La Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (FCOMCI) se suma a la conmemoración, mañana, del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza para recordar cómo la pobreza condiciona la salud de las personas y defender cómo el acceso a la sanidad de la población más desfavorecida en los países en desarrollo y el papel del colectivo médico cooperante puede ser un mecanismo para combatir la pobreza.

Según la ONU la pobreza no solo se entiende como una falta de ingresos, se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad. Las personas que viven en la pobreza experimentan muchas privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente, impidiéndoles ejercer sus derechos y perpetuar su pobreza, entre ellas como es el acceso limitado a la atención médica, condiciones de trabajo peligrosas, vivienda insegura, falta de alimentos nutritivos, acceso desigual a la justicia y falta de poder político.
 
Es por ello que, este año, el tema Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza aborda el desafío de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas.


Lema al que se suma la Fundación para la Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (FCOMCI) incorporándose a los esfuerzos internacionales para erradicar las desigualdades, en concreto, en lo que respecta a garantizar el acceso a la salud.

“Muchos países en desarrollo carecen de estructuras sanitarias sólidas, algo que, sumado a la falta de los profesionales médicos y sanitarios, incrementa las desigualdades en el acceso a la salud y agrava la pobreza de la población. Con esta pandemia los más pobres aun serán más pobres y los niños, una vez más, serán los más perjudicados”, explica el Dr. Tomás Cobo, vicepresidente primero de la FCOMCI y médico cooperante en África, quien señala que desde esta “Fundación trabajamos por vehiculizar la labor de muchos voluntarios y cooperantes que acuden a estos países para garantizar la atención sanitaria de sus habitantes a través de misiones humanitarias”.
 
La labor de la FCOMCI está alineada entorno al Tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre Salud y Bienestar. La Fundación tiene, entre sus líneas de trabajo, el desarrollo de programas de cooperación médico-sanitaria en países en vías de desarrollo, directamente o a través de organizaciones e instituciones especializadas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus poblaciones y garantizar el acceso a la sanidad.
 
Asimismo, participa en iniciativas de cooperación para el desarrollo, salud en emergencias y/o ayuda humanitaria que defienden la protección de la salud de la población de los países en vías de desarrollo a través de la labor de los profesionales médicos voluntarios y cooperantes.
 
De esta manera, establece una plataforma de apoyo y asesoramiento para el médico cooperante y voluntario, y desarrollo de prestaciones que favorezcan el ejercicio de su labor según las necesidades detectadas a través del Registro Nacional de Médicos Cooperantes y Voluntarios; dispone de una plataforma de trabajo, consulta e intercambio de información para los profesionales médicos y las organizaciones de desarrollo del ámbito médico-sanitario; y desarrolla programas de formación especializada dirigidos a los profesionales médicos, en los distintos ámbitos que sean identificados como necesarios para asegurar una formación integral y multidisciplinar, que dé respuesta a sus necesidades.

FUENTE: medicosypacientes.com