El linfoma es una enfermedad que representa el 4% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer que se dan en España cada año, lo que supone más de 6.100 pacientes, y generalmente aparecen en torno a los 60 años de edad. En la actualidad, el linfoma se cura en el 60% de los casos, según datos proporcionados por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), con motivo del Día Mundial del Linfoma que se celebra mañana.

En el registro Español de Pacientes con Linfoma (Relinf) del Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GELTAMO), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) el subtipo de linfoma no Hodgkin más frecuente es el linfoma B difuso de célula grande (LBDCG), presente en el 30% de los casos.
 
Según señala Ramón García Sanz, hematólogo del Hospital Universitario de Salamanca y vicepresidente 2º de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), “los linfomas agresivos se engloban dentro de la categoría de linfomas no Hodgkin y presentan, como su propio nombre indica, un curso clínico agresivo que hace necesario iniciar el tratamiento de forma inmediata tras el diagnóstico".


El subtipo de linfoma no Hodgkin más frecuente (30%-40% de los casos) es el linfoma B difuso de células grandes (LBDCG), que suele afectar a pacientes en torno a los 60 años, con frecuencia en un estadio avanzado y a veces con afectación extraganglionar. Asimismo, podemos incluir en este grupo a los linfomas de células T periféricas, mucho menos frecuentes (menos del 10% de todos los linfomas no Hodgkin), "pero que son tratados con una estrategia hasta cierto punto similar a la de los LBDCG”, explica Miguel Ángel Canales, jefe de Sección de Hematología del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y miembro del Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GELTAMO).
 
Desde la SEHH, transmiten un mensaje de esperanza a los pacientes con linfomas agresivos, no sólo porque una proporción significativa de pacientes se cura gracias al tratamiento de primera línea disponible, sino porque las nuevas opciones terapéuticas están demostrando buenos resultados, mejorando el pronóstico de aquellos pacientes que recaen o que presentan resistencia a los tratamientos estándar.
 
El reto de los pacientes: ganar confianza
 
Lymphoma Coalition (LC), una red de organizaciones de pacientes que representa a 50 países de los cinco continentes, ha puesto en marcha con motivo del Día Mundial del Linfoma la campaña 'Las pequeñas cosas ayudan a construir confianza', cuyo objetivo es dar infomación y promover en los pacientes una actitud activa en el cuidado de su salud.
 
Natacha Bolaños, coordinadora regional en Europa de Lymphoma Coalition, detalló que "con esta campaña invitamos a pacientes, cuidadores, profesionales sanitarios y sociedad en general a unirse a la conversación global en nuestra página de 'Facebook', donde les animamos a compartir aquellas pequeñas cosas que pueden ayudar a los pacientes a construir confianza".
 
El miedo a una recaída es una de las principales preocupaciones con las que vive un paciente con linfoma, sin embargo, es un tema poco tratado por los profesionales médicos o las asociaciones de pacientes, lo que acrecienta su angustia ante la posibilidad de recidiva. Por otro lado, año tras año, diferentes estudios demuestran que la fatiga es el principal problema físico al que se enfrentan estos pacientes, y del que tampoco se habla lo suficiente.
 
“Las personas que conviven con la enfermedad realmente desconocen si esta fatiga se debe a la propia enfermedad o está asociada a la medicación, qué niveles de fatiga están dentro de la normalidad o qué pueden hacer para mejorar su energía”, asegura Bolaños.
 
Asimismo, la falta de información sobre el subtipo de linfoma que se les ha diagnosticado y el escaso soporte percibido en las consultas de los especialistas, son algunos de los retos a los que se enfrentan a día de hoy las personas con linfoma.

FUENTE: medicosypacientes.com