El número de muertes por hepatitis víricas ha caído en España más de un 30% en tres años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), manejados por la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) que, no obstante, ha solicitado un esfuerzo, sobre todo en materia de cribado y prevención, para llegar al objetivo de la eliminación de la hepatitis C en nuestro país en 2021

Concretamente, según los datos manejados por AEHVE, de las 906 muertes que se produjeron en 2015 se ha pasado a 776 en 2016 y 629 en 2017. La evolución en estas fechas es muy reveladora, pues 2015 fue el año en el que se aprobó el PEAHC (Plan Estratégico para el Abordaje de la hepatitis C) y empezaron a utilizarse los antivirales de acción directa (AADs) frente a esta enfermedad, inicialmente solo en los casos más graves (estadios III y IV). Un año después, a finales de 2016, ya con el PEAHC en marcha, el número de muertes descendió en 130. Pero a final de 2017 la caída fue aún mayor (147 defunciones menos): ese año, Gobierno y Comunidades Autónomas habían decidido la extensión del tratamiento a todos los pacientes, con independencia de la gravedad de su enfermedad.


Aunque los datos del INE se refieren a todas las hepatitis víricas, detrás de este descenso están las políticas adoptadas en relación con la hepatitis C, la única de las hepatitis víricas en la que se ha producido un avance farmacológico y médico relevante, explican los expertos de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), que interpretan esta evolución como “un gran éxito de la sociedad española y de su sistema público de salud” gracias al cual “se ha podido tratar y curar a más de 117.000 personas en España”, explicó su coordinador, Javier García-Samaniego.
 
Las Sociedades Científicas y Asociaciones de pacientes integradas en AEHVE piden, no obstante, a Gobierno y Comunidades Autónomas un último esfuerzo, sobre todo en materia de cribado y prevención, para llegar al objetivo de la eliminación de la hepatitis C en nuestro país en 2021, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS para los países avanzados. “Estamos en condiciones de hacer historia, pero solo lo lograremos si hacemos frente a los retos pendientes con la misma valentía con la que se afrontaron la prescripción y la universalización de los nuevos tratamientos frente a la hepatitis C”, afirmó Javier García-Samaniego, que explicó que el abordaje de la hepatitis C ha entrado en una nueva etapa en nuestro país, en el que resulta prioritario hacer aflorar la infección por hepatitis C no diagnosticada a través de políticas de cribado,  de prevención y educación para la salud e iniciar políticas específicas de eliminación en grupos vulnerables.

FUENTE: medicosypacientes.com