridades competentes, deben establecer disposiciones estrictas que protejan a los pacientes tratados con prácticas del entorno de las pseudoterapias / pesudociencias, complementarias y/o alternativas. Cuando se descubre que es dañino, debe haber un mecanismo que detenga o limite considerablemente dichas prácticas para proteger la salud pública y el entorno de los pacientes afectados y sus familias.

FUENTE: medicosypacientes.com