En el marco de la celebración del Día Internacional contra el Cambio Climático este sábado, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) alerta sobre la influencia que el cambio climático está teniendo en los ecosistemas, los sectores económicos y el bienestar humano, lo que conlleva un grave problema de salud pública.

Este sábado se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático, con el objetivo de movilizar y sensibilizar a millones de personas de todo el mundo acerca de los efectos del cambio climático y el grave peligro que conlleva el calentamiento global.

Una Declaración aprobada en la Asamblea General hace justo un año hacía hincapié en que la profesión médica tiene la obligación de trabajar con las instituciones sanitarias y las administraciones con el objetivo de adoptar políticas sobre el clima, instar a cambios en los estilos de vida, tratar de crear conciencia profesional y pública sobre la importancia del medio ambiente, fomentar la formación médica en medio ambiente y salud pública y la educación para la salud, instar a la investigación en cambio climático, y ser modelos a imitar en su esfuerzo para disminuir las emisiones de carbono, en línea con los Objetivos Desarrollo Sostenible (ODS 2030).


El CGCOM hacía un llamamiento a la comunidad sanitaria nacional e internacional a unirse a la movilización, promover la toma de conciencia profesional y sensibilizar a todos los niveles acerca de los riesgos del cambio climático dada su emergencia.

La declaración recogía que “los médicos, sus organizaciones profesionales y todo el sector de la salud deben comprometerse en la lucha contra el cambio climático e introducir nuevos valores y una dimensión ética para afrontar el problema” y solicitaba a las autoridades académicas que se establecieran en los programas educativos formación específica en salud medioambiental.

Sobre este tema, el Dr. Pedro Cabrera, presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, implicado por parte de la corporación en esta problemática explica que las corporaciones colegiales están obligadas a hacer “acciones continuadas enfocadas a los profesionales, a la sociedad y a las instituciones sanitarias “. Expone que el plan de su corporación provincial es extrapolable al resto de colegios y CGCOM y debe enfocarse hacia tres ejes de ataque. “Lo primero que debemos hacer es mirar hacia adentro, en la propia institución, determinando la huella de carbono, porque es la unidad de medida de la agresión medioambiental, para después establecer un compromiso de años para tratar de reducirla hasta que llegue a cero, a través del uso de energías renovables o eliminando el uso de plástico”, señala.

El segundo eje de acción, según el Dr. Cabrera, debe orientarse hacia la sociedad, exponiendo las repercusiones del cambio climático en la salud humana. Actualmente con el contexto de la pandemia COVID19, “la población ya es consciente de lo grave que puede resultar una enfermedad vírica” y algunas enfermedades ya han llegado como la fiebre del Nilo en Andalucía, que se ha cobrado algunas vidas. También hay estudios que demuestran que los pacientes crónicos, cardiacos y pulmonares tienen picos de mortalidad con las olas de calor, por estos motivos, “los Colegios de Médicos tenemos la obligación de promover actos para concienciar de este problema a la ciudadanía”, apunta.

Y el tercer eje debe de mirar hacia la profesión, “porque no es consciente de lo poderoso que puede llegar a resultar el consejo médico”. En este punto, el Dr. Cabrera destaca que, si se aconsejara el consumo de alimentos frescos, de temporada o de proximidad, se podría bajar considerablemente la huella de carbono, por ejemplo. También subraya la importancia de la utilización del “medicamento verde”, que genere pocos residuos. La actividad médica produce cada día millones de residuos de plástico y lo mismo sucede con la contaminación de los aerosoles y medicamentos inhalados, compuestos de elementos muy tóxicos.  

FUENTE: medicosypacientes.com